¿Cómo ve un escritor al lector?
Tantas historias de amor habían sido escritas por un corazón que no creía en la veracidad del enamoramiento.
Al menos hasta que lo conoció a él...
... a veces otra debe extinguirse.
⚠ HISTORIA TOTALMENTE MÍA ⚠
Todos l...
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— ¡¡Son Dongmyeong!! — gritó alarmado al ver lo que su menor hacía, pero callando de inmediato al ver la expresión de molestia en su rostro, que Son estuviera serio de por sí era raro, peor verlo molesto.
Era hombre muerto...
— Son Dongmyeong, nada. Si tú no vas a tomar consciencia de que estás bajo medicación y debes ser responsable con ello, te ayudaré yo entonces. Y no acepto una sola queja al respecto. ¿Entendido? — preguntó apuntándolo con la botella vacía cuyo líquido había vertido por el desagüe.
— Sí... — asintió sin oponerse, sabía que Son hablaba en serio, y mejor era colaborar antes que llevarle la contra.
— ¿Alguna botella que no haya encontrado aún y que voluntariamente me quieras entregar? — cuestiona mirándolo con la ceja enarcada.
Jin sacó de su abrigo una petaca, entregándosela sin poner resistencia alguno.
Porque Son tenía razón, ya era un adulto y también debía ser consciente del daño que se podía provocar.
— Sabes que te aprecio demasiado, y por eso mismo no voy a dejarte que te mates de un coma etílico — mencionó tomando el objeto y vaciándolo igual que el resto.
Sería complejo lidiar con la abstinencia, pero no podía seguir viendo como Yonghoon se destruía con aquel vicio aún no tan arraigado.
— Ayer... ¿Por qué te comportaste así con Hyungu? Es decir, el chico es muy bueno, de lo que sé, es bastante tranquilo, pero ayer te lanzó agua, algo debiste haber hecho — le comentó con una mueca.
— No tengo excusa realmente, me porté horrible — afirmó con un pesado suspiro — Y también va a ir a la boda... — pensó después.
— Igual que ambos, con tal de que te comportes, no veo necesidad de que no asistas — se apresuró a comentar, ya previendo sus intenciones, riendo al escuchar el bufido de Jin ante su rápida contestación.
Ojalá las plegarias que empezaría a primera hora del día siguiente sirvieran y no tuviera que volver a ver a Hyungu, sería penoso...
Pero fue inevitable el verse de nuevo...
Para cuando la noche de la boda llegó, Yonghoon había estado exactamente 4 meses y 2 semanas sobrio. Le había costado mucho realmente, pero estaba en condiciones de rechazar el alcohol que le pudieran ofrecer en la fiesta, así que asistió.
Dongmyeong no se sentaría en la misma mesa que él porque había pedido si lo podían poner junto a su pareja, cosa que le fue fácilmente concedida por los organizadores.
Aunque casi traga de golpe el agua cuando vio a Hyungu sentarse a su lado en la mesa. ¿Por qué no reparó en las etiquetas?
¿Le decía algo? Lo mejor sería pedirle disculpas, claro pues, actuó de forma horrible con él y no lo merecía en absoluto. Su crisis de ansiedad en ese momento no lo justificaba, ni el estar algo tomado.
