Capítulo 1

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Como todos sabían que ahora la boda de Nanami y Tomoe era una gran celebración, claro que no esperaban que alguien llegaría ese día a lo cual estarían todos confundidos. Era gracioso, ya que Mizuki había entendido que su ama y señora, no sería para el, aquella noche había tomado de más mientras los demás solo descansaban. Sus orbes esmeraldas miraban aquella gran luna que adornaba aquella noche que sentía como si le acompañaba en su delirio de perdida, sonrió un poco para después solo recordar a su antigua ama Yonomori a lo cual no pudo evitar volver a sentirse mal, siempre estaba solo y termino por recordar cuando sin más se hizo prometido de Nanami y se salió riendo.

-Enserio lo hice, pero ella ya estaba amando a otro desde sus antepasados. *Bebiendo un poco*. Ella y el serán felices, mientras que yo me quedaré a cuidar este templo.

Valla que tener el corazón amando a alguien y con el licor encima era algo que no se esperaba hacer una locura. Se levantó de su lugar tambaleante ante aquel alcohol ingerido, su mirada estaba un poco borrosa así que termino por volverse serpiente e irse entre aquellos árboles. Por otro lado Tomoe estaba hablando con Nanami de algo que obviamente sabía que su futura esposa se enojaría ya que no le había comentado la situación desde un inicio, así que trataba de decirle las cosas aún cuando ya se notaba que está estaba inquieta.

-Tomoe, que es lo que sucede? Te noto extraño, dime que tienes? *Sentandose alado de el*. Dime si tienes algo que te preocupe para poder resolverlo.

-Bueno, verás. Lo que sucede es que tengo a alguien que es importante para mí. *Dejando salir un suspiro*. Claro, no hable de aquella persona por el echo de que no creía que posiblemente venga a verme ya que sabe perfectamente lo que hice anteriormente.

-Tomoe? No entiendo lo que dices. *Mirandolo preocupada*. Estamos en peligro?

-No podría decir peligro, pero se que llegará y hablara conmigo por esto de la boda. *Sacando de su toga un papel con una marca*. Este símbolo es de el. Se que no me dice nada ofensivo, tampoco me dice que hará algo pero creeme no se cómo responder ante esto.

-Dijiste el? Pero quién es? *Preocupandose peor*. Dime Tomoe, es alguien malo?

-No, no lo es. El es diferente a mi en cuanto a muchas cosas. Es mi hermano mayor, se llama ____. *Dejando salir un suspiro*. Nos distanciamos mucho, el se quedó en un santuario ayudando y yo decidí dejarlo allí, para después terminar siendo como el, recuerdo que el siempre le gustó ayudar a los demás a tal punto de quedarse en un santuario que que fue destruido, ya que cuando regrese por el... Ya no había nada más que escombros.

-Entonces me estás diciendo que tienes un hermano mayor! Que también cuidaba de un santuario! Y que no solo eso, si no que ahora viene a verte? Pero eso es increíble!!! *Emocionada*. Dime cómo es?

-Nanami? *Viéndola sacar sábanas nuevas*. Pero que haces?

-Bueno preparo esto para cuando llegue. Debió sufrir mucho al perder a su santuario y su amo, cuando regrese dale la mejor bienvenida. Hazlo sentir en casa. Tengo un cuñado. *Acercándose y dándole un abrazo*. Tomoe, todo estará bien, no dudes que el seguirá siendo como siempre, así que espero caerle bien.

Tomoe no dudaría que aquel hombre que era su hermano aceptarías Nanami, pero será que le perdonaría por haberlo dejado allí en ese santuario y no volver a verlo? En otro lado estaba un albino caminando por calle con una forma diferente a lo que lo habían conocido, era gracioso como había prácticamente odiaba su forma de hombre ya que por aquello fue que su amor fue mal visto, tachado de lo peor y prefirió usar su poder para tener apariencia de mujer. Sus orbes azules miraban ala gente mientras caminaba al santuario donde prácticamente estaba su hermano, tenía miedo pero ala vez estaba contento de que su hermano encontrará a alguien que lo amara por como es y lo que era.
Gran miedo de verlo, ya que después de su desgracia en aquel santuario prefiero desparecer, estaba subiendo aquellas escaleras cuando vio una serpiente blanca, se notaba que algo le sucedía ya que si no veía bien estaba sin hacer nada.

Esposa por accidente (Yaoi Mizuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora