Dirty Talk

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—Es la enésima vez que me lo pides, y mi respuesta sigue siendo la misma bebé— suspiró con algo de cansancio en sus palabras, ya era la tercera vez en esa semana que Jihoon le insistía con aquél tema, a veces cuando se le metía una idea en la cabeza lograba transmitir un agobio indescifrable que ni él mismo podía apaciguar.

—Pero, sólo será una vez— volvió a intentar convencer a su novio de cumplir con su reciente anhelo, a su punto de vista no debía ser tan complejo, y aún no lograba entender porqué se negaba tanto a ejecutar aquella propuesta.

—Ya te dije que no

—Hazlo por mí— le rogó con una mirada suplicante, y esa expresión en su rostro que sabía perfectamente que Soonyoung no podía resistir.

—Pero, no me gusta la idea... Eso de agredirte verbalmente no es algo que yo...— cerró sus ojos con frustración y sus dedos índice y pulgar fueron a parar al puente de su nariz en un intento de recapacitar y relajar sus pensamientos, no era algo con lo que estuviera de acuerdo, normalmente él era muy permisivo con Jihoon, pero esta vez no se hallaba preparado para abordar ese tren. —¡¿De dónde sacas esas ideas?!— soltó de repente un tanto atónito, su bebé cada día le salía con algo diferente y le brindaba una nueva sorpresa, pero que de la nada le pidiera realizar un acto con acciones masoquistas, le impactó, lo tomó con la guardia baja. Su bebé se estaba volviendo muy atrevido, la indecencia lo carcomía de a poco, y él se había dado cuenta de aquél significativo cambio en sus actitudes.

—Yo creí que sería interesante explorar cosas nuevas— respondió Jihoon inocentemente alzando un poco los hombros, no veía ningún tipo de inconveniente o problema que estuviera causando. De hecho le pareció un poco injusto, cuando él se tuvo que colocar un disfraz y masturbarse frente a la cámara de su teléfono sólo porque Soonyoung se lo había pedido, tenía planteado hacer un berrinche si el contrario se negaba a ceder, tenía basamentos suficientes para iniciar una discusión cuando lo creyera necesario.

Se integró un silencio indescriptible en medio de la interesante conversación, a la espera de alguna palabra, respuesta o sonido, la tranquilidad prevaleció, Soonyoung meditando sobre el dilema y Jihoon era espectador ante la desición del contrario.

—¡Por favor!— imploró en añadidura de la conversación, cuando al pasar de lo segundos no obtuvo alguna contesta.

Soonyoung emitió un simple suspiro de resignación al cabo de los segundos, y renegó entre dientes para sí mismo.

En el rostro del menor enseguida de plantó una sonrisa de victoria, conocía al contrario lo suficiente para saber que luego de ese pequeño gesto se avecinaban unas palabras de aceptación.



                           ...



No supo determinar con exactitud cómo su novio terminó por convencerlo, pero otra vez no pudo negarse, se recriminó mentalmente por ello, a veces le frustraba un poco ser así de permisivo con Jihoon, pero a esas alturas no quedaba de otra, tenía que cumplir con las expectativas de su bebé y meterse en situación, a pesar de que una parte de él seguía en desacuerdo, inclinando más su balanza hacia su sentido moral; podía ser un simple juego de rol pero aún así lograba descolocar su zona de confort.

Pero estando en su habitación ya no había vuelta atrás. Además era un poco tarde para retractarse, y la posición que ahora adoptaba su bebé era una prueba de ello, estando de rodillas en el suelo sin ningún tipo de ropa que pudiera cubrir su piel, mientras lo observaba fijamente a la ansiosa espera de su próxima orden. Suspiró algo indeciso antes de bajar la vista y clavar sus ojos en los contrarios por breves segundos, pensando la siguiente acción que implementaría. Decidió continuar y no arruinar la atmósfera que ya se había originado.

—Repítelo otra vez— Soonyoung le ordenó tiempo después de aquél prolongado silencio, estando de pie con su pantalón siendo la única ropa que aún residía en su cuerpo. Y con sólo dar un par de pasos quedó justo en frente del aludido. — Quiero que te grabes esas palabras de memoria—

—Yo soy... — Jihoon inicio pronunciando las palabras, mientras mantenía el contacto visual, sus manos fueron a parar en suelo para darse equilibrio, la posición no era cómoda estando de rodillas. —Soy la perra de Daddy—

—¿Y qué hacen las perritas cómo tú?— le interrogó nuevamente, siendo cómo una especie de repaso de las preguntas, pues el tiempo invertido cuando comenzaron con su "juego" consistió en esos mismos diálogos con las respuestas que él le dictaminó.

—Obedecer a sus dueños— Jihoon contestó de forma inmediata sin alguna pizca de duda en sus palabras.

—Muy bien— le felicitó con una suave sonrisa por la respuesta, a la vez que una de sus manos fue a parar hasta el oscuro cabello del menor para brindarle un par de caricias cómo premio. — Ahora se un buen chico y abre bien la boca— le indicó al mismo tiempo que tomó entre sus dedos el cinturón de su pantalón y lo desabrochó cómo un primer paso para dejar su miembro al descubierto.

Jihoon se relamió los labios antes de separarlos por completo dejando su cavidad bucal a total disposición, y sacó un poco su lengua cómo un último toque, invitando Soonyoung a profanar esos rosáceos labios, quién no esperó un segundo más, tomó su miembro y lo encaminó hacia su cometido, soltó un grave suspiro ante la infiltración dentro de la cálida boca del menor.

Jihoon pensó en comenzar a moverse, pero la sorpresa lo detuvo cuando sintió los dedos del contrario enterrarse en la parte superior de su cabello y sujetarlo con fuerza, tomando las riendas y marcando el ritmo por él mismo. Inició un movimiento con baja intensidad de adelante hacia atrás, el menor sentía cómo el miembro se calentaba ante la fricción y se ponía rígido y duro por el contacto, comenzando a hincharse. A sus oídos le llegaron unos pesados y graves suspiros de placer provenientes del mayor, mientras chupaba con sus labios y lengua aquél músculo sensible dentro de su boca, recorriendo de forma suave todo lo que su húmeda cavidad le permitiera saborear.

Soonyoung gruñó y apresó su labio inferior entre sus dientes, los belfos de Jihoon eran una absoluta maravilla, lograban amoldarse a la perfección alrededor de su pene; pronto aumentó el vaivén de sus caderas en conjunto con los impulsos de la mano que residía con firmeza en la oscura cabellera de su bebé, quién mantenía sus ojos cerrados un poco lagrimosos al apretar sus labios con más velocidad, sin parar ni un segundo, dando su mayor esfuerzo para poder respirar, sus manos acabaron posicionadas en la cadera del contrario cuando sintió que perdía el equilibrio, los movimientos eran tan rápidos que podía sentir el pene del mayor ocupar cada espacio vacío en su boca y la punta dar golpeteos al inicio de su garganta, provocándole una que otra arcada ocasional.

Segundos después Soonyoung redujo la presión, al percatarse de que el contrario se estaba atragantando, y de forma abrupta jaló su cabeza hacia atrás, sacando por completo la extensión de la boca ajena. Jihoon de manera instantánea comenzó a tomar grandes bocanadas de aire, tosiendo un poco en el proceso, intentando recuperar el aliento.

Soonyoung lo observó con detenimiento y la mano que mantenía sujeto el cabello del adverso, descendió hasta tomar con sutileza su mejilla, y con su pulgar rozó sus rojizos labios con el fin de limpiar un fino hilo de saliva que aún se mantenía unido a su pene, le pareció tan lascivo que relamió sus propios belfos con deseo.

—Ponte en 4

Mi Indecente bebé (SoonHoon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora