Changes | JaeDo

chapter 5

Una vez Jaehyun se retiró de la cafetería, Doyoung continuó con sus labores en el lugar, sin embargo a este se le podía notar un tanto distraído, limpiaba las mesas y atendía a la escasa clientela que frecuentaba ese día la cafetería con una sonrisa que pocas veces se podía ver en él en el último tiempo, el castaño al parecer se sentía un poco ansioso por la pronta salida con el joven que estaba conociendo; si bien este dijo que no tenía gustos por los hombres, durante el corto tiempo desde que comenzó a tener una vida amorosa más activa, había salido con más chicos que chicas, por lo que no era un desconocedor del tema y sabía perfectamente que aquel joven de agraciados hoyuelos en sus mejillas, que cada vez frecuentaba más la cafetería, tenía otras intenciones y que esa salida a beber era una simple excusa, estaba consciente de que tal salida podía convertirse en tres futuros posibles: el primero, y el más certero, tal vez, era que las cosas funcionaran y pudieran llegar a algo más de una forma agradable y sana, la segunda era que finalmente las cosas quedaran tal cual y solo llegasen a formar una amistad, y la tercera, y a la que más le temía Doyoung, era que aquello que llegasen a tener se convirtiera en una más de las horribles experiencias que ya había vivido.

Entre tantos pensamientos, se le pasó por completo el día al joven Kim, ya casi era la hora de cerrar y esperó a que su jefe estuviera desocupado para tomarse un tiempo para conversar con él, estaba un poco nervioso, puesto que no es muy común en él faltar al trabajo por otros compromisos, y debido a eso, al terminar su turno, hizo tiempo extra para limpiar un poco más y asegurarse de que su petición fuese aceptada.

—Oye Doyoung, estás un poco raro hoy... —Interrumpió el jefe del local mientras se acercaba a Doyoung con todas sus cosas, ya listo para retirarse de la cafetería.
—Oh, disculpe, tenía algunas cosas en mente...
—Descuida, ya ve a casa, cerramos hace dos horas, ¿por qué sigues aquí? Me iré primero.
—E-espere... —Doyoung detuvo a su mayor y se inclinó rápidamente frente a él. —Por favor, ¿podría darme un día libre? Pediré que alguien cubra mi turno o trabajaré turnos dobles la próxima vez... —Una fuerte risa interrumpió esta vez al joven, por lo que este se enderezó de inmediato y vio algo confundido a su jefe.
—Creí que nunca me lo pedirías, pareces un adicto al trabajo, relájate un poco, tómate el día libre mañana, no te preocupes por quien cubra tu turno, ese es mi trabajo. —Volvió a reír aquel hombre y dio unas palmadas en el hombro al castaño. —Disfruta tu día, buenas noches.

Esas fueron las últimas palabras que cruzó con su mayor aquel día, Doyoung luego de eso se vio bastante emocionado, por lo que apresurado tomó sus pertenencias y se marchó a casa. Al llegar a ella, pasó directamente a su habitación y tomó su celular dispuesto a llamar al joven, se sentó en su escritorio y tomó ese trozo de papel en el cual tenía escrito el número, este lo dejó rápidamente anotado en su celular, pero dudó mucho en si debía llamar o no, ¿realmente estaba listo como para comenzar a salir con alguien más? ¿O todas aquellas ideas que se estaba haciendo no eran más que ilusiones suyas y que ningún "futuro posible" se haría realidad?. Doyoung antes de que sucedieran todas las cosas ya estaba pensando en lo peor, no obstante en el más pequeño impulso de confianza le dio al botón de llamada y esperó, el celular sonó y sonó, el joven ya estaba dispuesto a cortar, pero una voz medio dormida atendió su llamado.

—¿Mh?
—Oh... ¿Es Yunho? —Preguntó Doyoung algo temeroso.
—¿Yunho? No, habla Jae... —La voz proveniente del celular se detuvo de inmediato y el joven castaño algo asustado cortó de inmediato la llamada.
—Ay no, ¿cómo es posible? ¿Me dio mal su número telefónico? ¿Trataba de burlarse de mí? —Cubrió su rostro con ambas manos al sentir un ligero calor asomándose sobre sus mejillas, se sentía tan avergonzado de haber cometido una equivocación de esa forma y de que haya jugado con él así, sin embargo unos segundos más tarde comenzó a sonar su celular, era ese número al cual había marcado y Doyoung tardó mucho en contestar, solo tomó su móvil para pedir las disculpas correspondientes.