¿Amigos?

Cita con Jesse

Llegamos a mi casa y Adan me deja en la puerta.

—adiós banana

El se acerco a mi y se detuvo a unos centímetros de mis labios pero inclino su cabeza y depósito una suave beso cerca de ellos.

Entre a la casa tapándome la cara con la mano mientras mis mejillas me ardían. Estaba tan feliz ya que Adan se me había declarado o bueno, casi.

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Ah si Jesse se me había olvidado, subí a mi habitación y me quite las zapatillas. El timbre sono y baje rápido las escaleras.

—Hola preciosa

—Hola  pasa

Dije y me puse a  un lado para que pueda pasar y justo suena mi teléfono contesto y es mi madre. Me dice que va a llegar muy tarde y me pide que por favor no salga de casa. Así  que decidí obedecer.

—Lo siento Jesse. Mi mamá no quiere que salga a estas horas de la noche.

— No te preocupes. Podemos divertimos aquí

Dijo con su sonrisa, esa que logras malinterpretar en seguida.

—Bueno sientate niño con lindos ojos, prepararé unas palomitas para ver un peli ¿vale?

—¡La decido yo!

Hice las palomitas y nos sentamos en el sofá. El decidió poner las 50 sombras de Grey, porque llevaba mi apellido. Horas después termina la película y hace calor acá o ¿soy yo?

—¿Te gusto?

Pregunto mirándome y dejando a un lado el bowl de palomitas.

—Demasiado sexo

Dije cruzando mía piernas.

—Ay sí, como si no te gustara el sexo

Reí ¿Cómo me iba a gustar algo que no he probado?.–Bueno, estuvo linda, me gustó el protagonista.

alzo una ceja.–Ah mira... Si está guapo, claro no más que él que tienes al frente.

—Callate

El se rió y se recostó en el sillón.–Ana, eres muy real. No tratas de ser un personaje y eso es lo que realmente me gusta de ti.

Me miró.–Jesse no me conoces.

–Ana, te conozco. Solo me basto mirarte en aquella clase de química.

Sentía mis mejillas arder. Lo veía de perfil ya que estaba mirando el techo. Era muy hermoso. Tez blanca, su cabellera negra brillante bajaba tapando toda su frente, esos ojos azules eran la puerta al cielo. Sus manos estaban estiradas en sus piernas y me gusta ver lo delicadas y fuertes a la vez que eran. ¿Rara?

El me atrapó mirándolo y sonrío acercándose a mi. Beso mi cuello leve, y luego mordió el lóbulo de mi oreja.

Suspire. Maldito seas Jesse. Qué manera de jugar sucio tenía.

Acarició mi cabello acomodando un mechón atrás de mi oreja y me besó. El tiempo que duro el beso solo pensé en Adan, Adan, Adan ¿Esta mal pensar en otro chico mientras otro te besa? No hagan lo que yo chicas.

Me separé.

—¿Que sucede?

Pregunto confuso.

—Es que tienes novia y no quiero problemas.

Mentí.

—Te dije que termine con ella, por ti.

¡Que mierda !

—¿Que? Pe-pero pense que era broma.

No me dejo terminar la oración porque me beso otra vez pero esta vez con mas pasión no puedo negar que me encanta besarlo y que me encantaban poder por primera vez no pensar tanto antes de hacer algo. Me gustaba que él sabía lo que quería y lo hacía sin avisar porque sabía lo que yo también quería.

Luego de esos besos, nos pasamos la noche tirados en mi habitación, escuchando música, hablando de su familia y de su vida. Era un súper poder que yo tenía, las personas siempre se abrían conmigo.

—adiós ojos sensuales.

Le dije mientras lo acompañaba hacia la puerta.

—Adios rojita preciosa

Dijo con su sonrisa perfecta.

Cerre la puerta y me deslice por ella hasta llegar al suelo. Mire al techo ¿Adan o Jesse? No puedo negar que siento cosas por los dos pero debo decidirme... No puedo hacerle esto a ninguno de los dos.

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¿Ustedes nunca se han enamorado de dos chicos a la vez ?