El Dragón Y Sus Tesoros

Capítulo 11: Los dragones y los demonios

Las tres facciones hacen movimientos de poder.

(Hogar Hyoudou)

Cuando Issei Hyoudou se sentó a comer con su madre, no pudo evitar fruncir el ceño. La buena noticia era que Kokabiel se había ido, pero la mala noticia era que antes de irse, el cuadro reveló la muerte del Dios bíblico a Irina y Xenovia. Issei no era tonto y, considerando lo que le sucedió a Asia, las posibilidades de que Irina y Xenovia se quedaran con la iglesia eran prácticamente nulas. "Entonces, ¿has hablado con el viejo Touji? Sé que te diste cuenta de que algo andaba mal" Issei le preguntó a su madre con curiosidad si había hablado con el padre de Irina. Ella habría sabido que algo andaba mal por haberlo sentido. Él le dio más crédito que eso.

"¿Cómo podría hablar con él, si no sé lo que pasó? Puedo suponer que algo estaba mal, pero no sabría hablar con su padre a menos que tenga detalles" respondió Miki Hyoudou.

"Correcto", respondió Issei tímidamente antes de explicar lo sucedido. No hace falta decir que la madre de Issei se dio cuenta rápidamente de la mala situación que era.

"Esas pobres chicas" dijo solemnemente Miki Hyoudou, muy consciente de los problemas que se avecinaban para las chicas.

"Cuéntame sobre eso." Issei respondió con una mirada de molestia.

"Entonces, ¿qué vas a hacer al respecto?" Miki Hyoudou cuestionó.

"Que se supone que significa eso." Issei respondió con una ceja levantada.

"Tú y yo sabemos que tienes conexiones que podrían ayudar a las chicas de varias maneras. ¿Vas a usarlas?" Miki Hyoudou se preguntó.

Issei sonrió ya que tenía tales conexiones y sabía exactamente cuáles presionar, "Sí. Sí, lo soy". Issei respondió felizmente.

(Saltar escena)

Rias Gremory no era una chica feliz mientras estaba sentada en su oficina el domingo por la noche. La noticia de la muerte de Dios la sacudió a pesar de ser un demonio, pero fue el poder abrumador de Issei Hyoudou lo que fue aún más problemático. Issei era un aliado increíble, pero si alguna vez se volvía contra ella, sería una pesadilla. El hecho de que fuera capaz de controlar a Yumi tan perfectamente era peligroso y no se sabía el control que tenía sobre Karlamine, "¿Qué debo hacer?" Rias se maldijo a sí misma. Fue interrumpida de sus cavilaciones por un círculo mágico que apareció en su oficina y, según los símbolos, el dueño era el hombre en el que estaba pensando.

"Hola, Rias. ¿Ahora es un mal momento?" Issei sonrió consciente de que era tarde en la noche con la escuela al día siguiente.

"Para nada. Estaba terminando algunos papeles antes de irme a dormir. ¿Qué te trae por aquí tan tarde en la noche?" Rias se preguntó con curiosidad.

"Quería reclamar ese favor que te debo por la situación de Riser". Issei dijo con calma y eso llamó la atención de Rias.

Rias cruzó las manos sobre el escritorio de una manera sorprendentemente profesional antes de responder: "¿Qué quieres que haga?".

"Quiero que organices una reunión entre la gente que creó las piezas del Mal y yo. Estoy bastante seguro de que todavía están vivos". Issei explicó que los ojos de Rias se agudizaron ya que era una solicitud extraña.

"Era solo una persona y está viva. ¿Te importa si te pregunto por qué quieres esta reunión?" Rías cuestionó. Issei no estaba al tanto, pero el hombre que creó las piezas malvadas era un Maou y verlo no era una tarea sencilla, especialmente para alguien que no era un demonio.

"Me temo que es un asunto privado". Issei insistió.

"Y me temo que no es tan simple Issei. El hombre que estás buscando es Ajuka Beelzebub y resulta ser un Maou. Si no puedo darte una muy buena razón para que te conozca, dudo incluso de mi la influencia será suficiente". Rías admitió.