Capítulo 5: Callejón sin salida

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〔𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕: 𝐂𝐀𝐋𝐋𝐄𝐉𝐎́𝐍 𝐒𝐈𝐍 𝐒𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀〕

〔𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕: 𝐂𝐀𝐋𝐋𝐄𝐉𝐎́𝐍 𝐒𝐈𝐍 𝐒𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀〕

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Kirschtein se posicionó detrás de mí y por más sorprendida que estuviese, decidí mantener la compostura en todo momento para que no detectase mi desconcierto por su repentina aparición. Era más que obvio que estaba enojada por lo que había ocurrido en la supuesta entrevista, me había hecho perder el tiempo apropósito y sabía que muy en el fondo no existía una pizca de remordimiento por ello.

—No es un lugar que frecuente, señor Kirschtein—aclaré después de darle un sorbo a mi bebida.

—Sé que esta tarde me comporté como un completo imbécil y quería compensárselo con una cena —propuso el castaño.

¿Realmente me invitó a cenar o fue parte de mi imaginación?

No tenía bien en claro lo que había sucedido recientemente. Un pequeño escozor en el abdomen acompañado de una incómoda resequedad en la boca, me obligó a darle un gran sorbo a mi Martini con la esperanza de que me trajera de vuelta a realidad porque sentía que estaba en atrapada una maldita pesadilla.

| 𝙹𝙴𝙰𝙽 𝙺. |

Me quedé viendo fijamente a Jules en espera de alguna señal que me indicara como había digerido la propuesta que hice segundos atrás. Sin embargo, ella se mostró indiferente en todo momento al punto que llegué a creer que me estaba ignorando.

—No me interesa —respondió finalmente la peligris con su vista fija al frente.

Inmediatamente sentí mi orgullo herido.

Estaba acostumbrado a conseguir lo que quería sin necesidad de mover un dedo, pero esta vez el resultado fue completamente distinto a lo que yo tenía en mente.

—Lamento mucho si llegué a ofenderla con mi petición. Créame que en ningún momento traté de faltarle el respeto sino de compensar su tiempo perdido —la peligris en ningún me momento me dirigió la mirada, parecía estar realmente concentrada en la suave melodía que tocaban los músicos a mitad del gran salón—. Si por alguna razón cambia de opinión, le recuerdo que mi número de teléfono personal se encuentra en el reverso de la tarjeta que le di aquel día.

Dicho esto, me retiré del lugar antes de escuchar una áspera respuesta por parte de la periodista, quien no parecía sentir ni una pizca de remordimiento al hablar y fue así como rápidamente deduje que no sería sencillo seducirla, pero eso no era un problema para mí porque yo siempre obtenía lo que quería.

[...]

Camino a mi casa, el sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos. Fui tan iluso que por un momento creí que se trataba de Jules, pero al ver la pantalla me di cuenta que se trataba de Levi, así que no pensé dos veces antes de contestar.

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2023 ⏰

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NEWSPAPER  © | Jean KirschteinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora