CAPITULO 6. CONJETURAS

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Aon y Natt disfrutaban de un buen güisqui cortesía del primero... mientras esperaban a sus niñas como acostumbraban a decirles.

—Que milagro que nos visitas, Aon —dijo Natt, con tono de reproche.

—Perdón amigo mío —contestó Aon con una sonrisa de disculpa—, han cambiado un poco las cosas, pero Freen y tú siguen siendo mis mejores amigos, eso nunca va a cambiar y la prueba es que estoy aquí; disculpa si he descuidado un poco nuestra amistad.

—Disculpas aceptadas —dijo levantando su copa para un brindis—; por cierto ¿tienes idea de lo que nos quieren hablar las niñas?

—Pensé que tú sabías algo —dijo Aon, frunciendo el ceño.

—¡Demonios! —dijo Natt, preocupado—, espero que no sea lo que hemos estado sospechando.

—¿Tú crees? —Aon sonaba exaltado—, yo no lo creo. Aun son unas niñas.

—Freen tiene diecinueve, y Rebecca catorce...

—No saben lo que quieren, son muy pequeñas para diferenciar los tipos de amor que existen, pasan demasiado tiempo juntas.

—A la edad de tu hija yo ya sabía que amaba a la mamá de mi hija. Aunque ella se fijó en mi muchos años después.

—No. Me niego.

—A mí me costó asimilarlo, Aon; sin embargo, presiento que estamos en lo correcto...no me gustaría que fuera real y de todo corazón pido a Dios que conozcan chicos y se enamoren y tengan una vida normal, eso haría sus vidas más fáciles.

—Yo opino que el ser humano debe seguir la felicidad...no importa que el camino sea difícil —Aon suspiró nostálgico.

—Por lo menos Rebecca tiene a Nop... qué me dices de él —dijo Natt con extrañeza.

—¿Nop?

—Es el novio de Rebecca, a veces creo que se te olvida.

—Ah, Mop... ese guapetón tiene los días contados.

Aon rio de forma escandalosa al ver la confusión en el rostro de su amigo.

—Oh, vamos. No digas tonterías.

—No se lo digas a Freen, pero mi bebé hermoso casi nunca habla del Mop.

—¿De verdad?

—En el poco tiempo que llevan de novios solo me ha hablado de él un par de veces... y solo porque yo se lo he preguntado.

—Tengo entendido que las niñas suelen ser muy discretas con contarles ese tipo de cosas a sus padres...no esperes que Rebecca sea la excepción. —Natt se tomó otro trago para esperar la respuesta.

—¿Tienes idea de cuantas veces al día Rebequita menciona el nombre de tu hija en casa?

Natt se tomó otro trago, escuchaba con gran interés.

—... Todo el bendito día, Natt. Desde que amanece... hasta parece que Freen fuera el novio y no el Mop ese.

—¿En serio?

Aon se tomó otro trago y prosiguió su relato.

—"Que, si voy a vestirme así, porque combina con la ropa que se pondrá Fee hoy", "que si a Fee no le gustaría este café porque está muy insípido" "que le voy a decir a Fee que están pasando su peli favorita en el canal ocho" "que Fee esto, que Fee lo otro" ...hay días en que por dios que Fee me cae hasta mal de tanto escuchar su nombre...

Natt no pudo menos que mover la cabeza, aceptando todo como una gran verdad.

—...mientras tu hija ni se asoma a ver cómo está Rebequita.... hasta Diana que solo piensa en comprar el nuevo modelo de auto se da cuenta; el otro día me dijo que cuidara a mi bebé porque no es normal que se comporte como si Freen fuera su novia e incluso que la atendía como se le atiende a un esposo... ¡a veces le prepara la merienda, el desayuno... y si se puede la cena! ¿puedes creerlo?

LA PRINCESA DE LOS CAFETALES Y LA HIJA DEL ZAPATERO (adap. de  RÍO ESCONDIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora