Para las personas que aún mantenían la esperanza de que algún día volvería.
—Cariño ¿Realmente tenemos que ir?
—Sí, México, así que ya levántate y alístate para irnos, España es muy exigente con respecto a la hora de llegada.
—Por un par de minutos no se va a morir, échate a mi lado un ratito más, ¿sí?
La menor solo lo miró fijamente y decidió irse de la habitación, ya era muy tarde como para seguir insistiendo y ella aún necesitaba guardar unas cuantas cosas. Un par de papeles por aquí, un par por allá, unos cuantos juguetes, todo eso se encontraba siendo transportado hacia la cajuela del carro. Cuando se aseguró de que todo estuviera debidamente acomodado, pudo sentirse tranquila, esperando a su vez no olvidarse nada importante, puesto que el viaje de ida y vuelta resultaría realmente largo y agotador.
Mientras, en el gran cuarto, un mexicano se levantaba con pesadez de la cama, incluso podía escuchar a sus huesos de la espalda tronar. Y, sin importar lo cansado que se sentía, se terminó alistando rápidamente, ya había hecho esperar mucho a su pareja como para darse el lujo de ir al ritmo de una tortuga. Se colocó la primera muda de ropa que encontró y casi a tropezones terminó de atarse las zapatillas.
El día de ayer había sido un día muy extenuante para ambos, casi ni pudieron verse, pero la noche les resultó tan mágica que no quisieron dormir y se quedaron conversando hasta altas horas de la madrugada. Ninguno de los dos se arrepentía, no obstante, terminaron pagando factura al levantarse esa mañana más dormitados de lo común. Nada que un café no arreglara.
O eso pensaban, puesto que ahora se encontraban riéndose de la cara de muerto que tenía el otro. A empujones se metieron al baño para asearse y verse, aunque sea, un poquito más decentes, cosa que tampoco resultó. ____ estaba intentado por quinta vez que el delineado del ojo izquierdo le quedara igual que el derecho, parecía una tarea casi imposible. México había terminado manchando su camiseta con pasta dental y saliva al intentar aguantar una carcajada por todos los intentos fallidos de su novia, teniendo que, al final, cambiar su playera por otra completamente limpia.
Internamente, su novia agradecía esto, ya que el color de su anterior camiseta no combinaba para nada con el resto de su atuendo.
Cinco minutos después de todo el ajetreo, por fin pudieron sentarse en paz dentro del coche y emprender marcha hacia la casa del español. México conducía y ____ era la guía, aunque también cumplía el importante papel de colocar la música.
Cantando cada canción a todo pulmón se les terminó pasando el tiempo con mucha rapidez, sin darse cuenta ya se encontraban estacionando el auto en el estacionamiento de la gran residencia. Y todo iba realmente bien hasta ese momento, pues la cara de España, al ver a la pareja de la joven fue de total incredulidad, se notaba tan abatido, y eso era muy extraño en él.
Y cómo no hacerlo si tenía frente suyo a alguien que no veía desde hace muchos años, sin embargo, para el otro era como un total desconocido.
Portugal fue la única en entender la situación y se llevó rápidamente a su esposo de ahí, quien aun temblando sentía que se había metido en un sueño repentino del cual no quería despertar.
ESTÁS LEYENDO
T A X I 【 México y Tú】
FanfictionLas relaciones no siempre son duraderas, tampoco perfectas. No toda sonrisa es de felicidad, ni cada ❝amor❞ verdadero. ┊◌ Si el destino te puso en mi camino, no permitiré que te vayas. ┊◌ Las coincidencias no existen, ¿cierto? ┊◌ ➤Historia Corta ➤...