Ahora tambien es stripper.

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Me levante temprano un domingo.

Ni yo podía creerlo, me levante sin animos de hacer nada. Fui al baño e  hice mi rutina.  Me coloque unas de las camisetas de mi papá ya que no iba a salir ni hacer nada, solo vídeo juegos para evitar pensar en... ya saben quien beso a ya saben quien.

Solo no quería pensar en eso. Baje La escaleras para desayunar.

—Buenos días mamá

Dije sin animo

—Opa, buenos días querida.

Se quedo sorprendida porque estaba despierta temprano un domingo.

—¿y papá ?

Dije tomando un Sándwich .

— Salio a comprar unas cosas—. Se levanto y beso mi frente. —Lamentamos no poder estar aquí tanto tiempo. Sabes lo duro que es nuestro trabajo.

Asentí. —Adios querida. Papá volverá pronto.

Dijo y se fue. Suspire y termine de comer. Me senté en el sofa a jugar mario, pasaron las partidas y ya se hacia tarde, tenía varias llamadas perdidas de Jade y de Adan. Pero no tenía ganas de hablar con ninguno, menos con Adan.

Llamaron a la puerta y despacio fue a abrir.

—Hola rojita.

Dijo mientras me abrazaba

—Hola Jesse.

—¿Quieres salir a divertirte hoy ?

Sugirió

—No estoy de humor como para "divertirme".

—Oh vamos chica aburrida, sera divertido ¿solos tu y yo si ?

Dijo tratando de convencerme.

—¿Sabes que? esta bien 

No pienso quedarme aquí deprimida por culpa de Adan. Al final si me convenció rápido. Su sonrisa fue de gran ayuda para ponerme de buen humor.

Jesse fue a su casa a cambiarse y yo subí a mi habitación a hacer lo mismo. Me duche y busque algo que ponerme unos jeans ajustados negros,  y un top de mangas largas negro igual que dejaba ver mi obligo.

Tome unas botas un poco altas que me quedaban muy bien con lo que llevaba puesto, coloque una pequeña cadena en mis pantalones y deje mi cabello liso y suelto. Coloque un labial rojo y me veía perfecta.

Baje para esperar a Jesse afuera de la casa

— Te ves hermosa.

Gritaron y era la voz de Adan que venía acercándose.

Mierda...

—Oh, Hola.

dije cuando estaba lo suficientemente cerca para escucharme sin gritar.

—Hola banana ¿como estas ?

—Bien

— hmm ¿A donde vas tan arreglada?

Pregunto alzando una ceja.

—Saldre a pasear con mi novio... Jesse.

Yo misma me atragante con mi saliva.

—¿Jesse? ¿jesse Hawk?

Pregunto abriendo los brazos.

—Si el mismo, tu puedes salir con quien quieras. Yo también puedo.

No quiera hacerle daño, no sabía lo que hacía–Ana eres una niña caprichosa, ya sabes quién mierda es Jesse. Te hará daño.

Le iba a contestar pero un auto se detuvo frente a mi casa tocando la bocina. Era Jesse, caminé al lado de Adan sin siquiera mirarlo y me subí al auto.

Mire a Adan por la ventanilla y le sonreí coqueta. Debe de estar muriéndose de celos.

+++

En todo el camino en el auto con jesse fue increíble, risas y mucho coqueteo. Llegamos al lugar era una casa gigante pero tenía aires de ser una discoteca. La musica estaba tan fuerte que retumbaba las paredes, había tantas personas y nos sentamos en la barra de la cocina, Jesse empezo a traer lo tragos y mas tragos ya me había olvidado de todo.

—¿Alguno para dar un baile?

Dijo un hombre por el micro mirando el tubo que había en la mitad del living.

Jesse se paro se tomó un trago de vodka de un tirón se notaba que ya que estaba borracho, vacilaba con cada paso. Se acerco al hombre y dijo mi nombre por el micrófono para luego tocarle el rostro al hombre. Me sumergí en mi asiento de la vergüenza.

Me ofrecieron sentarme frente al tubo. Jesse se me acercó moviéndose al ritmo de la música, me veía a los ojos y sonreía mientras se quitaba la camiseta. Mierda. Abdomen esculpido por los dioses. Entro entre mis piernas, mi rostro estaba justo cerca de su miembro. Subí la mirada para evitar esto. El golpeaba mi cuerpo con golpes de cintura, me acariciaba el rostro, luego posó sus manos en mi cabello y me hizo agachar un poco. Movió sus caderas y mi boca rozó su bulto.

Luego se acerco a mi oído y lamió mi lobulo y suavemente beso mi cuello, mordiendolo, posiblemente dejando marca.

—Hoy terminarémos teniendo sexo.

Me susurro mientras movia sus caderas de forma sensual chocando mi cuerpo.

Esas palabras hicieron que me estremeciera. Maldito parecía un Stripper profesional termino el baile y  decidimos volver a casa no estaba tarde aún solo que Jesse estaba algo borracho así que decidí conducir.

Todo el camino empezó a balbucear cosas sobre mi, mis pechos, de  mi trasero y de lo cuanto quiere acariciarlo.–Y tiene unos ojitos tan lindos, Dios. Me dan ganas de cuidarla toda la vida.

Lo mire sorprendida. Mi rostro  caluroso no lo podía creer. Lo ayude a entrar a mi casa, le di agua y lo deje acostado en mi cama. Horas después cuando volví a mi habitación a llevarle otro vaso de agua y una pastilla, lo ví colocándose sus medias.

–¿Estás bien?

Le pregunte dándole el vaso.

—estoy mucho mejor ahora, gracias.–Dijo tomándose la pastilla.–Lamento esto, ya me tengo que ir, estoy bien.

–¿Seguro?

Pregunté moviéndose nerviosa. El se levantó.–Si tranquila... ¿Me darás un beso de despedida o qué?

Sujeto mi cadera con fuerza y rozó sus labios con los míos.–¿Eh, rojita?

Siguió pasando sus labios sobre los míos, sin besarme solo me besaba los cachetes, la comisura de mis labios, mi nariz. Decidí besarlo yo. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y me acariciaba la espalda baja mientras nuestras lenguas jugaban

—Ana, me tienes como quieres.

Dijo y me miró serio para luego bajar las escaleras. Me quedé en mi sitio.

¿Qué pensará Adan sobre mi?

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