|6 de marzo del 2023, lunes|
Thomas siempre fue un joven muy responsable, en especial cuando se trata de sus estudios. Si tiene trabajos que hacer de la universidad los hace con muchos días de anticipación, aunque tenga dos semanas para hacerlo. Si tiene un examen no sale de su casa hasta saberse incluso lo que no tenía que estudiar. Es un chico muy aplicado, pero esto también puede deberse a qué él está solo. No tiene muchos amigos, pareja, a nadie además de sus padres y a su mejor amigo que casi nunca ve porque este último tiene una vida muy ocupada. A diferencia de Thomas que tiene mucho tiempo libre.
Pero este día es distinto. Es lunes por la mañana y su profesora no deja de hablar sobre el próximo tema que comenzarán a abordar en los siguientes dos meses. Y él no puede concentrarse por mucho que lo intente. Está presente, pero por dentro es como si estuviera en otro mundo.
No puede dejar de pensar en cierto castaño de bonita sonrisa y actitud amable. Y le molesta, le molesta saber que solo basto con qué aquel chico lo tratará bien para que su mente ahora no pueda dejar de recordárselo. Y no es que nunca haya conocido la amabilidad, pero ese joven llamado Jacob causó algo en el rubio. No sabe que, tal vez fue su simpatía o su actitud descarada, pero algo hizo como para que él ahora no lo pueda olvidar.
No es la primera vez que le sucede algo así. Suele ocurrirle a menudo que una persona causa interés en él y le distrae del mundo. Thomas es muy enamoradizo aunque le cueste admitirlo. Siempre está viendo a algún chico o chica, no importa que, mientras le cause algo. Jamas ha sentido la necesidad de llevar una etiqueta, aunque es consciente de que podría ayudarlo más a definir su identidad, pero él prefiere quedarse con que se enamora del las almas y no del género.
Sin embargo, está vez es diferente porque Jacob lo vio. Es decir, no lo ignoro como el resto de las personas que le atraen. El castaño fijo sus ojos en él y hasta se atreve a decir que le coqueteo. El ojiazul no supo cómo manejar la situación en ese momento, pero ahora imagina todo lo que pudo haber dicho u hecho de diferente forma. Tal vez hubiera conseguido su número de no ser tan cobarde.
Pero no es tarde, ¿verdad? Jacob trabaja en el cine, así que pude ir cualquier día y encontrarselo otra vez. Si es que la suerte está de su lado, porque podria ser que el ojimiel renunció y se mudó de país. Bueno, eso es demasiado exagerado. Pero son ideas que pasan por la mente de Thomas.
—¡Rubio! —le gritan. Voltea encontrándose con los ojos café de su mejor amigo.
—¿Qué sucede, Logan? —le pregunta aún algo desconcertado.
—Es que andabas perdido en tu propio mundo. Dime, ¿en qué o en quien pensabas? —cuestiono moviendo sus cejas de arriba a abajo.
—En... Nadie —mintio Thomas. Aclaro su garganta y fingió prestar atención a la clase.
—Hare de cuenta que te creo, Thomas —murmuro el castaño.
Las siguientes horas fueron una verdadera pesadilla para el pobre ojiazul. Él solo quería salir corriendo del salón de clases. No podía concentrarse por más que lo intentará y eso le molestaba mucho. Ya le estaba doliendo la cabeza de tanto intentar comprender las palabras que entraban por sus oídos. Y no le ayudaba para nada que su amigo Logan estuviese haciéndole miles de preguntas sobre la razón por la que está en las nubes. Pero él no piensa decirle. Le da vergüenza admitir que un chico al que solo vio por un par de minutos le roba los pensamientos.
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AL FINAL DEL DIA
Genç KurguDos jóvenes tan diferentes como el día y la noche cruzan sus caminos y forman el desastre más bonito cuando se unen. Pero, ¿cuando las cosas fueron fáciles para los adolescentes? Acompaña a estos dos en su viaje de autodescubrimiento.