✰✫𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑵 𝑼 𝑬 𝑽 𝑬✫✰

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19.- Accidentes pre- Velada

Narra _____

—¡Este está chingón wey!.— Me grito Ama mostrándome un vestido verde.

Los días pasaron rápido, y las semanas también, y de repente pum, y ya era Junio, y faltaban días para la Velada.

Ama, Ari y yo nos encontrabamos comprando los vestidos que usaríamos en la velada del año III. O por lo menos viendo modelos, para tener una idea.

Llevábamos como dos horas viendo tiendas. Y si les soy sincera ningún vestido me parecía lo suficientemente especial.

Todos eran muy lindos, pero no los sentía especial.

Era mi primera vez en un evento de estos —Ya lo había mencionado— Y de verdad quería verme bien, o por lo menos lo suficientemente bien para mí.

—Esta lindo.— Dije haciéndole un gesto con la mano que lo alejara de mi.

—No te puedo creer que digas eso de todos.— Dijo Ari sentándose.

Suspiré, sentandome a un lado de ella. Y mirandolas a ambas, lucian verdaderamente cansadas.

—Perdon chicas, si quieren pueden ir a descansar y yo me quedo, perdón por quitarles su tiempo.— Dije liberando el sentimiento de culpa que llevaba desde que me sentía pesada por decirles a todos los vestidos que no.

—Esta bien preciosa, nosotras te apoyamos.— Dijo Ama colocando su mano en mi hombro.

—Las amo un chingo, pero un chingo.— Las abrace a ambas.

—¿Y si mejor vemos zapatos?.— La cara de Ari se iluminó.

(...)

Si les digo que con los zapatos tuve mas suerte, también mentiría, Ari y Ama ya habían comprado los de ellas. Mientras que yo, bueno, era complicado.

A diferencia de los vestidos si hubieron muchos que me encantaban, que quería comprarlos y besarlos todas las noches antes de dormir.

Pero, siempre hay un pero.

Eran muy altos.

Las zanahorias no sabían andar en tacones, incluyendome.

Apenas y podía estar en sandalias, y me costaba. Los tacones y yo tenía un amor odio, porque me gustaba verlos pero no usarlos.

—¿Y si mejor me voy en Vans?.—Pregunte mientras entrabamos como el tienda número 39 que habíamos visitado.

—No, ni se te ocurra.— Ama puso cara de espantó.

—¿Por qué soy tan complicada?.— Murmuré, en un suspiro.

Ari se acercó, rodeando mis hombros con sus brazos.

—Aqui si habrá suerte. Es gigante mira.

La tienda era una combinación de ropa de caballero, calzado, ropa de niños y de damas. Era gigante, de dos pisos. Si aquí no conseguíamos nada, no sabía en dónde conseguirlos.

Polémicas •°- | Spreen x Tn|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora