87

2.7K 421 30
                                    

┏━━━━━━━━━━━━┓

❝ El susurro del extraño ❞

┗━━━━━━━━━━━━┛

Gaemon hijo de Alexandrya llegó al reino montado en su fiel compañero, el dragón Canibal. Pero algo estaba mal, Canibal estaba herido y su vuelo era torpe y lento. Gaemon se aferró fuertemente a las escamas del dragón mientras este aterrizaba con dificultad en el patio del castillo.

El joven guerrero saltó del lomo del dragón y se apresuró hacia su madre, quien yacía inerte en el lomo de Canibal. Gaemon se arrodilló junto a su padre y le tomó el pulso, pero no había señales de vida.

-Madre, vamos, no te rindas ahora-dijo Gaemon llorando mientras las lagrimas caian sobre la nieve 

Los pasos de Ser Robert se hicieron presentes, habia ido a ver a Canibal, pensaba que solo habia regresado el dragon, la vista se dirigio rapidamente a Gaemon, la sonrisa de su rostro se borro

Ser Robert observó con horro el cuerpo sin vida de Alexandrya . Sus piernas temblaron bajo su peso mientras se acercaba a ellos, el hombre jamas se habia sentido de aquella manera. El corazón de Ser Robert se partió en mil pedazos al ver a Alexandrya en ese estado, su mente no podía procesar lo que había sucedido

Al acercarse, Ser Robert notó que el vestido de Alexandrya estaba roto y rápidamente se quitó su abrigo para cubrirla. A medida que la cubría, sus ojos se posaron en las heridas de daga en su estómago y un sentimiento de ira lo invadió. Sin embargo, la ira se desvaneció rápidamente y se enfocó en tratar de salvar la vida de la joven

Aunque esta ya no tenia signos vitales

Ser Robert intentó aplicar presión en las heridas para detener el sangrado y la tomó en sus brazos con cuidado.Alexandrya era una hija para él, alguien a quien había conocido desde niña y por quien sentía un amor y cariño profundos. La había visto crecer y convertirse en una mujer valiente y fuerte, y ahora se había ido para siempre.

-No, hija,resiste-dijo el Ser mientras caminaba con el cuerpo entre sus brazos

La llevó rápidamente al interior de Winterfell, buscando ayuda  para salvarla. Mientras caminaba, su mente se llenó de recuerdos de ella, desde los juegos que jugaban juntos cuando era pequeña hasta los consejos que ella le daba cuando necesitaba ayuda.

-Eres la razon por la que sigo en pie niña-dijo el Ser con impotencia-No te atrevas a dejarme... no tu... -

Ser Robert no pudo mas y cayo de rodillas sobre la nieve, aun sosteniendo el cuerpo de Alexandrya

-Perdon... yo... yo no pude salvarte... perdoname mi niña-decia mientras veia como el color de la piel de la joven reina se habia tornado a uno palido

Aegon y Aemond estaban en el patio de Winterfell cuando vieron a Ser Robert cargar el cuerpo sin vida de Alexandrya. Aegon, corrió hacia ellos, mientras Aemond se quedó atrás, paralizado por la tristeza y la conmoción.

-¡No, no, no!- gritó Aegon, con lágrimas en los ojos, mientras se arrodillaba junto a su esposa. -Alexandrya, mi amor, ¿qué te han hecho? -

Aemond se acercó a ellos lentamente, todavía en estado de shock por lo que acababa de presenciar-Esto no puede estar sucediendo- dijo con voz temblorosa-No puedo creer que esto sea real-

 Aegon tomó su mano y la acarició suavemente, sintiendo su piel fría y sin vida.

-Alexandrya, por favor, despierta-susurró Aegon, con la esperanza de que algún milagro la trajera de vuelta a él-No puedo vivir sin ti. Eres mi todo, mi vida entera-

Veneno de dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora