Correcto

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Decir que Seungmin no extrañó dormir con Minho sería una gran mentira, extrañaba tanto esos brazos que en ese momento rodeaban su cintura.

Eran las 6:30 de la mañana, Minho se durmió en medio de su llanto, Seungmin tan solo se dejó abrazar, el pelinegro estaba raramente despierto, el rubio como siempre, seguía durmiendo.

Seungmin estaba de espaldas a Minho, el cual delicadamente lo tenía algo apresado en sus brazos.

¿Cómo llegamos a esto?

Se dio la vuelta quedando frente a frente, el rostro de su mayor se veía tan calmado, sus labios tan tranquilos, alzó su mano acariciando el rostro de Minho, delicada y melancólicamente.

Aún recuerdo ese día... el día del contrato.

Recordaba ese día 9 de abril de hace 3 años, Seungmin tenía 14, Minho 15, al principio solo fueron piquitos, ahí todo era sin sentimientos, solo lo hacían cuando ambos estaban de acuerdo y pedían permiso para hacerlo.

Pero mientras ellos crecían, las condiciones del contrato igual lo hacían.

Minho empezó a besarlo sin pedir permiso antes, los besos se ponían más y más hambrientos.

¿Cómo todo se convirtió en lo que es ahora?

Minho le había dado tantas esperanzas y decepciones, que ponerse a pensar en eso lo hizo reflexionar... haberle dicho que si, estaba terriblemente mal.

Solo saldría lastimado otra vez, solo volvería a decepcionarse, primero, tenían que poner las cosas en claro, decir lo que ambos quieren y hacer un cierre, como en la película de Chicken Litle.

- Min- estaba por despertarlo, hasta que su teléfono sonó, alguien le había mandado un mensaje, talvez era importante.

Tomó su celular entre manos, almenos creyó que levantó el suyo, pero en relidad olvidó que sus celulares eran de la misma marca y por lo tanto el sonido de notificación era el mismo tomó el de Minho por accidente.

1 mensaje de Haerin:

Minho, sabes que no lo quieres, me lo dijiste ayer, dile de una vez a Seungmin que vendrás....

Y ahí terminó lo que se veía en la pantalla protectora de Minho.

- ¿Q-qué?- volvió a leer dos veces más, y es que su estabilidad desde hace meses que estaba mal, sus sentimientos estaban completamente dañados y tan solo faltaba una gota para derramar el vaso.

Aquel mensaje era esa gota.

Todo su corazón dolía, su cabeza dolía, su cuerpo temblaba, en verdad quería creer en Minho otra vez, pero eso estaba siendo muy pero muy dificil, todas esas decepciones anteriores no ayudaban al igual que todas sus mentiras.

- Tengo que salir de aquí- susurró para si mismo separándose rapida y delicadamente de los brazos de Minho.

No podía simplemente irse y ya, tenía que dejar algo, no desaparecer y ya.

Con apuro y en medio de una crisis preparó el desayuno de Minho, café con leche acompañado con unos panqueques con crema.

Tomó un post it y escribió algo igual de rápido. Necesitamos un respiro.

Dolía pensar no ser suficiente para la persona que amó por mas de dos años. Pero las lágrimas corrían sin parar, necesitaba sentirse seguro otra vez y no lo estaba sintiendo, era dolor y desesperación.

Si alguien lo piensa, si ambos comenzaban una relación en ese momento todo sería toxico y desastroso, todo sería horrible, Seungmin no se amaba a si mismo y Minho amaba el recuerdo que tenía de Seungmin. Seungmin tenía que aprender a amarse y Minho a aprender a amar a Seungmin en su totalidad y realidad.

Tan solo quería un momento para pensar, en esas dos semanas no se dio a si mismo un descanso, no sabía que era lo que quería, lo que necesitaba.

Tomó unas pantuflas suyas que dejó ahí hace mas o menos un mes, su celular y salió de esa casa con únicamente su pijama celeste puesta, no pensó que el clima ahí afuera era terriblemente frio, anoche nevó y seguía haciendolo, pero su cabeza y mirada estaban tan mareados que el frio ni se sentía.

Caminaba sin algun rumbo, a las 7:30 de la mañana, un adolecente con lágrimas en los ojos y mejillas, desesperado, en medio de una crisis nerviosa. Eso es lo que era Seungmin.

Pero alguien lo vio, su muñeca fue tomada y de alguna manera deseaba que esa persona fuera Minho.

- Minnie- aquel joven pelirojo estaba en su enfrente, aquel que quería como el hermano que nunca tuvo.

- C-Chan Hyung...- se lanzó a llorar y abrazó a su mayor escondiéndose en su pecho, necesitaba desahogarse al menos una vez.

Chan en verdad que no sabía que es lo que estaba pasando, qué es lo que puso a Seungmin tan sensible al punto de casi derrumbarse en su enfrente.

- Dios, Seungmin, ¿porqué tu ropa es tan delgada? Está nevando- lo apartó un poco para sacarse su chamarra y entregársela a su menor- Te llevaré a mi auto- no le importó tener frio un momento si era por Seungmin.

Seungmin simplemente se dejó levantar y mimar por Chan, en verdad necesitaba eso, que alguien lo tome en brazos, lo acurruque en su pecho y le de besitos en sus mejillas.

- ¿Quieres... ir a Jeju conmigo?- el pelirojo de alguna forma sabía que Seungmin necesitaba un pequeño tiempo para pensar -ambos necesitamos un respiro- dentro del vehículo Seungmin logró calmarse un poco, los brazos de Chan en verdad se sentían cómodos.

- Jeju...- hace como 6 años que no iba a esa cómoda isla.

- Si, tengo una casa de vacaciones allí, tiene cuatro habitaciones, puedes invitar a dos personas, las que quieras- cumpliría todos los caprichos de Seungmin mientras este ses feliz.

- Dos personas...- volvió a repetir mientras pensaba- Jeongin y.... Hyunjin Hyung- sabía que esos dos se gustaban, pero ninguno decía nada, tan solo se mandaban inusuales miradas, pero ambos corazones estaban conectados.

- Bien, los llevaremos con nosotros, dáme tu teléfono para que los llame- su menor entregó el aparato mientras seguía acurrucado en el pecho de su mayor.

Chan se sorprendió por la cantidad de llamadas perdidas de un tal rubio que no le agradaba y odiaba en ese momento.

57 llamadas en una hora.

Las ignoró olimpicamente buscando los contactos de las personas que Seungmin pidio llevar.

- Ya está, bebé- lo tenía acurrucado y un poco somnoliento- Saldremos en 6 horas al vuelo hasta Jeju.

Minho había despertado 20 minutos después de que Seungmin abandonó la casa, la falta de su calor lo despertó, no vio señales de él ademas de su ropa desparramada por ahí, la ropa que usaba el anterior día, esa camisa, pantalón y saco.

- Seungmin- se puso a buscarlo por la casa y al no encontrarlo por ningún lado empezó a desesperarse.

Llamó a Seungmin repetidas veces, llamada tras llamada, daba vueltas en su habitación por la ansiedad que sentía.

Pasó por la cocina, necesitaba una cerveza, pero no pensó encontrarse con un desayuno listo, pegada a la taza fe cafe estaba una nota.

Al leer el "Necesitamos un respiro" se desplomó en el suelo y se lanzó a llorar.

Creí que te quedarías....

HEATHER IIKnowminIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora