La fisura se convierte en fractura

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Faltan 4 días para el baile y ya tengo mi vestido, resulta y acontece que este fin de semana pasado logre convencer a Liam de ir, él no ha estado muy de acuerdo, pero lo importante es que accedió a bailar, aunque sea 3 canciones, pero ha estado muy raro últimamente la otra ves estaba jugando en su celular y le llego mensaje de una niña llamada Leslie. La cual fue el motivo de nuestra primera pelea ya que ella le mandaba cartas algo comprometedoras y el las aceptaba como cualquier cosa y me las ocultaba, sin embargo, él me dijo que el motivo del mensaje fue que la ayudo con una tarea.

Faltan 3 días para el baile y las cosas con Liam no han mejorado ni un poquito.  Se volvió más distante, siempre está ocupado me he quedado más de 5 horas esperando un mensaje de él y sinceramente no sé qué hacer, en el descanso hemos tenido varios silencios incomodos, tal vez lo que necesitamos es una charla para saber que nos está pasando, ambos tenemos mucha presión, vienen exámenes muy importantes, pero sé que nos podemos apoyar, pero necesito que me diga que está pasando porque no soy adivina para poder ayudarlo sin que cuente las razones, ya decidí que mañana vamos a tener una charla profunda, tengo todo el día de hoy para planear que le voy a decir.

Mañana es el baile y es el día perfecto para hablar con Liam, así que lo espere debajo de las escaleras en el descanso.

-Hola – lo salude algo seria ya que tenemos mucho de qué hablar.

- Hola amor- me respondió de una forma muy normal, significa que yo voy arruinar el momento, pero ni modo si no tapo la grieta antes de que se extienda después ya no va tener reparación.

- Podemos hablar, mira...

- Liam, te estaba buscando- me interrumpe Leslie. Es delgada, pelo súper cortito, lacio, ojos chiquitos y alargados, tés blanca, pestañas largas y como de mi estatura, sino que más pequeña-Puedes venir por favor es que me urge hablar contigo a solas- me voltea a ver cuándo pronuncia “a solas” ok eso fue una indirecta muy directa.

Espero que Liam le diga que no, pero lo que pasa me deja atónita.

-Ahorita vengo no me tardo, no te muevas de aquí por favor niña- dice mientras me ve fijamente a los ojos.

Yo solo asiento con la cabeza y veo como se aleja con ella dejándome ahí sola literalmente durante todo el descanso, cuando toca el timbre que marca el fin del descanso, lo espero en las escaleras, pero él nunca aparece, quiero llorar siento el nudo en la garganta, pero me he prometido a mí misma no volver a llorar frente a la gente.

Y es así como la pequeña grieta que intentaba reparar se extendió a un tamaño inexplicable, fracturando algo dentro de mí. Una parte de mi lo quiere soltar, pero la otra no está convencida, ya que él es hielo y yo fuego y al estar juntos solo se está evaporando todo esto hasta que lleguemos al punto de seguir juntos porque tenemos miedo a estar solos.

En el transcurso del día decido ocultar que fue lo que paso, ya que es Liam el del corazón cien por ciento puro, esperó que él tenga una muy buena explicación de lo que pasó hoy o porque lo hizo es que por más que lo pienso no lo entiendo, en clases no estaba realmente, mi cuerpo estaba, pero mi mente no. Al llegar a la salida lo veo y no decido darle rodeos a la situación así que caminó firmemente hacía él y obviamente se da cuenta, está ahí parado con su celular, su cabello negro lacio peinado sin dejar escapar un mechón rebelde, es de tés blanca, ceja poblada, labios gruesos, sus ojos negros profundos como un pozo sin fondo que siempre me atrapan me observan de manera extrañada, al llegar enfrente de él me habla de una forma que conozco perfectamente la barrera que antes nos separaba se ha vuelto a levantar y yo ni siquiera fui avisada de esa construcción que solo me debilita.

- ¿De que querías hablar hace rato?, no tuve tiempo Les me necesitaba- me dice sin despegar la mirada del celular.

Que Leslie lo necesitaba, yo también lo necesito y me cambio por ella, me dejo y ni siquiera me ha dado una explicación pensé que sería lo primero que daría, pero ni siquiera hubo un “hola amor”.

Si no hubiera bailado contigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora