𝓗𝓪𝓭𝓪𝓼 𝓸𝓼𝓬𝓾𝓻𝓪𝓼 (𝓣𝓮𝓻𝓻𝓮𝓷𝓬𝓮 𝔁 𝓸𝓬)

Prólogo

En Londres, un bebé dio su primera risa, esta viajó a nunca jamás, donde se separó en dos, de aquella risa nacieron Tinker bell y Perywinkle.

Pero segundos después... ese mismo bebé dio su primer llanto, una repentina luz lo había echo llorar, de su llanto, salió una pequeña luz azul.

La pequeña luz azul viajó a nunca jamás, la pequeña luz azul tomó un diente de león como transporte, este, voló con ayuda del viento hasta llegar a un árbol gigante, este, tenía un tronco color negro, y su hermoso polvillo color dorado caía de allí.

—¡Llegó una nueva hada!— informó un chico, sus cabellos azabaches y alas color azul oscuro resaltaban mucho.

—¡Llamen a la Reina y al rey!— habló otra hada, esta, tenía hermosas alas de mariposa color carmín con toques negros, como si fuera una mariposa monarca, pero en sus alas, estaba el color rojo, no el anaranjado.

—¡El Rey Cloud está aquí!— informó una hada.

—¡La Reina Fiery también está aquí!— informó otra hada.

Muchas hadas con alas de mariposas monarcas se acercaban al lugar.

Todas las hadas tenían alas con el mismo diseño que el de las mariposas monarcas, solo que sus colores eran diferentes, azul, verde, amarillo, y muchos más sustituían al color anaranjado en aquellas hermosas alas.

—Es el momento, una nueva hada llega a nuestro reino— habló con una sonrisa la reina, sus hermosas alas color rosa hacían juego con su vestido.

—Herb, has los honores por favor— pidió el rey de alas color verde oscuro.

—A la orden, Rey cloud— pronunció antes de tomar un poco del polvillo dorado.

El polvillo dorado cayó sobre aquel diente de león, de aquel diente de león se pudo apreciar una hada, hermosas alas moradas se pudieron apreciar casi al instante, solo que estas se encontraban cerradas.

La Reina se acercó con prisa, siendo seguida del rey.

—Bienvenida, querida— saludó la Reina. —Soy la reina Fiery, reina de las hadas oscuras— se presentó la hada de hermosos ojos color zafiro.

—Soy Cloud, rey de las hadas oscuras, bienvenida— habló el rey de ojos color ónix.

—Mucho gusto, sus majestades— habló la hada de alas color morado, ojos hermosos ojos color miel y su largo cabello castaño resaltaban bastante.

—Dime, pequeña, ¿cómo te gustaría llamarte?— preguntó la reina con una hermosa sonrisa de amabilidad.

—Marie— respondió la hada.

—Marie será— habló el rey con una sonrisa amable. —¡Saluden a Marie!— habló el rey mientras que con ayuda de la reina ambos levantaban a Mery para que esta pudiera ser apreciada por las demás hadas.

—¡Hola Marie!—

—¡Hola!—

—Hola Marie—

—Hola, Marie, Bienvenida—

Muchas hadas saludaban a La recién llegada, esta sólo miraba como muchas hadas la saludaban, aún no comprendía bien el motivo de su existencia.

—Herb, trae el polvillo, por favor— pidió la reina.

Sin soltar la mano de la oji-miel, la reina tomó aquel cuenco con polvillo dorado y con ayuda del rey dejó caer el polvillo sobre las alas de la recién llegada.

Aquellas hermosas alas se levantaron con gracia y lentitud, ambos gobernantes ayudaron a la recién llegada a volar.

—Bienvenida, Marie— volvió a pronunciar.