PROHIBIDO X Attuma X Shuri

Capítulo 12

Había ido, sí, lo hizo. Shuri dejó que se adelantara lo suficiente hasta perderse de su vista, podía cambiar de dirección si quería.

Luego siguió sus pasos por el pasillo, lo que había acabado de pasar era muy delicado y peligroso, ¿Pero porqué callar sobre lo que habían discutido cuando ella llegó? Su cuerpo avanzaba mientras su cabeza la fulminaba con pensamientos.

- Tardaste- Se escuchó una voz del otro lado de la puerta entre abierta.

- Solo....

- ¿Que esperas? ¡Entra!

- Viniste.

Un vez aseguró la puerta dirigió su mirada al guerrero, posaba tan imponente sin su máscara, su mirada profunda la fulminaba que la hizo enredarse con sus palabras. Lo que despertaba en ella en ese momento era difícil de explicar, pero como pudo logró dominarse a si misma.

- ¿Que quieres saber princesa? Lo puedo imaginar.

- ¿Le dirás? Eres el intermediario, sabes perfectamente que pasaría.

- Es claro que aún nos consideran no gratos, la desconfianza arruina la alianza, nosotros no jugamos.

- ¿Porqué callaste todo eso cuando llegué?

La mirada de Attuma cambió en un segundo ante la pregunta, era algo que él quería saber también o confirmar.

- Ya has sufrido bastante...

- ¿Y eso por qué debe importarte?

Él ya sabía lo que desencadenaría mencionar todo otra vez, así que el silencio fue su respuesta.

- Guerrero ¿No me responderás? Entonces almenos dime si le contarás... y si debo prepararme para lo que viene.

Si así iban a ser las cosas, había algo que quería hacer antes. Lo pensó mucho antes cuando estaba pasivo agresivo, pero ahora podía notar la duda en sus ojos ¿De qué? ¿Porqué no correr a contarle todo?

La pequeña habitación en la que estaban parecía hacerse más y más pequeña con cada paso que ella daba hacia él. Su aroma era como un imán, todo en él era magnético de alguna manera.

- ¿Y ahora que haces?

- ¿Me dejarías hacer una última cosa si es que vamos a ser enemigos otra vez?

No hubo una respuesta, así que lo tomo como un sí.

- Retirate el tocado Attuma, quiero verte mejor.

Obedeció de alguna manera a las palabras, no objetó nada, en absoluto se resistía.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca, alzó sus ojos hacia él, pasó su mano por su nariz y sus labios con suavidad. Él sostuvo esa mano y la retuvo en sus labios, deteniéndose a disfrutar de esa piel tan suave y delicada, casi sin darse cuenta.

- Te deseo princesa - Murmuró aún con su mano en los labios.

- Yo también general, sí vamos a ser enemigos de nuevo, quiero algo de ti antes. ¿Me lo darás? ¿No le dirás hasta entonces?.

- ¿Que es lo que deseas?

Attuma no necesito una respuesta, la tuvo con solo mirar esos ojos. Su corazón y su cuerpo se agitaron ante la solicitud de aquello. Pero algo lo impulsó a dar un paso atrás.

- Princesa, creo que no entiendes. Sí, te deseo, tanto como deseo mi muerte si algún día traicionara a mi nación. Estoy aquí, cuando debería estar ya en Talokan en consejo con Kukulkán. Me tienes demasiado confundido.