Durante todo el trayecto hacia edificio de la familia, Jaehyun parecía no pensar en nada, a este sólo se le notaba molesto y cansado, y claro que tenía razones para ello, no dejaban de llegarle problemas unos tras otros, cada día que pasaba la relación que tenía con su padre iba empeorando y eso terminaba por poner más tensas las relaciones familiares, aunque eso no era lo que más le preocupaba al chico, le preocupaba el hecho de que todo lo que estuviera sucediendo en ese momento llegara a afectarle de forma negativa a su madre.
Unos cuantos minutos bastaron para que llegara a su destino, bajó de su automóvil y caminó con tal prisa que todos quienes lo veían acercarse se hacían a un lado para no estorbar su camino, lo mismo sucedió con los guardias que acostumbran tomar las identificaciones en la entrada. Su mirada se veía apagada y podía transmitir cierto miedo, incluso para él seguían siendo un misterio las repentinas reacciones que tenía el señor Jeong frente a los problemas.
Su rápido paso ya lo tenía frente a la puerta de la oficina de su padre, este no esperó a que su llegada fuera notificada, sólo atravesó la puerta y vio a quien esperaba encontrarse parado a un par de metros de la entrada, con eso le quedó más que claro que el señor esperaba su llegada. Las puertas tras Jaehyun se cerraron y todo el ambiente en el lugar se puso tenso de pronto, el joven no alcanzó a pronunciar ni una palabra cuando ya tenía a su padre sobre él golpeando una y otra vez su rostro, el señor Jeong estaba agitado y hasta por sus poros salía toda la rabia que acumuló esperando a que su hijo llegara, se podía decir que estaba cegado por los dichos de Liam, pero también podía ser la excusa perfecta para desquitarse con alguien por sus problemas.
El rubio tras un par de golpes tomó con fuerza los brazos de su padre y lo empujó, haciendo que este por poco cayera sobre una pequeña mesa junto a ellos.
—¿Ya tuviste suficiente? Ahora tú me vas a escuchar con la misma paciencia que escuchaste y le creíste a esa puta que sólo vino a difamarme. —Dijo el joven acabado de entrar en un estado de rabia e impotencia que pocas veces podía controlar, hasta su rostro se tornó rojo como si estuviese a punto de estallar por todo lo que traía guardado dentro de él. —Ya basta de esto, podría entrar cualquiera por esa puerta a inventarte mil cosas de mí y tú les creerías cada palabra, le crees a todos menos a tu propio hijo, de igual forma no espero que me creas por el cariño que supuestamente me tienes, porque sé que no es así, hazlo por el bien de esta empresa, ¿no? ¿No es lo que más te importa antes que cualquier otra cosa? Entonces actúa con la mente fría y no como un estúpido, sé que mis acciones traen muchos problemas, pero tus acciones hacen que lo que queda de esta familia vaya desapareciendo. —Sus palabras salían casi a gritos y apenas se dio cuenta, soltó un pesado suspiro y trató de calmarse, reaccionar de esa forma sólo empeoraría más la situación. —Escúchame bien, las cosas se salieron de control porque Liam sólo quiere dinero, estuve con él, sí, pero las cosas no llegaron a más, ni siquiera llegamos a mi departamento. Ahora haz el mismo trabajo sucio de siempre y limpia mi nombre si no quieres que ese tipo vaya con sus historias inventadas a otro lugar. —Apenas terminó de hablar, dio rápidamente la vuelta y salió de la oficina, dejando atrás a su padre quién se veía algo sorprendido por la forma en la que su hijo se dirigió a él, sin embargo este no se quedaría de brazos cruzados e inmediatamente hizo una llamada a sus hombres, esta vez su trabajo sería seguir a Jaehyun y mantenerlo vigilado las 24 horas del día.
El joven Jeong salió de las instalaciones sintiéndose un poco más relajado, pudo sacar una parte de su ira acumulada en lo poco que habló con su padre, de igual forma no había sido suficiente, sintió su cuerpo más tenso luego de salir de ahí y pensó en pasar por un café en una de las máquinas expendedoras que estaban fuera del edificio, pero antes de poder ir por uno recordó al bello barista que había llamado su atención, la cafetería donde aquel trabajaba estaba un poco lejos, pero eso no fue impedimento para que Jaehyun tomara las llaves de su vehículo y se dirigiera al lugar. Una vez llegó ahí, se quedó parado junto a su vehículo fumándose un cigarrillo observando a través de las ventanas del sitio, vio un flujo considerable de gente, por lo que decidió esperar a que este disminuyera antes de entrar, al fin y al cabo, llegó ahí no por el café, sino que por Doyoung.

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Changes | JaeDo
RomantizmLa difícil situación de la familia Kim, ha llevado a Kim Doyoung a irse de la casa buscando oportunidades para tener una mejor vida y para ayudar a su madre, sin embargo su pasado se hará más presente que nunca cuando Jeong Jaehyun, el sucesor al pu...