Está era la décima ves que Wei Ying se asomaba a la puerta de su departamento, había llegado temprano de su trabajo en la guardería, después de saber los resultados de su ultrasonido, espera un bebé, un hijo de su amado esposo y el, el hijo que ambos añoraban, pero que hasta ahora después de casi diez años de relación apenas había decidido crecer en su vientre para ellos.
Wei Ying era un doncel adoptado de la familia jiang, lo recogieron de las calles en condiciones seberas de desnutrición, había sido abusado en varias ocasiones por depredadores sexuales, por lo que a pesar de haber sido curado, alimentado y recibido con amor en el hogar de los jiang, esos sucesos habían marcado su delicada fertilidad.
Pero ahora eso ya no me hacía mella, pues sus padres, hermanos y pareja habían logrado sacar lo mejor de el, en la actualidad es un médico pediatra muy capacitado, tenía diplomas, doctorados y muchos reconocimientos de sus colegas, el hecho de que trabajará en una guardería, era simplemente por qué desde que se casó con su esposo decidió dar más de su tiempo para el hogar, para estar ahí cuando su marido llegará cansado de un día arduo de trabajo.
Todos incluso la familia Lan estaban más que sorprendidos cuando el joven Lan Zhan de tan solo 13 años, llegó a casa un día con un conejito mojado y sucio, decía que un niño muy lindo se lo había obsequiado, sus padres dieron el grito en el cielo, quien era ese niño que habia logrado que su bebé de hielo diera un discurso tan largo, tenían que conocer a ese pequeño.
Cuando los Lan conocieron a su futuro yerno este tenía 10 años, el niño era precioso, hijo adoptivo de sus grandes amigos los jiang, Xichen estaba comprometido con la hija mayor de sus amigos, el hijo menor seguía al hermano menor de su esposo, era tan extraño para ellos ver al niño de 12 años leer poesía antigua en el regazo de su cuñado de 24 años, el ya iba a la universidad de leyes, para ser un exitoso abogado pero aún así no podía ganar contra el pequeño berrinchudo llamado jiang Cheng.
En el hospital donde Lan Wangji trabajaba como médico cirujano, un hombre pulido del más fino mármol, se cambiaba para regresar a su hogar, tenía casi dos días de no ver a su amado, pues había tenido que quedarse por una o otras circunstancias, observaba la foto de su chico en la tapa de su casillero.
Estaba feliz de que la vida le haya permitido conquistar a ese revoltoso doncel, tubo que tragar mucho vinagre desde que lo conoció, todos los malditos hombres y mujeres del puto planeta se les ocurría manosear, abrazar e invitar a su "amigo",nótese el sarcasmo para tratar de tenerlo solo para ellos pero por eso el procuraba estar disponible para cuidarlo.
El trataba de pegarse a el en cada ocasión, pero la verdad era muy difícil seguirle el ritmo a los acosadores de su futuro esposo, por qué tal ves el denso joven no lo notaba o no quería notarlo, pero Lan Wangji llevaba casi 5 años de agonía desde que lo conocio ese día bajo la lluvia, cada que oia las escusas tan pobres de los que querían pedalear le su triciclo, el bebía litros de vinagre y es que hasta un idiota se daría cuenta de que lo único que querían era su atención, que si cumplí años Wei Ying ven a mi fiesta, que si mamá quiere cocinar para ti, UPS que crees me duele la pierna mira el moretón que me hice al caer de las escaleras.
En la actualidad Wangji se casó con su Wei Ying lo rapto de casa de su hermana desde que cumplió los 18 años, con el pretexto de que su departamento estaba cerca de la universidad a la que asistiria el joven doncel, su hermano le ayudo con su novia, pues está era el triple de desconfiada y absorbente que su otro hermano, más aun cuando los señores jiang murieron en un accidente, aún así ahora vivían como marido y doncel en su pequeño departamento.

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Otra oportunidad para ser feliz
FanfictionSu amado murió, el se quedó atorado en este mundo sin el...