Emperatriz

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"Tú…"

Su Feifei movió los labios y miró la ropa de Bo Silin, que obviamente se había rasgado, y luego su postura.

"¿Qué ocurre?" preguntó.

Los ojos de Bo Silin estaban llenos de resentimiento cuando extendió la mano para tocar la comisura de su boca.

Solo entonces Su Feifei notó que había sangre en la comisura de su boca.

Su rostro se oscureció. "¿Quien te hizo esto?"

Bo Silin la miró fijamente durante dos segundos y las esquinas de sus ojos de repente se pusieron rojas. (sіs𝗍ᥱmᥲ: ᑲ᥆ sіᥣіᥒ ᥲᥴ𝗍і᥎ᥲ -m᥆ძ᥆ ᥲᥴ𝗍᥆r-)

Miró la mano de Su Feifei, luego su cuello. Se cubrió con la manta y se acostó.

"¡Qué estás haciendo!" Su Feifei se enderezó y extendió la mano para tocarlo. "¿Bo Silin?"

¿Él estaba llorando? ¿Qué significaba esa mirada?

¿Podría ser... ella?

Algunas escenas de repente pasaron por la mente de Su Feifei.

A veces, era la escena de ella tirando de la cintura de Bo Silin hacia sus brazos, y en otros momentos, tirando de Bo Silin para enterrar su cabeza en su pecho...

Ella se quedó plantada en el suelo, con el ceño fruncido.

Su mente era un desastre.

Nunca antes había hecho algo así, y anoche había bebido alcohol. ¿Quién sabía que este cuerpo no podía beber en absoluto?

De hecho, se emborrachó de un trago y ni siquiera logró completar su tarea principal.

“No llores. ¿Qué te hice anoche?" Su Feifei lo empujó. "Vas primero."

Bo Silin todavía mantuvo la cabeza gacha y no habló.

Su Feifei apretó los dientes y suavizó su tono. "No llores, Bo Silin".

Bo Silin todavía no se movió.

Su Feifei se levantó y vio un bulto en la cama. Se sintió un poco culpable.

¿Podría ser que ella había ido demasiado lejos?

Ella no lo lastimó, ¿verdad?

A veces, cuando las prostitutas militares en el campamento militar atendían a demasiadas personas a la vez, necesitaban medicinas.

Su Feifei comenzó a pensar.

"¿Puedo ver?" ella preguntó.

La persona debajo de la manta se detuvo.

¿Qué quería ver?

Su Feifei dio un paso adelante y estaba a punto de levantar la manta cuando se detuvo y se sentó a su lado.

"Bo Silin, es mi culpa".

Bajó la voz y dijo: “Sal primero y háblame”.

“Ya pasó. Llorar no solucionará nada. No te preocupes. Pase lo que pase, asumiré toda la responsabilidad." (ᥱ: mᥲᥣᥲ ᥱᥣᥱᥴᥴі᥆́ᥒ ძᥱ ⍴ᥲᥣᥲᑲrᥲs, mᥱȷ᥆r ᥴ᥆rrᥱ)

La persona en la cama saltó de inmediato cuando escuchó la última oración.

Sus ojos se encontraron, y las lágrimas en su rostro aún estaban allí.

Eso fue llamado lamentable.

"¿En realidad?" Bo Silin preguntó con voz temblorosa.

Su Feifei se quedó sin palabras.