Capítulo: trece

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― Chef, ¿qué estás haciendo aquí? ― Kihyun se asomó a la cocina, donde Soobin tenía sus brazos, hasta los codos, metidos en agua jabonosa

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― Chef, ¿qué estás haciendo aquí? ― Kihyun se asomó a la cocina, donde Soobin tenía sus brazos, hasta los codos, metidos en agua jabonosa.

― Jaehyun se marchó a mitad del turno. Estoy limpiando ―Joder

―¿En serio? ¿Le dijiste a Minhyun? Tendrá que conseguir a alguien para mañana.

―Sí.― Estaba tan jodidamente cansado, tan cabreado. Por lo tanto listo para volver a casa.

Su móvil sonó y cuando lo sacó, el número de su casa semostró en el identificador de llamadas.

― Hola ―Terminó con la parrilla y comenzó a limpiar los armarios ― ¿Cómo te va?

―Todo está bien. Los niños están dormidos. No quería molestarte en el trabajo, pero... bueno, para ser honesto, por lo general, a esta hora, ya estás en casa y estaba preocupado.

― Estaba falto de personal. Estaré allí en quince minutos, más o menos. ¿Cómo estuvo tu día?

―Oh, eso apesta. Tuvimos un buen día. Debes decirle a Sunoo que te lo cuente mañana ―Podía oír el orgullo en la voz de Jun. Era genial que Yeonjun sintiera de esa manera acerca de sus hijos.

―¿Sí? ¿Quieres un poco de cheesecake? Tenemos de sobra.

― Eh... no, esta noche no, voy a dejarte descansar, estarás pronto en casa, ¿verdad?

― Sí, Yeon. No tardaré mucho.― No tardaría mucho, si podía evitarlo.

― De acuerdo, genial ― Yeonjun se detuvo un segundo y añadió a continuación― Hasta pronto.― Después, la línea se cortó, dejándolo con sus platos.

―¿Todo bien en casa, hombre?

― Sí, sólo Yeonjun revisándome.

Soobin sonrió mientras Kihyun agarraba un trapo, para ayudarlo ― Gracias.

Incluso con la ayuda de Kihyun, pasó casi una hora antes de que llegara a casa. Dios, era tarde. Esperaba que Yeonjun estuviese dormido. La luz de la cocina parpadeaba, se dirigió hacia allí, se detuvo al darse cuenta que no era la luz de la cocina la que parpadeaba, sino las velas sobre la mesa del porche cubierto.

Velas, la mesa puesta y Yeonjun, profundamente dormido en susilla.

― Oh...― Sus ojos se llenaron de lágrimas, estaba tan cansado y tan avergonzado. Se inclinó y cargó al menor para llevarlo a la cama.

Los ojos del pelinegro se abrieron y le dio una sonrisa brillante.

—Estás en casa.

― Oye, Junnie. Lo siento.

Yeonjun hizo un gesto con la mano. ― Hay comida... Espera. ¿Me llevas en brazos?

― Estabas dormido.

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⏰ Última actualización: Mar 26, 2023 ⏰

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papá, papá y yo ⋆ soojun...𔓘۫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora