--¿Hermano, estás bien? Estabas teniendo una pesadilla.
Le palmeé el pecho y agarré su hombro. Sudaba frío y sus ojos estaban distantes, como si todo lo que estaba detrás de ellos se hubieran esfumado luego de ese sueño.
Pude escuchar como llamaba a su mamá y a su papá, como pedía ayuda pero por mi papá sé que no debes despertar a alguien cuando está así.
Llevé a las chicas adentro y las dejé con Tom para volver a ver si ya había despertado, así que solo estaba parado fuera del auto de Luis, inclinado hacia adentro, con mi cabeza y mi torso dentro del carro.
-Sí, lo siento -¿por qué se disculpa?-. ¿Y Alexa?
-Está adentro. Llegamos hace como diez minutos pero gracias a mi padre sé que no es tan recomendable despertar a alguien de una pesadilla a menos de que su vida peligre. ¿Cómo te encuentras? -bien Alex, lo estás haciendo bien, preguntaste. Alexa va a estar orgullosa.
Su pecho sube y baja muy rápido. Eso no está bien. Algo pasó. A mi también me pasa eso.
-Bien, bien -intentaba sonreír-. Vamos para adentro, sabelotodo -me dio un manotón en la mano para que la quitara de su hombro y pecho y se alzó del asiento de atrás.
Si soy del todo sincero me preocupa un poco, porque yo también las tengo. Sé lo que le hacen a tu alma, y por consecuencia, a tu cuerpo.
-Seguro -le sonreí.
O eso intenté.
-Quita esa sonrisa de tu rostro, defensor.
Con eso sí me salió una sonrisa.
-Lo veía venir.
¿Cómo estarán las chicas? Espero que bien.
Luis ya debe estar comiendo algo que le hizo Alison o algo así, quizá hasta con sus pies en mi mesa de café o jugando con mi perro.
Si le sueltan la correa, él hace con mi familia lo que le da la gana.
-¿Dónde está ese metido? -pregunté llegando a la sala.
-Ahí está el hombre menos favorito de Robbie -su sonrisa estúpida se deja ver mientras tiene una mano sobre la de mi hermana y la otra en un plato. Lo sabía.
-¿Comiendo ya, negro sin fondo?
-Soy latino, hermano. Nos gusta comer y las chicas bonitas.
-Quita tu mano de ahí.
A él le gustaba hablarnos en español cuando nos veía. Le palmeé la mano del bol y se la quité de la mano de Alison.
-¿Quién es el chico? -preguntó.
-Ah, no te lo pudimos presentar propiamente. Él es Jack, un amigo de Alexa y Alex, va con nosotros.
Dijo Ali.
-¿A Hollan? Que bien. Mucho gusto, -le extendió su mano- pero que mal que hayamos tenido que encontrarnos bajo esta situación. Soy Luis Valenzuela -se presentó cuando Jack le tomó la mano.
-Jack Garrett. ¿Cómo está Alessandra?
La seguía buscando con la mirada por todos lados, y todos nos dimos cuenta -Está arriba, puedes pasar.
Alison se me adelantó y lo animó a subir. Él dudó un poco, pero luego, en décimas estaba a un paso del primer escalón.
-¡Jack! Espera -corrí a alcanzarlo-. Sé que no sabes porque no nos conoces desde hace nada pero -respiré profundo- a nosotros nos gusta tener nuestro espacio en esta clase de situaciones. Te digo esto por si ella no quiere pasar tanto tiempo conversando o algo, no es nada personal.
ESTÁS LEYENDO
Volviendo a lo básico
Roman pour AdolescentsAlexa Andrews empieza este año escolar en otro lugar completamente diferente al que creció. Un factor importante de cambio,¿cierto? Pero, lastimosamente, ese no es el único detonante de una conducta errática con que tendrá que lidiar esta chica, que...