Capítulo 3: Consecuencias

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Capítulo 3: Consecuencias

-¿en verdad quieres ayudarme?- me miró directo a la cara

Asentí con el rostro, él necesitaba ayuda y yo no quería un cadáver de un millonario en la sala de mi departamento

El heredero Uchiha sonrió de lado

-entonces, déjame beber tu sangre -me dijo de forma brusca

-¿qué?- solté mirándolo incrédula, no eso no es real, no son reales, es un sueño me repetía en la cabeza, pero al mismo tiempo lo miraba vulnerable, tenia que decidir, lo ayudaba o lo dejaba morir
Sasuke sonrió a lo bajo -no te mataré- dijo con una mueca de dolor

Respiré profundo y me acerqué a él - ¿Cómo sé que eso es verdad? – sabía quien era él, pero no confiaba del todo

Sasuke levantó su rostro del descansabrazo y se sentó – no quiero morir – volvió a sostener su costado con dolor

Mi corazón latía al mil por hora, y me sentía en una pesadilla, una criatura humana hematófaga ya desde ahí sonaba todo mal, tomé de mi botiquín un bisturí

– de acuerdo – dije mirando fijamente mi muñeca pensando en como hacer el corte

-¿Qué demonios haces? – me miró – ¿estas loca?, si te cortas con eso te lastimarás- dijo entre muecas de dolor

-dame eso- me quitó el bisturí de las manos y me jaló sentándome en sus piernas de tal forma que yo le daba la espalda

Mi rostro se puso rojo -¿qué se supone que debo hacer entonces? – dije en voz baja

Sasuke me pegó aun mas mi espalda a su pecho y me habló al oído -no suelo beber sangre tan apresuradamente, así que relájate, sentirás un poco de dolor al principio, pero después se volverá una sensación muy familiar para ti- su voz era aterciopelada y suave
¿Algo familiar?, ¿qué clase de sensación se refería?, mi ritmo cardiaco estaba acelerado, estaba asustada, sus colmillos me daban miedo

Cerré mis ojos

-relájate – me susurró, cuando sentí su lengua lamer mi cuello, mi cuerpo saltó del susto provocando que me abrazara aún más fuerte pegándome a él

Estaba besándome el cuello

-¿qué haces? – susurré, ya no estaba sintiendo miedo, estaba más avergonzada en ese momento por el contacto físico cuando una sensación extraña me invadió, sentía un poco de dolor en el cuello pero a los pocos segundos se esfumó, ¿me había mordido? ¿me estaba besando? Mi corazón latía muy rápido, me arrancó un gemido al notar una fuerte corriente eléctrica invadiendo mi cuerpo

-Sasuke – dije su nombre sintiendo el calor de su cuerpo en mi espalda
Podía escuchar el corazón de ambos latiendo aceleradamente, estaba embelesada, una sensación tan fuerte de placer incontenible e inexplicable “un orgasmo” era la sensación familiar que había mencionado

Sasuke me separó bruscamente

-maldición casi me excedo – dijo en voz baja para sí, se puso de pie y caminó hasta la terraza, cubría su boca con una mano y me miraba con esos brillantes ojos rojos mientras el viento revolvía su cabello

Volví a la realidad, me toqué el cuello instintivamente pero no había marca ni sangre a la vista a diferencia de mi espalda que se había manchado de su sangre cuando me pegó a su pecho, fue ahí que recordé su herida, caminé hasta él sosteniéndome de la puerta de cristal que daba a la terraza pues me había mareado y trataba de fijar la vista en él
El caminó hacia mi, me tomó de la mano y me sentó de nuevo en la sala, noté que sus ojos habían regresado el habitual tono obscuro

-tu herida- dije con dificultad, me sentía débil

Sasuke tomó del sillón su camisa manchada de sangre la hizo bola y limpió su herida , su torso desnudo no tenía ni un rasguño solo las manchas de sangre que quedaron secas después de limpiarse

-deberías permanecer sentada, bebí mucha sangre- me dijo mirándome a los ojos, esa mirada profunda que me hacía perderme por segundos en ella

Años de estudios sin parar y ahora nada tenía sentido, en serio debía ser un sueño loco por exceso de trabajo
Ya nada podía perder si preguntaba, su doctora interna quería entender

-¿Qué me hiciste? – toqué mi cuello

-¿Qué pasó con tu herida?, yo la vi era como si te hubiesen arrancado un pedazo de carne de tu costado –

El caminó cómodamente por mi departamento hasta la cocina, abrió el grifo y con el agua se enjuagó el rostro y cabello para después girarse hacia mi y responder

-nuestra saliva regenera el tejido y cierra las heridas, por otro lado, nosotros podemos auto regenerarnos de igual forma- mostrándole que efectivamente su costado estaba intacto sin apariencia alguna de una lesión

Yo estaba incrédula, me sentía con un pie en el psiquiátrico -eres un vampiro-
-¿no era tan difícil de adivinar o si?-una vibración interrumpió mi interrogatorio, él caminó buscando su celular que se había caído en el sillón cuando estaba recostado, y contestó una llamada entrante

-¿dónde diablos estabas?- gritó al teléfono-esos sujetos atacaron mi oficina en el corporativo y me persiguieron por toda la maldita ciudad, si, ¿Cómo que qué hice? ¿Qué clase de pregunta imbécil es esa?, No, no pude, llevo días sin alimentarme como rayos quieres que mate 100 de ellos, maldición -gritó finalmente colgando a la llamada

No era entrometida pero su conversación me tenia alterada de nuevo -¿mataste a alguien? – dije en voz alta

-esa cosa que viste ya no era humano- dijo mientras mensajeaba algo en su teléfono -matar a un humano es un tabú para nosotros, pero su sangre es lo que nos alimenta de modo que la tomamos sin que prácticamente se den cuenta -explicó de forma indiferente

-¿sin que se den cuenta? – ¿como no te darías cuenta? si de entrada sus ojos se veían de un rojo anormal además de los colmillos que destacaban en su boca
Se reía de mi pues no pudo contener una carcajada para después decirme

-¿recuerdas la sensación familiar?- Piensa mal y encontrarás tu respuesta, para ser medico eres algo lenta o virgen- continuó burlándose mientras caminaba hacia la puerta

Me puse roja hasta las orejas, virgen me había llamado y aun que no tuviera razón me avergonzaba que alguien se diera cuenta de lo inexperta que podía parecer.
Dediqué años de mi vida estudiando para ser médico y especializarme y era lo único que pensaba durante esos años, 2 parejas fueron las que tuve en ese tiempo, pero duraron muy poco

-Ni se te ocurra decirle a alguien de esto- me dijo sin voltearme a ver

Me quedé contemplando la puerta cerrada cuando él se fue, como si todo lo que había pasado esa noche fuera un mal sueño y así lo sentí, estaba muy agotada , ignoré las manchas de sangre del sillón y me fui directo a mi cuarto pensando que despertaría y todo estaría como siempre

.-.-.-.-.-.

Los próximos meses, mi vida regresó a su rutina normal, el incidente de aquella noche no había sido más que un accidente de auto para los residentes del hospital

Trataba de mantenerme tranquila pero era inevitable que a ratos me abrumara un sentimiento de temor sobre todo cuando esos hombres de falso rostro encantador rondaban por el edificio de vez en cuando, la nueva construcción iba tan rápido que no lo podían creer los médicos

–lo que hace el dinero- decían algunos al ver que pronto estaría inaugurado esa nueva área de “investigación” pero para mí era diferente, desde aquella noche obscura el joven llamado Sasuke no me había dirigido la mirada en ningún momento, parecía invisible a él mientras que el hermano mayor amistosamente me saludaba como si fuéramos amigos de años, provocándome por supuesto problemas con las doctoras y enfermeras que en sus arranques de celos me agredían y molestaban perdiéndome mis registros de consulta, y olvidando darme recados etc.

-cielos, son tan guapos- dijo una enfermera junto a mi

Yo solo asentí la realidad es que no podía sacarme de la cabeza lo que eran, no podía decírselo a nadie

- Sakura, te necesito en urgencia para que me ayudes con un paciente- Shizune me había tomado por el hombro y con toda la tensión que traía simplemente salté del susto

- ¿estas bien?- me miró preocupada – te vez alterada ¿haz dormido bien? – Shizune sacó una lámpara y comenzó a ver mi iris


-Si, lo lamento- traté de sonar tranquila bajando la mirada mientras tomaba mis cosas para dirigirme a urgencias, pero ella me detuvo

-Haruno Sakura, el trabajo en el hospital es muy exigente, tienes unas ojeras terribles- Shizune me miró con desaprobación

-Te pido que cuando tengas días libres aprovéchalos para recuperarte, de lo contrario estarás prácticamente noqueada para cuando tengas un año trabajando con nosotros –

-Sí -hice una reverencia y caminé al elevador para dirigirme a urgencias, me miré en el espejo mientras bajaba al primer piso, tenía unas ojeras terribles y mi rostro se veía pálido, suspiré al no poder hacer algo para mejorarlo

Desde que pasó el incidente del choque, había tenido pesadillas recurrentes con vampiros de ojos naranjas brillante, me solía despertar a las 3am con lagrimas en los ojos y la respiración alterada, después me era casi imposible conciliar el sueño, me sentía triste a ratos al no poderlo compartir con nadie, pero no sabía de lo que podrían ser capaces esos sujetos si yo abría la boca

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Torre Norte del Hospital de Konoha
Ambos jóvenes Uchiha se encontraban verificando los últimos cambios en la arquitectura de sus nuevas instalaciones, el arquitecto encargado les explicaba con sumo detalle los materiales y sus especificaciones

-como ven en este plano, podemos apreciar como reforzamos con acero de alta densidad -explicaba el arquitecto a Itachi que era el único que le prestaba atención pues su hermano menor ya estaba harto de escucharlo

Itachi retrocedió un poco y habló a lo bajo junto a su hermano - ¿Por qué te comportas de esa forma? Esa chica en realidad es muy amable –

-no te incumbe – le contesté de forma seca desviando la mirada hacia una ventana, no estaba de humor, quería largarme de ahí

-deberías al menos sonreírle, prácticamente te salvó la vida y fue ella la que impidió que ese accidente fuese la noticia más mencionada en todo el país por ser tú el accidentado, Además podría ser de bastante confianza ya que ella mantuvo el secreto- Itachi asintió al arquitecto indicándole que si lo estaba escuchando

-todos guardan silencio por miedo, además nadie le creería- había llegado a mi límite me di la media vuelta rumbo a la salida del edificio, había tratado de evitar las “visitas”  a las instalaciones pero de una u otra forma Itachi me persuadía con sus chantajes

Caminé hasta la puerta que conectaba con el edificio principal, le habíamos pedido a nuestras escoltas que se quedaran en el auto pues ya de por si llamábamos mucho la atención ahora con ellos junto a nosotros era aún mas
Cruce un pasillo de ventanales altos cuando lo escuché tras de mi - ¿en serio piensas huir? –

Itachi me había tomado del hombro

-ya te lo dije Sasuke, todos tenemos un especial interés en este proyecto y tu eres el más interesado de todos. Si no fueras tan orgulloso como para aceptar nuestra dependencia-

Estaba en mi límite de paciencia e Itachi lo había sobrepasado a propósito, tomé su saco por el frente y con el puño lo estrellé contra la pared mas próxima, ésta se desquebrajó provocando que los vidrios junto a la pared reventaran

-basta – le grité cuando escuché una voz chillona acercarse corriendo, ese cabello rosa escandaloso pasó junto a mi

-Joven Itachi, ¿se encuentra bien? – Corrí tan pronto escuché el vidrio reventar, había visto tantos accidentes y cortes por vidrio que cuando llegué hasta el hermano mayor de los Uchiha mi vista estaba recorriendo rápidamente su cuerpo buscando vidrios grandes clavados

Itachi se puso de pie junto conmigo sacudiendo su saco – sí, no olvides lo que soy- me sonrió, una vez más había actuado sin pensar

-debemos irnos o llamaremos mas la atención- dijo Itachi cuando me volteó a ver tomando mi mano con suavidad, yo baje la vista y pude ver que al agacharme me había cortado el dedo índice con los vidrios del suelo sin darme cuenta

-permíteme- Itachi acercó mi mano a sus labios cuando sentí que me tomaron por la muñeca jalándome hasta quedar frente el menor

-deja de entrometerte- me susurró mientras lamía sutilmente mi dedo lastimado provocándome un leve sonrojo, no podía apartar la mirada de la de él, era como si tuviésemos una extraña comunicación en silencio
Él desvió la mirada y me hizo a un lado

-¿ se encuentran bien?- mas equipo medico se acercó a ellos al ver los vidrios en el suelo

Itachi sonrió – si, no se preocupen, mi saco me protegió – se sacudió el polvo y caminó junto a su hermano hacia la salida principal en donde los esperaban sus guardaespaldas con sombrillas negras



Deseos de Medianoche (SASUSAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora