Segunda parte

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¿Cuáles eran las posibilidades de que se volvieran a encontrar? Ya habían pasado semanas desde su primer encuentro y durante todo este tiempo nunca más se volvieron a ver la cara. Esto a Coco no le importo, total, sólo fue un encuentro con una pequeña temperamental cualquiera, no le dió interés y siguió con su vida durante esas semanas. Pero al parecer, el destino quiso que se volvieran a ver.

Coco en uno de sus tantos viajes rumbo a bosque había escuchado lloriqueos a la distancia, al principio se asustó e intentó irse, pero tal parece que el camino que tomo hizo que en vez de alejarlo del ruido, lo hizo encontrar al causante de éste.

La osita azul estaba detrás de un árbol abrasando sus rodillas llorando. Tal parece que estaba perdida, o eso creía Coco, se acercó con cuidado para ver si todo andaba bien. Curiosidad.

- Sabes -se fue acercando a ella intentado no asustada. En lo cual claramente fallo- no es bueno llorar tanto -

La osita lo vio asombrada después del susto que tuvo cuando lo ollo por primera vez, pero a los pocos segundos su rostro se torno enfadara por su presencia.

- Cállate -sinf-  cállate y vete de aquí, ¡Lárgate! -le ordenó mientras ocultaba su rostro entre sus brazos, intentado evitar el contacto visual lo más que fuera posible mientras seguía gimoteado-

- Pero que berrinchuda -declaro en lo que se sentaba junto a ella- ¿Estás perdida? -

- no -en un movimiento rápido intento quitarlo de su lado, pero sólo consiguió que lo tomara sus manos y lo inmovilizada- ¡Suéltame, déjame en paz! -

- Si no estás perdida, ¿Entonces porqué lloras? -

- ¡Que te importa! -se suelta del agarré- ¡Vete, quiero estar solo!¡Déjame en paz! -levantandose de su lugar, intento corre lo más lejos del otro, pero fue tomado de su brazo y jalado por el contrario estando ahora entre sus brazos sin posibilidad de liberarse- ¡Suelta, suéltame! -patalea-

- ¡No hasta que te calmes! -la abraza con más fuerza-

- ¡Cálmate tú! -intenta patearlo, rasguñarlo o morderlo, pero nada funciona y en vez de eso se va quedando sin aire por el apretón- y-ya paró, ya paró -

Por la supuesta afirmación de calmarse, Coco la soltó callendo los dos al suelo.

Mientras la pequeña se recuperaba, se mostró más tranquila que antes haciendo que el otro barajada la guardia y se pusiera a revisar los rasguños de sus brazos, pero está distracción le costaría un golpe en la cara proporcionada por la otra.

- ¿¡Quien te creés que eres para tratarme así!? -se lanza encima de él sacando sus garra tratando de rasguñarle la cara- ¡Tú no eres nadie para ordenarme que me calme! -

- ¡S-sólo trato de ayudar! -intenta detenerla evitando los rasguños-

- ¿¡Ayudar a quien!? ¡Yo no necesito ayuda de nadie! -

- ¡CLARO QUE SI! -logra tomarla de sus brazos parando con el ataque- ¡Necesitas ayuda!¡No es bueno que llores así, ni que reacciones tan agresiva! -

- ¡TÚ NO SABES NADA DE MI!¡NO SABES POR LO QUE PASO!¡Y NO SABES CÓMO ME SIENTO POR ELLO!¡NO SABEs... -de manera repentina sus movimiento agresivos fueron cesando- n-no sabes... -su rostro, antes agresivo, ahora se fue suavizando a una expresión más tristes y melancólica siendo acompañada por unas cuantas lágrimas asomándose- no sabes como me siento realmente... -sin poder aguantar más, sus fuerzas flaquean callendo sentado aún lado del osito, soltándose a llorar intentado esconder su rostro entre sus manos- n-nadie puede entenderme por lo que pasó ahora mismo....

Coco en lo que se recuperaba por la lucha anterior, se le quedó viendo con pena a la osita, no sabía lo que le sucedia para que se comportada así, pero si aquello que le pasaba era tan malo como para que le afectará de esta manera, entonces era algo realmente serio.

- Quizás tengas razón y no te entienda -intenta tocarla, pero la otra lo rechaza- Pero si me das la oportunidad, quizás logré entenderte -

En una forma de apoyo y consuelo, el osito extendió sus brazos como una invitación a un abrazo hacia la osita la cual al momento dudo y lo rechazó, pero la invitación siguió por un par de segundos más, suficiente para que lo pensará mejor y cediera, aceptando que lo necesitaba y la vez dándole la oportunidad de entenderla.

Quizás, ahora Coco realmente si se interese por saber más de esta pequeña temperamental.

"Un Lindo Engaño" Coco X Azulin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora