Cuentos de hadas

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Hey cielo, esta es otra de mis cartas.Sí, como en todas las historias de amor, buscamos descontroladamente, él fueron felices para siempre, no importa que tan difícil sea conseguirlo, eso nos vendía Disney de pequeños con las historias de sus princesas y príncipes azules dispuestos a todo por deseo que mueve al mundo llamado felicidad.

 La vida en las películas son como listas de mercado, vas por todo lo que anotaste, pero sin duda, sales con algo que no estabas pensando en comprar. No digo que no intentemos ser perfectos, pero dejemos los cuentos de hadas para la hora de ir a dormir. 

 Joder como odiaba a cenicienta y su zapatilla, en serio no la reconoció, entonces él no la merecía, debió quedarse el zapato como trofeo por haber bailado con una completa extraña. Y bella, la típica caraja educada y decente, se enamora de un hombre que la mantuvo cautiva, reforzando sus desórdenes mentales, al hablar con las vajillas y otros objetos inanimados. Aladino siempre fue mi favorito, pero crecí y me di cuenta de que era el mendigo ladrón que con artimañas se hizo pasar por otro para quedarse con la princesa. Y puedo darte más ejemplo, como Barbie y Ken, dios que perfecto par, nadie les criticaba, y pobre de niños, siguiendo esos patrones, como los patrones violentos de las novelas, quieres algo peor que tener novela, tras novela, con asesinos, con pobres que se vuelven rico, con ricos que lo pierden todo por una mujer. He tocado un punto importante, mi cielo, las mujeres, todas las grandes guerras de esos libros que leemos empiezan con una hermosa mujer a la que todos quieren, si no me crees, pregunta a Demon y Estefan.

 No te niego que me identifico con alguna comedia romántica, soy un Ted tonto, enamoradizo y cabezón, ya que por más vueltas que le doy al mundo, vuelvo a ti, mi pequeño universo en expansión

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