HEATHER IIKnowminII

No puedo perderte

Tan solo bastaron unos 30 segundos para que Minho empezara a correr en busca de Seungmin, no podía perderlo tan fácilmente, ni lo había intentado.

Empezó a correr dejando su gorro de graduación en el suelo por lo rápido que se movió al empezar a correr.

Me aterra que te vayas.

No sabía a donde iba Seungmin, derecha, izquierda o al frente. Decidió ir por la derecha, algo le decía que era lo correcto.

No quiero separarme de ti.

Ahí lo vio, caminando en la calle paralela a donde el estaba, con sus audífonos puestos, mirando el suelo, parecía que lloraba, pero de igual manera tenía una tenue sonrisa dibujada en el rostro.

- ¡Seungmin!- aunque gritó, su menor no parecía haberlo escuchado, estaba por cruzar la calle, pero los autos empezaron a avanzar impidiéndole cruzar.

Si te vas, ¿En qué se convertirán esas canciones que nos dedicamos?

Cuando encontró un espacio entre autos lo aprovechó para correr rápidamente casi haciéndose atropellar por un taxi el cual bocineó dos veces riñéndole por ese acto tan irresponsable y peligroso.

- ¡Lo siento!- ni miró al conductor mientras seguía corriendo.

Llegó a la acera, pero no vio a Seungmin, nuevamente tenía que decidir si seguir derecho o a la izquierda.

Eligió izquierda.

Y es que nadie lo iba a amar como Seungmin lo hacía, nadie mas que Seungmin le importaba en ese momento.

Eres la única persona que no puedo perder.

Entonces creía estar perdido, se desesperó sin saber a dónde ir, a donde Seungmin había ido.

Todo su mundo daba vueltas, mareado miró al cielo y un pequeño copo de nieve cayó en su frente, ahí es cuando decidió mirar al frente.

Y ahí estaba Seungmin, a unos dos metros, caminando lentamente en su dirección opuesta.

- Quédate- Minho agarró su mano, Seungmin confundido por el toque miró hacia atrás encontrándose con la persona que menos y más quería ver en ese momento.

- Minho...- se quitó los audífonos, confundido por todo.

- No puedes simplemente irte... no puedes dejarme morir sin ti- tomó la mano de Seungmin con tal cariño que le impedía al contrario alejarse.

- Así lo decidí, Minho.

- ¿Yo no puedo opinar? yo... te quiero a mi lado.

- Ya dijiste eso muchas veces... yo me sé todos tus gustos, tus disgustos, tus defectos tan perfectos a mis ojos... pero... ¿Me conoces? ¿Sabes lo que quiero? ¿Lo que me gusta?

Minho se quedó quieto, había sido tan malo, tan desatento, recuerda muchas veces en las que fue tan mal amigo.

Lo que quieres...

- Me gustas- al fin dijo esas apalabras que antes Seungmin siempre quiso escuchar, pero ahora era diferente.

Seungmin empezó a reír tristemente.

- ¿Sabes lo mucho que quise escuchar esas palabras? lo esperé tanto tiempo... que me cansé, ¿Lo dices porque estoy a punto de irme?

- No, lo digo porque en verdad te quiero.

- No, solo estás confundido.

El pelinegro utilizó esas palabras que Minho alguna vez le había dicho cuando intentó confesarle lo que sentía.

- Esto no es confusión, yo en verdad te quiero.

- Siempre puedes cambiar al amor de tu vida, por otro amor, o por otra vida.

- Yo no quiero cambiarte, me gustas tú, tal y como eres, todas tus sonrisas, todos tus berrinches... tú eres la única persona que me niego a perder, te amo tanto que no sé que haría sin ti.

- Es mejor para los dos, Hoonie.- desvió su mirada, aún sin retirar su mano del agarre de Minho.

- ¿Mejor? ¿Llorar todos los días está mejor? ¿Esperarte día y noche a que llegues a dormir conmigo es mejor? ¿Desear que todo esto sea una horrible pesadilla es mejor?

Seungmin se quedó callado, el tampoco quería separarse de Minho, pero estaba cansado.

- Me niego a perderte así...- empezaba a hacer frio, la nieve seguía cayendo adornando el cabello y pestañas de Seungmin con sus blancos copos.- ¿Quieres una taza de chocolate?...

- Si... por favor-

¿Estaba bien seguir a Minho y dejar que sostenga su mano?

Minho lo guió hasta su casa, faltaba una cuadra y media desde donde estaban, sin soltar la mano de Seungmin abrió su puerta y se sacó la toga de graduación aún con la mano de Seungmin entrelazada a la suya.

- Espérame un ratito ¿Si?- odió tener que soltar su mano, no sabía cuándo podría volver a tomarla.

Minho le sacó su chaqueta a Seungmin, tenía nieve y probablemente le haría frio, Minho no quería que Seungmin se resfriara.

- Ponte esto mientras hago el chocolate caliente.- le entregó una chaqueta que estaba muy bien guardada, la chaqueta que Seungmin le había regalado hace 2 años, le sorprendía que esta haya estado tan bien doblada y guardada en ese desordenado ropero.

Minho antes de irse hacia la cocina, le brindó un besito en la frente a Seungmin.

De unas semanas a otras, toda esa habitación había cambiado, estaba algo desordenada, vio papeles en el piso, arrugados y algo rayados, tomó uno y con curiosidad leyó lo que estaba escrito.

Se sorprendió por lo que estaba escrito,

"No sé como decirte esto, pero no quiero que te vayas, quisiera volver a como estábamos antes, extraño tu besos, tus brazos, yo"

Habían marcas de pequeñas gotas en esos papeles, marcas secas, además de su nombre escrito en algunas partes de la hoja, con diferentes colores, mas abajo estaba escrito "Todos tus colores son hermosos, no los alejes de mi"

Guardó aquel papel en su bolsillo.

Después vio un cuaderno donde habían varios bocetos y varios dibujos terminados, habían flores, multitudes, y entonces se vio ahí, a él leyendo un libro abajo del árbol que había en la escuela, su sonrisa, también vio fotografías de ellos juntos a un lado de los dibujos, sacados con una cámara polaroid.

Recordaba cada una de esas fotografías, cuándo habían sido tomadas y los besos de por medio, él también tenía una copia de esas, estaban muy bien guardadas en su habitación.

Cuando escuchó pasos acercándose rápidamente volvió a su anterior posición y lugar.

- Toma- le entregó una taza a Seungmin.

- Gracias- no sabía qué es lo que quería, alejarse o quedarse, luchar o huir.

Seungmin se sentó en el suelo viendo la nieve caer a través de la ventana de la habitación de Minho, Minho se sentó a su lado.

Por un pequeño momento, sus manos se juntaron justo como antes, como si nada hubiera pasado, apoyados uno a lado del otro, con las luces apagadas, simplemente viendo la nieve caer mientras tomaban de ese chocolate caliente.

¿Qué pasará después de esto?