Poliéster

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¿Que si Minho buscó a Seungmin después de esa discusión? Por Dios que si, estuvo buscándolo hasta que el timbre sonó y lo obligaron a entrar a su salón, estaba asustado y temeroso de perder los besitos de Seungmin, su adorable despertar, sus cariñosas comidas, su fina y perfecta cintura, esas perfectas proporciones que tenía su cuerpo, no había pasado ni una hora y ya extrañaba esos hermosos ojos donde podía ver la vía láctea y hasta el universo entero.

- Te extraño...- en medio de su clase pensaba en Seungmin, pero era tan estúpido como para darse cuenta que lo que sentía era muy diferente a la amistad.

Ni bien sonó la campana del receso salió disparado a buscar a su menor, pero Haerin se lo impidió apareciéndose en su enfrente.

- Hoonie- habló esa chica.

- Haerin...- no podía alejarla aunque en ese momento en verdad quisiera hacerlo.

- ¿No tienes frío? hoy solo vine con esta remera.

- Toma, me lo devuelves después- rápidamente se sacó su sweater quedando en una remera negra- Tengo que ir a la oficina de maestros, póntela y no te resfríes.- salió corriendo de ahí al salón de quinto grado a ver si Seungmin seguía ahí.

Pero la verdad es que Seungmin vio esa situación desde algo lejos, el como Minho le daba su sweater a Haerin, ese mismo que le prestaba frecuente y únicamente a él.

Es sólo un sweater... es sólo poliéster.

- Sólo es un pedazo de tela.- susurró para si mismo apretando entre sus manos su propia sudadera intentando con todas sus fuerzas que sus ojos no lloraran.

Salió de ahí corriendo antes que Minho empezara a buscarlo por toda la escuela.

Estaba por llegar al cuarto donde almacenaban las colchonetas del colegio, pelotas, sogas y demás, era algo grande y lo mejor es que nadie más iba a ese lugar.

Unos pasos más y podría estar completamente solo y ajeno del mundo. Ojalá se hubiera fijado atrás antes de seguir caminando, ya que ni bien abrió la puerta fue empujado adentro de la habitación.

- ¿Pero que te... Minho?- sus ojos lo miraron algo asustados, hace unas pocas horas por poco y no pudo romper el trato, por eso no miró los ojos de su mayor, si los veía hubiera podido perdonarle hasta el mas grave pecado capital.

- No puedes- se acercó a Seungmin cerrando la puerta tras él.- No puedes simplemente dejarme- su respiración era agitada, parecía que había corrido recientemente.

- ¿No puedo? ¿Dónde dice eso?- no es como que una cláusula de trato les impidiese quedar como simples amigos sin derechos.

- Kim, esto va más allá que ese estúpido contrato- y es que ahora odiaba ese trio de hojas que había firmado y aceptado hace unos años.- Eres mi mejor amigo, prometiste no dejarme.

- Nunca dije que te dejaría, tan solo dije que ya no habrán besos, ni dormiremos juntos, tampoco puedes agarrar mi mano ni abrazarme prolongadamente, podemos seguir saliendo a pasear, puedo ir a tu casa o tu a la mía, como amigos normales.

- Eso es lo que no quiero...

- ¿A qué te refieres?- tenía una muy leve esperanza de que en ese momento Minho se diera cuenta.

- No podemos ser amigos normales después de lo que pasamos juntos- cada que veía a Seungmin sentía las ganas de besarlo y abrazarlo hasta la eternidad.

- Bien, tengo la solución- se acomodó el cabello.- Cortemos lazos.

- ¡No!- negó rápidamente.

- No hay más solución, Lee, las dos opciones que te di son las únicas que pueden ser, hagas lo que hagas el contrato expiró hoy y ya no hay vuelta atrás- estaba por rodear a Minho y salir de ahí, verlo le provocaba dolor.

HEATHER IIKnowminIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora