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El partido había llegado a su fin, declarando la victoria para Argentina ante México. El ambiente ya era otro en comparación al de hace tan solo unos días atrás luego de su debut en el mundial, ahora el ánimo de los jugadores estaba por las nubes, era un alivio enorme el haber ganado.

La selección argentina se retiraba del campo de juego entre cantos, saltos y risas. Con la emoción e ilusión a flor de piel, los jugadores se dirigían hacia los vestidores, siendo interceptados por los periodistas que ansiaban entrevistarlos, o aunque sea sacarle alguna palabra sobre el reciente partido.

El número 25 pasaba entre la gente, eufórico, hasta que lo paran para entrevistarlo unos escasos minutos.
Frente suyo, aparte del micrófono, se encontraba un morocho no mucho más alto que él, de traje, felicitándolo por el triunfo y haciéndole alguna que otra pregunta, las cuales respondió con brevedades, ya que su atención estaba en la chica detrás del periodista. Lo miraba con una sonrisa de oreja a oreja, si bien iba vestida formal, se podía ver que debajo del fino saco negro, traía puesta una camiseta de Argentina. Podía notar como sus ojos brillaban por debajo de sus largas pestañas, llevaba un maquillaje sencillo y no muy cargado que, al ojo de Lisandro, la favorecía muchísimo.

— ¿Cómo te sentís después de esta victoria, Licha? — pregunta el chico. Pero su atención seguía fija en la morocha que estaba a unos cuantos metros suyo, si bien claramente lo había cautivado su gran atractivo, le era raro ver a una periodista mujer. Recuerda haber visto a un par más en ocasiones anteriores, pero, por supuesto, siempre en menor cantidad que periodistas masculinos. En ese trance en el que estuvo observándola, pudo notar también que era nueva en eso del periodismo deportivo, ya que, además de mirarlo a él, expectante a sus respuestas, tomaba nota en su celular, mirando a su alrededor, prestando atención a varias entrevistas a la vez, entrevistas que le hacían a sus compañeros. Si le preguntaban, para él era simplemente increíble.

Se percató de que había estado un rato medianamente largo admirando a la chica, por lo que parpadeó un par de veces y terminó de responder las preguntas (bastante boludas a su parecer), para despedirse amablemente de ambos y seguir camino rumbo a los vestidores, guiñándole el ojo a la morocha antes de darse vuelta.

El equipo se encontraba festejando en los vestidores, mientras que algunos bailaban en el medio con una birra en la mano, otros simplemente se dedicaban a grabar con sus celulares mientras alentaban. Se divertían boludeando entre ellos, y después del resultado del partido anterior, realmente lo necesitaban.

Rato más tarde, cuando estaban en el micro de regreso al hotel, Enzo, Julián, Montiel, el Cuti, Paredes y Lisandro estaban en el fondo jugando al veo veo, hasta que se quedaron sin colores y se pusieron a charlar. Abarcaban diversos temas (en su mayoría, obviamente, relacionados al fútbol), hasta que a Lisandro se le vino la imágen de la periodista de hace un rato.

— Che, por casualidad, ¿Ninguno conoce a la morocha que andaba dando vueltas con ese que nos entrevistó a el Cuti y a mí, no?

— ¿Cuál morocha, boludo? Yo vi a una medio rubia nomás. — contesta Romero.

— Qué rubia pelotudo, estaba literalmente atrás de ese que estaba meta preguntar boludeces. — Lisandro movía sus manos mientras explicaba, tratando de ubicar a su amigo. Pero éste lo miraba aún más confundido.

— No flaco ni idea, ¿Por qué? ¿'Taba linda? — indaga Enzo.

El rubio pasa su mano por su rostro, mordiendo su labio inferior al recordar que, más que linda, la muchacha era preciosa.

— No sabés loco, divina es. Igual era nueva creo, porque si bien andaba con los flacos que hacían las notas no entrevistó a nadie y medio que anotaba todo lo que veía. — sonrió al acordarse, la había visto una sola vez por no más de cinco minutos y parecía enamorado suyo de hace más de cinco años.

— Fa, entonces seguro que la vemos en el partido que viene. — dice Leandro, mirándolo con una sonrisa divertida en el rostro.

— Ojalá loco, si la veo y la encuentro un toque alejada de las cámaras le hablo. — dijo convencido. Soltó un suspiro, echándose hacia atrás en el asiento. — Ah boludo, posta era tan linda, encima me miraba re emocionada, te juro que siento algo corte, no sé...

¿Amor a primera vista? — lo corta Julián, que había estado escuchando la conversación en silencio, soltando una risita luego de su comentario.

Lisandro se queda pensando, si bien había quedado encantado con la periodista, no se le había pasado por la cabeza aquel término. Pero, pensándolo bien, no sonaba tan descabellado, aunque el menor lo hubiese dicho a modo de broma.

Sus compañeros, al ver que su amigo estaba callado meditando las palabras del 9, se miraron entre ellos y estallaron en risas.

— No me la conteees, se nos enamoró el Licha. — dijo el Cuti una vez que pudo calmar el breve ataque de risa, logrando que los demás se tentaran peor aún, y ganándose un golpe en la nuca por parte del apodado.

1er cap oaa, cmo dije ahora al principio se vienen caps cortitos, pero si veo q recibe apoyo y avanza la historia se vienen más largos ( aclaraba ¿¿ )
bno nada, voten así sé q gusta la idea y la sigo, pq sino soy capaz d borrarla 😁

٬٬ MEETING ⋆ lisandro martínez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora