Changes | JaeDo

chapter 3

Apenas estaba por cruzar la puerta, cuando se encontró con uno de los empleados cargando bolsas de basura, el cual al ver al joven Jeong frente a él, hizo una pequeña reverencia.

—Disculpe señor, el café se encuentra cerrado, le agradecería si viniera en otro momento. —Comentó el chico con mucha amabilidad, pero Jaehyun no muy convencido se quedó parado frente a él, estorbando en su camino.

—Vamos, sólo un café, estoy cansado, hace un momento por poco tengo un accidente y vengo muy estresado por la situación, de verdad necesito un café. —El joven barista suspiró y terminó por asentir a su petición.

—Está bien, si me espera dentro podré atenderlo. —Apenas dijo esto, el chico de cabellera dorada se quitó de su camino e ingresó a la cafetería en espera de que el trabajador terminara su labor de botar la basura. Una vez aquel terminó su trabajo, regresó a la cafetería y fue directamente a limpiar sus manos, de esta forma en un par de minutos ya estaba en la única mesa ocupada en el lugar, por Jaehyun, quien se quedó mirándolo fijamente. —Eh, disculpe, ¿Qué desea beber? —Preguntó el chico mientras sostenía su pequeña libreta.

—Un americano bien cargado. —Respondió Jaehyun quien quedó pensativo durante un rato, pues luego de prestar más atención al barista sentía que aquel delicado y bello rostro ya lo había visto con anterioridad, quedó con esa idea incluso después de que el empleado de la cafetería se había marchado a preparar su pedido. En repetidas ocasiones su mirada se desvió al joven que se encontraba realizando sus labores hasta que pudo recordarlo, era el estudiante al cual habían interceptado por error cerca de la universidad, mas no recordaba su nombre. Toda su atención estaba posada en el más bajo tras el mesón y Jaehyun apenas notó que este ya venía con su café, algo avergonzado tomó su celular y fingió estar trabajando en el, esperando a no ser reconocido, sin embargo su pedido fue entregado con tal amabilidad que llevó a Jaehyun cuestionarse si este lo había reconocido.

—Disculpa, ¿nos hemos visto? —Preguntó Jaehyun al chico en un torpe intento de saber si este pudo recordar su rodtro luego del altercado, pero el joven por más que trató de identificarlo, hizo una reverencia frente a él y negó con su cabeza. —Oh, disculpa... tal vez fue un error, aún sigo algo mareado luego de lo que sucedió. —El joven estaba más que seguro que era él, no podría olvidar ese rostro, debía reconocer que era un chico bastante atractivo y que por alguna razón sus facciones eran muy llamativas.

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Doyoung luego de recibir esa pregunta, se quedó inmóvil frente al joven que lo cuestionaba, trató de mirar con detención su rostro, pero este no le parecía conocido, debido a eso, hizo una reverencia para luego negar con su cabeza, y antes de poder decir algo, Jaehyun le quitó la palabra hablando él primero. El joven Kim volvió rápidamente a su mesón y comenzó a limpiar mientras observaba de reojo al chico que bebía frente a él, en algunas ocasiones sus miradas se cruzaron, lo cual le ponía bastante nervioso. No fue hasta una media hora después que vio su reloj, ya había pasado la una de la madrugada.

El autobús que acostumbraba tomar para llegar a casa ya había terminado con su recorrido, Jaehyun notó un poco de preocupación en el chico pues este observaba la hora una y otra vez, fue de esta forma como decidió levantarse de su lugar para pagar el café y salir del sitio, después de eso Doyoung muy apurado terminó de ordenar la caja, limpiar lo que había utilizado y apagar las luces para salir. Cuando volteó para seguir el camino hasta su casa, vio apoyado sobre un auto al mismo joven que hace unos minutos estaba en la cafetería tomando un café, al pasar frente a él hizo una pequeña reverencia, pero su voz por detrás lo detuvo.

—A esta hora ya no pasan autobuses, ¿no es así? ¿Dónde vas? Puedo llevarte. —Habló Jaehyun quien aún se encontraba apoyado en el capó de su auto mientras le observaba atentamente, la timidez del delgado castaño y lo angelical de su rostro lo hacía parecer una presa fácil frente a su depredador, sin embargo Doyoung se negó al instante comenzando a sentirse nuevamente nervioso.