Iván y _____. Mejor conocidos en redes como Spreen y Virulu viejos conocidos que por cuestiones del destino vuelven a coincidir gracias a una prueba en Play Quiz.
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Estaría bueno que para este capítulo escucharán Older de Sasha Sloan. Ya que en el me inspire
33.- Mamá
Narra _____
No mentiría si dijera que estuve dos horas caminado sin parar. El tobillo me dolía más que un infierno, debido a que se me había hinchado.
Las lágrimas incluso ya ni siquiera me salían, estaba algo cansada de estar llorando todo el dia. Mi teléfono lo tuove que apagar debido a las llamadas constantes de Juan y Ari.
¿Lo bueno? Había podido despejar mi mente un poco, ya no sentia que me estaba guardando todo, el hablar sola por la calle me había ayudado mucho a no sentirme tan frustrada.
Todavía no tenía un plan de que podía hacer para arreglar la situación, pero si sabía dónde podía pasar la noche.
Dicen que cuando no sabes dónde ir, lo mejor es ir a brazos de tu mamá.
Yo con mi mamá teníamos buena relación a pesar de no hablar seguido. Ella me llamo, obviamente era tendencia en todas partes pero no le di tiempo para poder explicarle todo. Ni siquiera sabía que me había lesionado, o que me habían roto el corazón. Que me había quedado sin departamento y me había quedado sin amigos.
Mi mamá vivía algo lejos, en una zona muy tranquila dónde los viejos iban a tener más tranquilidad. Una zona perfecta para ella y sus perros.
Cansada de caminar, me detuve justo frente a su puerta. Y sin dudarlo toque el timbre, ya era más de medio día, así que no sabía si se estaba echando una siesta.
Un lindo cabello castaño y tenido se asomo. Y una sonrisa llena de arrugas se formó en su rostro. Me abrazo sin dejarme hablar.
—¡Mi amor! Pensé que no vendrías a visitarme nunca, te extrañe preciosa — Su voz fue suave. Y aunque había dicho que no podía llorar, se me salieron las lágrimas.
Era el abrazo más sincero que me habían dado hasta ahora.
—Pasa corazón, ¿Ya comiste?
Se echó a un lado para dejarme pasar, nerviosa mordí mi labio, al primer paso se iba a dar de cuenta que me costaba caminar. Pero que le haría.
Camine hacia dentro, y como supuse me miró sorprendida, apenas me senté en el sillón, corrió hacia mi para tomar mi pierna.
—¿Mi amor que fue lo te paso?
Con cuidado me quito los tenis. Y apenas toco mi tobillo no pude evitar quejarme.
