Capítulo 5

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V

—¿Sabes? —comenzó a decir Yesenia—. Es bueno que sepas montar a caballo. ¿Vemos quien llega primero?

Negué con la cabeza.

Seguimos a trote con un caballo cada una por el largo páramo repleto de césped mientras la luz del sol de medio día nos daba directo en la cara.

Escuché el trote de un caballo acercarse hasta nosotras. Hasta que Jazmín llegó sobre su caballo y se situó a un lado de mí.

—Que gusto verla, Lady Gilbert —dice, cordial.

—Lo mismo digo, Lady Demondariz —respondo.

—Me tengo que ir —dice Yesenia.

—¿Te vas?

—Sí, tengo que ver si el burro ya puso la leche —respondió ella. En menos de un segundo ya había salido de mi vista.

—Creo que lo dijo mal —murmuró Jazmín, refiriéndose al comentario de Yesenia.

—No creí que le gustara montar a caballo, Lady Demondariz —comenté, intentado cambiar el tema.

—Claro que me gusta —responde—, el mismo rey Elian fue quien me enseñó, antes de convertirse en rey, claro. Pero no me llames Lady Demondariz, ahora somos cuñadas.

Se me fue la respiración por un segundo. Ella estaba enterada del compromiso, eso significaba que los señores Demondariz también deberían de estar enterados.

—Mis padres están felices con la noticia —comenta.

—Me alegra.

—Pero aún más lo está Nathaniel, estaba demaciado emocionado por su compromiso, creo que tú enserio lo haces feliz.

Y eso fue lo que causó un nudo en mi garganta.

Nathaniel sabía que solo me casaba con él por la propiedad que heredaría, no por amor, no quería que se ilusionara con falsas esperanzas.

—Sí, bueno, fue una buena decisión el casarme con él —articulé.

—Ya lo creo. Seremos grandes amigas.

—Eso espero.

—Por otro lado, ¿tienes planes para esta semana? —inquirió—. Mis padres están emocionados con la boda, quieren ver algunos detalles sobre el vestido, así que pensaron que tú tendrías que estar involucrada, claro, es su boda.

—Lo siento, partiré a Lennox hoy mismo, pero volveré en dos días.

—Perfecto, en seis días iremos a Prescott.

—¿Iremos? —repetí.

—Sí. Es el cumpleaños de la ex reina Prescott, así que vendrás conmigo y podrás ver a mi hermano —aclaró.

—No sabía que te mezclaras tanto con la realeza.

—Me relaciono mucho con la realeza, en especial con la familia Prescott. Desde muy pequeña viví en Pres, conozco al rey Elian desde que éramos niños, así que desde siempre hemos sido amigos, y ahora está a punto de pedirme matrimonio

Casi me atraganto con sus palabras. A Rosally no le gustaría escuchar esto.

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—Te veré es dos días —dije a Rosally, depositando un beso en su mejilla.

Me separé de ella y subí al carruaje en el que ya me esperaba Yesenia. A los pocos segundos el carruaje comenzó a andar camino a la estación de trenes.

El Juego Del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora