MI PRINCESA

CAPÍTULOS DEL 416 AL 419

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CAPÍTULO 416. ¡EL PLAN
DEL GENERAL TENN! （1）
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Leh el Rey no era tan ambicioso como Nimbe. No creía que la Familia Yari le hubiera traicionado. Aunque la Familia Yari no trabajaba para él, era propiedad del abuelo de Nimbe. Así que si la Familia Yari pretendía ser la familia más importante del ejército, tenía que apoyar a Leh el Rey para conseguirlo.

Sin embargo, Leh el Rey sólo confiaba en su hijo. Por lo tanto, creía que Nimbe tenía razón dadas las circunstancias. La Familia Yari sólo le apoyaba por intereses comunes. De cualquier manera, era mejor tener el poder por sí mismos.

"Podemos hablar de ello más tarde. El director Sun y Chichen quieren ver al viejo Drai. ¿Qué sugieres que haga?" Preguntó Leh el Rey, centrándose en su asunto principal.

No era una pregunta fácil. "Tengo que pensarlo".

"Tómate tu tiempo, entonces. Le diré al director Sun que el viejo Drai está encerrado en otra parte y que necesitamos tiempo para recuperarlo. Tenemos un día para encontrar una solución." Leh el Rey añadió: "Además, ¡hazte el vivo!"

"Entendido", respondió Nimbe con impaciencia.

Leh el Rey no se sintió aliviado después de terminar el videochat con Nimbe. No importaba dónde hubiera encerrado al general Drai, las cosas se complicarían si el director Sun no podía reunirse con el general Drai mañana.

Después de pensarlo, Leh el Rey seguía preocupado, así que envió al general Tenn un mensaje a su terminal y le pidió que fuera a palacio a verle.

El general Tenn se sorprendió al recibir el mensaje, pero aun así respondió inmediatamente y acudió a palacio. El general Tenn sabía que Leh el Rey quería tomarlo como suyo, pero era la primera vez que Leh el Rey quería discutir algo con él.

En el palacio imperial.

"Saludos, Su Majestad." Leh el Rey convocó al General Tenn a su estudio.

"General Tenn, por favor, no se sienta tan restringido. Sólo quiero verle aquí para un asunto real, y me gustaría escuchar su opinión", dijo directamente Leh el Rey.

"Majestad, le escucho", dijo seriamente el general Tenn. Parecía un hombre de personalidad recta.

Al menos el general Tenn era muy controlable a los ojos de Leh el Rey. Él creía que el General Tenn era rico pero no tenía ningún derecho real o antecedentes. Así que mientras Leh el Rey tratara un poco mejor al General Tenn y confiara en él, sería leal a Leh el Rey. Cuando Leh el Rey aún era el Rey, el General Tenn no era valorado por Leh el Rey porque compró su posición. Leh el Rey tenía un buen sueño. Creía que su trono sólo sería estable si valoraba a los que el Rey no apreciaba.

"La gente dice que el General Drai está muerto. ¿Sabes la verdad?" preguntó Leh el Rey.

"Majestad, no lo sé. Soy un hombre de negocios. Mi bajo estatus decidió que no me educaran bien. Así que no sé mucho sobre estas cuestiones nacionales. Todo lo que sé es ganar tanto dinero como pueda. Por favor, no se moleste, Majestad respondió torpemente el general Tenn.

"No, aunque seas un hombre de negocios, tienes iniciativa propia y visión de futuro. Lo único que necesita son oportunidades. Tenn, éste es el asunto. Me encantaría hacer que el Imperio Sodir fuera más fuerte y rico contigo. ¿Tienes la confianza necesaria para lograrlo?", preguntó Leh el Rey.

Los ojos del general Tenn se iluminaron. "¿Es esto real, Majestad? ¿Confiará en mí? Yo... ¡No le defraudaré!"

"Cálmate, Tenn. Claro que confío en ti. Por eso te he convocado aquí para discutirlo. Tenemos dos cosas que tratar ahora mismo". Leh el Rey estaba satisfecho de que el general Tenn le apreciara tanto.