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—¿Qué dices? —susurró Taehyung en el banquillo de al lado.

—Que quiero salir de aquí. —Jimin respondió de vuelta, en susurros también.

—Joder, Jimin. —chasqueó la lengua— ¿Otra vez? ¿Por qué demonios no estudiaste? —preguntó fastidiado.

—Solo lo leí rápidamente, la muy maldita no dijo que haría preguntas evaluadas sobre esto. —se defendió— Necesito salir antes de que llegue a mi apellido, mierda... que ya faltan solo dos. — mencionó preocupado, con sus ojos más grandes de lo normal y mordiendo la punta de su bolígrafo. Nervioso.

Taehyung revoloteó sus ojos y se pasó una mano por la cara, no era la primera vez que pasaba esto. Jimin era inteligente, pero demasiado olvidadizo, justamente cuando había evaluaciones importantes. No podía ser menos inoportuno con sus lagunas mentales.

—Entonces, ¿Qué rayos quieres que haga? —preguntó Taehyung cansino.

—Pues ayudarme, obvio.

—Ajá. Prosigue, ¿Cómo? —gesticuló con su mano, aburrido.

—Cómo solo tú lo sabes hacer. —Jimin movió sus cejas sugestivamente y el castaño alzó ambas cejas.

—Bien, pero conste que con esto me debes una grande.

—Pide todo lo que quieras.

—Pásame a buscar todos los días en tu preciosura, sin falta. Por un mes.

Jimin pretendió pensarlo, pero no tenía mucho tiempo. Ya habían pasado al siguiente alumno y ahora solo faltaba él. Mierda, se le hizo un nudo en el estómago. Si salía adelante a responder, estaría jodido, porque no sabía que jodidos decir exactamente. No se acordaba de absolutamente nada de lo que había leído la noche anterior.

—Bien, bien. Lo que sea. —Jimin asintió rápidamente, apresurado— Ahora lúcete y salva mi trasero, por favor. —rogó Jimin y Taehyung solo lo miró y soltó un suspiro.

—Más te vale cooperar. —dijo entre dientes— Jimin sonrió ampliamente agitando su cabeza en un "sí" casi desesperado.

La maestra estaba preguntándole al chico que estaba frente a toda la clase sobre el texto que había entregado para lectura la clase anterior, estaba en eso cuando el traqueteo de una silla se escuchó por todo el salón, haciendo a todos mirar hacia atrás y a ella también. Taehyung se había puesto de pie en un santiamén y tocó afligidamente el hombro de Jimin quien se quejaba.

—¡Ay no, otra vez! —exclamó Taehyung con las manos en la cabeza— ¿Te sientes muy mal, Jimin? ¿Otra vez con ese dolor de cabeza? —se acercó preocupado al rubio quien tomaba su cabeza con ambas manos y arrugaba su cara llena en dolor— Te dije que no vinieras si todavía te sentías tan mal, dios... ¡Pero tú nunca me escuchas!

—Ay~ me duele mucho, ¿Qué haré? —hizo una mueca de desgarro— Había venido solo por esto, no me puedo ir sin dar la evaluación. —se quejó a duras penas.

La maestra preocupada se acercó a ellos, los demás los miraban algo sorprendidos, pero aun así solo observaban entre murmullos.

—Está bien que seas responsable, Jimin. Pero tú salud está primero —le recordó Taehyung dándolo todo en su actuación.

—Ayayay~ estúpido dolor de cabeza. —Jimin balbuceó tomando con ahínco sus sienes.

—¿Qué ocurre? —de pronto la maestra se acercó y le preguntó a Taehyung— ¿El alumno Park se siente muy mal?

—Al parecer sí, el sufre constantemente de fuertes dolores de cabeza. Pero esta vez parece ser más fuerte que los anteriores. —su cara compungida era tan grande que la maestra le creyó cada palabra.

Captivating Enemy 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora