Un agradable aroma danzaba con gracia por el aire, tomando posesión del espacio sin algún permiso, el ligero vapor cálido que desprendían las ollas, el perenne sonido que emitía la sartén con los alimentos al saltearlos y los diferentes utensilios esparcidos por el lugar, dejaba en evidencia el uso total de la cocina. Jihoon se paseaba ágilmente de un lado a otro, completamente inmerso en su tarea mientras que de forma involuntaria sus labios tarareaban con sutileza una melodía; lavó sus manos en el fregadero y las secó un poco al palmear el delantal color azul marino que tenía puesto, para luego apoderarse del cuchillo sobre la mesa de picar, moviendo con soltura el filoso utensilio sobre los vegetales.
Cualquier persona poco conocedora que lo observara con detenimiento podría llegar a creer que se trataba de un profesional culinario. Y a decir verdad, le gustaba colocar esfuerzo en ello, en algunas ocasiones hasta llegaba a resultarle agradable cocinar, y hoy no era la excepción, por el contrario, le estaba poniendo el doble de empeño, para que todo le resultara perfecto; no había ninguna ocasión especial, sólo pensó que sería un lindo detalle preparar una cena para él y su novio, quién no tardaría en llegar.
Se encontraba en casa de Soonyoung, invadiendo su cocina, aunque siempre que conseguía el tiempo iba hasta allá, y el dueño no presentaba ningún tipo de queja cuando se infiltraban en su hogar, más bien amaba su compañía.
Jihoon tomó una cuchara de madera y comenzó a revolver lo que tenía preparando en el sartén, dirigiéndose la misma hacia los labios, sopló unas dos veces antes de degustar un poco de la salsa, la comisura de sus labios se curvó en una ligera sonrisa cuando finalmente la adentró en su boca y probó el rico sabor que había logrado obtener.
Escuchó el repentino sonido de la puerta principal siendo abierta, lo que significa que su novio había llegado, le echó un ojo al reloj de su teléfono y sintió algo de extrañes, era temprano y aún no tenía la cena lista, se suponía que debía llegar un poco más tarde. Decidió no sobrepensar las cosas y seguir adelante para lograr terminar la comida. Poco fue el tiempo que tuvo de libertad hasta que unos conocidos brazos tomaron posesión de su cintura y se percató de un peso en su espalda cuando lo atraparon en un abrazo desde atrás.
—Hola bebé — Soonyoung le saludó efusivamente mientras soltaba pequeños y cortos besos en la mejilla y parte de su mandíbula. — Lo que sea que estés haciendo huele muy bien— le hizo saber antes de que sus efímeros besos se desviaran hasta debajo de su oreja.
— Gracias— Jihoon recibió el elogio con una sonrisa. — Y... Llegaste antes, ¿Pasó algo? — le cuestionó, no tanto por curiosidad, si no para intentar distraer su atención, cuando se percató de que los "inofensivos" besos ahora se esparcían por su cuello, conocía a su novio lo suficiente como para saber que si seguía así lo terminaría arrastrando a la cama.
—No, sólo salí antes... — coló su nariz cerca de la nuca del contrario, y sé quedó allí aspirando esa exquisita fragancia que lograba descolocar sus sentidos a tal punto de querer devorarlo, haciendo que el rico olor de la comida quedara en un segundo plano. —Para mi suerte la clase fue rápida— contestó sin darle importancia, para enfocarse mejor en aquella piel, la humedad de su lengua no tardó nada en hacer acto de presencia en el espacio de su cuello.
— Soonyoung — lo llamó en un ligero tono de advertencia cuando sintió sus traviesas manos esquivar su delantal e infiltrarse por debajo de su camisa con sutileza.
—¿Qué?— preguntó por lo bajo fingiendo indiferencia, cómo si no estuviera tratado de incitar al menor a través de sus actos.
—No— pronunció Jihoon con una convicción que hasta él mismo se la tragó. Pero las manos y lengua de su novio no parecían querer acatar sus órdenes. —Yo estoy haciendo la cena— soltó un pesado suspiro y afianzó el agarre de su mano en la cuchara de madera que aún sostenía cuándo Soonyoung le dio una mordida a la zona cerca de su clavícula.
—Y yo quiero cenarte a ti — le susurró al oído con voz profunda después de balancear sus labios abiertos en un camino ascendente hasta su lóbulo y sus dedos tuvieron la osadía de aventurarse dentro de su pantalón. El sabía perfectamente como enloquecer a su bebé, y que al final cedería a lo que fuera que él deseara con sólo ponerle las manos encima.
—Por favor, déjame terminar la cena— le rogó en un segundo intento para hacerlo entrar en razón, cuando apenas se dio cuenta de que el delantal que antes tenía puesto yacía tirado en el suelo, ni siquiera logró percatarse del momento exacto dónde Soonyoung se lo quitó, tenía que intentar detenerlo antes de que perdiera por completo la cordura, si es que ya no lo había hecho. —Y te dejaré hacer lo que quieras conmigo después— ofreció un conveniente trato, cómo en última instancia, al percibir que el opresor en cuestión no mostraba ni la más mínima intención de querer detenerse. Jihoon quería culminar con su tarea sin interrupciones, le había puesto corazón a ello y lo último que deseaba era que su cena quedara arruinada y ver todo su esfuerzo tirado a la basura.
—Esa es una buena oferta— murmuró, al mismo que tiempo que frenó cada uno de sus movimientos, y pareció meditarlo por un breve instante, reposando su mentón sobre el hombro del contrario.
Jihoon solo permaneció allí, estático, con la mente en blanco y el pulso inquieto, expectante a la próxima acción de su novio; lo siguiente que sintió fueron las manos ajenas abandonar lentamente el interior de sus pantalones, emitió un suave suspiro de alivio, que ni siquiera logró finalizar por completo, cuando un sorpresivo jadeo abandonó sus labios con prisa, al momento en que los dedos ajenos que parecían haberse rendido, tomaron de forma brusca posesión sobre sus muñecas, apresándolas juntas, causando que soltara de manera repentina la cuchara de madera que sostenía, la cuál se estrelló estrepitosamente en el suelo al caer.
—Pero, ambos sabemos que siempre hago lo que quiera contigo... Y eso te encanta— pronunció en una voz seductora pegando sus labios justo en su oído, antes de darle una húmeda lamida y colocar suficiente presión en su mano izquierda para sujetar las muñecas del menor, y de tal manera dejarle el camino libre a su diestra para darle la dicha de recorrer y aventurarse por sus lugares preferidos.
Su cabeza fue a parar al hombro del contrario, debido la vívida ferocidad de los besos que impregnaban de humedad su cuello, sus jadeos no tardaron nada en ser constantes, cuando unos pícaros dedos comenzaron a jugar con aquella parte sensible debajo de su ombligo; Jihoon supo que había perdido la batalla en el instante en que su cuerpo por voluntad propia apagó su razonamiento y pareció cederle el control a Soonyoung, cómo si siempre tuviera esa función predeterminada cada que vez recibía unos cuantos toques y algunos besos, y para su desgracia o quizás beneficio su mente simplemente se negaba a poner resistencia, ser dócil ante el mayor era algo que se le daba con tanta naturalidad cómo respirar.
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Mi Indecente bebé (SoonHoon)
FanfictionSoonyoung logró corromper el alma pura e inocente que poseía Jihoon, pero eso fue sólo el inicio para dar rienda suelta a sus verdaderos fetiches ocultos. Segunda temporada de "Mi Inocente Bebé". ___________________________ ...