- ̗̀↳ Recuerdos dolorosos.

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OBS:
• (El lenguaje se manejara solamente en español, claro no uno perfecto para los angloparlantes pero el español destaca)

• (Minecraft Extremo × QSMP)






SPREEN

- Recuerdos.





Suspiro de nuevo ante los nervios, mucha gente nueva, aunque podía reconocer rostros, su fuerte no era ser sociable explicitamente, mas bien, era un niño que podía ser o no percibido.

- Hi. Dijo una voz femenina, la única mujer del grupo se le había acercado, el mexicano se asustó ante repentina voz, pues no prestaba atención a quien se le acercará.

- Oh, Hola, ¿Jaiden, right?. La chica afirmó con una sonrisa.

- ¿no iras con elios, ellos?. Pronunció con dificultad la palabra pero lo consiguió, una leve risa escapo de él.

- Na, siempre voy de mal tercio, prefiero mirar ¿y tú?.

Ambos se miraron un segundo, para verla simplemente negar con tranquilidad, aquellos se quedaron charlando, había cosas en común que los unió, y era el dibujo.

Las risas de Missa no eran precisamente las mas silenciosas, alguien entre el bullicio lo notó, aquellas orejas de oso se movieron con suavidad por él sonido, un mal sabor de boca llegó a su paladar, junto a un recuerdo vago de agua y un cuerpo.

- ¿Estás bien, Spreen?. Escucho la voz de Vegetta, el nombrado afirmó sonriendo.

- Tranquilo, nomas recordé algo. Fingió restar importancia, agradecía aveces no ser tan expresivo.

El mayor lo observo detenidamente, no muy convencido.

- Puedes hablar conmigo si lo necesitas. Palmeo el hombro ajeno de manera amistosa dejándolo solo para seguir su camino con los demás.

Spreen miró hacia el frente, lejos pero cerca, allí estaba Missael Sinfonía, un mar de emociones inundó su pecho, era increíble, lo veía luego de tanto tiempo, lo podía escuchar reír, hablar. . . Podía verlo vivo.

Sus piernas no respondían, quería acercarse, pero algo le detenía, entre todos, Roier notó aquello, el Híbrido no decía nada, solo veía fijamente algo, busco y encontró a su amigo Missa, sonrió con total malicia para alejarse del grupo e ir a molestar al argento.

- ¡Spreen!, ay mi amor, ¿qué miramos?. Aunque no eran pareja, sabía lo mucho que le molestaba aquellos cursis apodos.

- ¿What?, no me digas mi amor, pelotudo, no estoy mirando nada.

- Ay, marica si soy pero ciego no, nunca dije que no miraras nada, pero si que mirabas a alguien, ¿Missa, verdad?. Dijo y ante la expresión de molestia del otro, sabía que le atino.

- Sí, ¿te molesta?. Preguntó con un poco de enfado.

- Ay no como crees, nomas que lo miras como si lo fueras a comer, deja te ayudo acercarte. Lo agarro del brazo y lo arrastro, Spreen protesto entre murmuros, estaba rojo y avergonzado, quería que fuera natural, como lo imagino, ¡No siendo arrastrado!.

- ¡Missa!, ¡Mi niño hermoso!~.

"¿tu niño hermoso?, cómeme la pija". Pensó el Híbrido molesto pero rendido.

- ¿Roier?, ¡Roier!. Chilló el otro mexicano para abrazarlo, típico cariño de amigos, claro amigos, observo a un costado para ver a Spreen rascándose el brazo por los nervios, le dio ternura. - ¡Spreen!.

¡Buen Bufet, Buen Comer! | Missabowl Donde viven las historias. Descúbrelo ahora