The Model || Jenlisa •Adaptación•

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POV. JENNIE
Los días pasaron y las cosas con Lisa iban realmente bien, habíamos tenido algunas citas y ella era una dama, también sabía cuando dejar de serlo, estar con ella era una experiencia totalmente nueva y agradable.

-¿Hola?- abrí la puerta de au oficina asomando mi cabeza, ella estaba en su silla con una pierna sobre la otra luciendo tan malditamente sensual con ese traje

-Hola- dijo dándome una gran y hermosa sonrisa

Me acerqué a ella para depositar un beso en sus labios, me quede en sus piernas porque sinceramente no podía quitarle los labios de encima nunca.

-¿Quieres ir a comer?- dijo cuando la deje respirar un poco, justo cuando estaba por responder Rosé entró en la oficina algo apurada.

-Lisa, tu hermana viene subiendo por el elevador- dijo algo agitada y Lisa levantó una de sus perfectas cejas.

-Creí que no te hablaba desde, aquello.

-No lo hacía- dijo algo confundida y con su mano palmeo mi pierna para indicarme que tenía que levantarme

-¿Qué harás?- dijo Rosé

-Si, Lisa. ¿Qué harás?- la voz de Soyeon se escuchó y Lisa volteó para quedar frente a ella -¿Estás lista para huir o Sana y papá no están esperándote aún?- todo el veneno que pudo juntar salió en aquella oración

Al menos un mes había pasado desde el incidente de la boda y Lisa me lo había contado todo, claro que insistí para que lo hiciera, entonces aquel día, de sorpresa aparece una de las principales personas que planeaba arruinar su vida por dinero.

-¿Pueden dejarnos solas?- dijo la pelinegra de ojos cafés que se plantaba frente a nosotras con un elegante conjunto de vestir y un bolso que parecía bastante caro.

Lisa apretó mi mano y nos dio a Rosé y a mi un pequeño asentimiento para que hiciéramos caso a la petición de su hermana y nos marcháramos

-Te veo en el lobby- le dije en su oído y deposité un beso en su mejilla

-¿Puedes irte ya? Necesito conversar con mi hermana- dijo la pelinegra que estaba frente al escritorio

-¿Te tomó tanto querer conversar? ¡Casi le arruinas la vida ¿Pero ahora quieres conversar?!- no pude resistirme más y tuve que hacerle frente

-...Jennie- dijo Lisa tomando mi mano de nuevo -Cuando terminé con esto voy a buscarte- dio un beso en mis labios -No voy a dejar que me convenza de otra cosa, yo te amo- pude jurar que la sinceridad inundó la oficina de Lisa y la tranquilidad inundaba mi pecho

Lisa me guío hasta la puerta y susurró -Ve con Rosé, esto puede durar mucho- después de aquello cerro su oficina y se dispuso a arreglar los asuntos pendientes con la única mujer por la que era capaz de darme la espalda de inmediato, no podía mentir. El miedo estaba apoderado de mi sistema, Lisa podía abandonarme ahora mismo sin si quiera avisarme si su hermana se lo pedía y aquello me aterraba porque mi amor por Lisa era algo que nunca había experimentado con alguien más.