Captivating Enemy 2

1

Seúl, 10 de octubre de 2002.

Aquel pequeño corría por ese parque persiguiendo a ese conejo blanco que daba saltitos de forma veloz por todo el lugar. Él quería capturarlo y quedárselo ¿Qué hacía un conejito tan lindo solo? Con todo lo que sus cortas piernas le dieron corrió con todas sus fuerzas manteniendo una gran sonrisa en su rostro al solo pensar en que tendría una nueva mascota, pues "Wizy" quien fuera su antiguo amiguito de juegos murió trágicamente cuando escapó de casa. Hasta ese día era todo un misterio ¿Cómo una tortuga pudo haber llegado hasta la calle? Más aún si fue aplastada por las enormes ruedas del camión de la basura. Jungkook lloró por días, luego dejó de hacerlo cuando se dio cuenta que él lo había olvidado en el jardín ese día, siendo el único culpable de que quedara hecho carne molida en el pavimento.

Pues ahora sería diferente, una vez que lo atrapara cuidaría de ese lindo conejito y no lo olvidaría en el jardín de su casa y en ningún lugar. El animalito dejó de correr y se posó en el verde pasto rascando su barriga con sus patitas, aquel niño quedó maravillado, era tan lindo que no se resistió y se acercó cuidadosamente a él para poder así tomarlo entre sus manitas. Como si fuera un carrocho de lince corrió y se lanzó sobre el animalito tomándolo desprevenido, gritó de satisfacción cuando vio que el conejito estaba entre sus manos y que ya no podía seguir escapando de él.

Se levantó del suelo quedando cubierto de pasto y se echó a correr con el que se sería su nueva mascota. Iba corriendo con el animal alzado en sus manos, como si fuera un trofeo y quisiera que todos lo vieran, tal vez fue la emoción del momento y quizás porque era un niño tan jodidamente despistado y patoso que no se dio cuenta que, de un árbol colgaba un hilo de volantín el cual se mecía gracias a la tenue brisa de otoño.

Sintió un pequeño tirón que no le dejó avanzar mucho, pero él solo quería llegar donde sus padres y mostrarle a su nueva mascota, así que pegó otro tirón para zafarse de lo que fuera y siguió corriendo con su conejito en sus manos por lo alto. No fue hasta que un gritó lo alertó y frenó sus pies lentamente, volteó a ver quién le había llamado "¡Hey, niño! ¡Tú!". Una vez que lo hizo otro niño comenzó a acercarse a paso rápido, casi corriendo prácticamente y se detuvo unos pocos pasos frente a él. Ambos se miraron, uno sin entender y el otro con las mejillas rojas de haber corrido tanto persiguiendo a ese niño que tenía algo que era suyo.

—¿Por qué te querías llevar a mi conejo?

—¿Mhm? ¿Tu conejo? —ladeó su cabeza procesando las palabras del otro niño.

—Sí, mi conejo —acentuó la palabra y puso las manos en sus caderas—. Se escapó de mi fiesta de cumpleaños, es mío, así que ahora entrégamelo, por favor —extendió una mano y Jungkook negó con su cabeza bajando al conejo y aprisionándolo en su pecho.

—No, yo lo encontré, —hizo un puchero— no te lo puedes llevar. El señor Wizy es mi mascota ahora.

—¡Claro que no! —el otro niño negó fuertemente con su cabeza— él es mi mascota y no se llama Wizy, su nombre es Rain —aclaró, perdiendo la paciencia lentamente. Aquel niño quería quedarse con su conejo y no lo iba a permitir, Rain había sido un regalo de su abuelita antes de morir y era algo muy preciado para él— Entrégamelo, debo volver a mi fiesta de cumpleaños ahora.

—¿Eres tú el que tiene una fiesta de cumpleaños de ese lado del parque? —preguntó Jungkook con sus enormes ojos negros, las posibilidades de que ese niño estuviera mintiendo parecían bajas.

—Sí —respondió. Si le entregaba a señor Rain quizás lo invitaría a su fiesta a comer pastel.

Se quedaron en silencio por unos segundos y el pequeño presionó más al conejo en su pecho, había sido lindo mientras duró, el de verdad quería una nueva mascota. Su rostro se entristeció y un puchero se instaló en sus finos labios, le agradeció al señor Wizy, bueno, Rain o como se llamara en realidad, por haberle entregado los mejores diez minutos de su corta vida. Se acercó al otro niño y desprendió al animalito de su cuerpo para entregárselo.