Capitulo 4: Duelos y un extraño rumor

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Lo que anteriormente era orgullo con el correr de los minutos se fue transformando en... ¿ culpa ?. Mérula había dejado encerrado a Thomas con el Lazo del diablo ¿qué pasaría si en verdad muere?, algunos llorarían su muerte, pero otros estarían contestos, ya que para muchos era un chico maldito como su hermano. Por otro lado Hogwarts era un lugar grande y lleno de personas, seguro que alguien lo ayudaría a salir.

La chica Slytherin estaba tan absorta en sus pensamientos que no vio a la persona que venía de frente y terminó chocando con ella y cayendo al suelo — cuidado por donde vas, sangre sucia — escupió Mérula mientras observaba a Ben reincorporase — lo si-siento, no vi por donde iba — el chico de Gryffindor se puso pálido, tan solo con mirar a la chica de ojos violetas — tienes cinco segundos para salir de mi vista, si no te maldeciré — Mérula hizo ademán de sacar su varita, pero el niño corrió tan solo ella hubo terminada la frase.

La joven Snyde sonrió para sí misma, al parecer había encontrado un lindo pasatiempo: Atormentar a Ben Cooper.

Decidió pasar la última hora de descanso, en el patio, disfrutando de la paz antes de su clase de vuelo.

El tiempo se pasó rápido y la joven Snyde se dirigía lentamente al campo de enteramiento para su clase de Vuelo. Al ser en campo abierto todos los alumnos de primer año de las cuatro casas compartían la clase. Las charlas de los alumnos se vio interrumpida por la llegada de la profersa,; era una mujer alta, de cabello gris que le llegaba asta la nuca, sus ojos color amarillo como águila y una postura firme y confiable.

— Buenas tardes estudiantes, soy su profesora de vuelo Rolanda Hooch, volar no es un juego de niños, por lo que en esta clase se valorará la disciplina y la concentración — la voz de la profesora era firme e imperativa, aunque parecía ser más flexible que Snape — en esta primera clase aprenderán a llamar a sus escobas.

Madam Hooch tomó una de las escobas, la colocó en el suelo, extendió su brazo derecho y exclamó —¡Arriba! — inmediatamente la escoba subió hasta su mano.

Los alumnos comenzaron a imitar a la profesora, por su parte Mérula siguió las instrucciones, pero la escoba no hacía más que elevarse unos centímetros para luego caer, la frustración se apoderó de inmediato, miró a sus compañeros solo unos pocos habían logrado la consigna entre ellos ¿Thomas Harvey ?, al parecer el chico Slytherin había sobrevivido, la última Snyde sintió como si se hubiera sacado un peso de encima; siguió observándolo, no tenía ningún daño, su túnica parecía estar limpia y prolija, al igual que su cara. Thomas estaba demasiado concentrado en ayudar a Ben Cooper quien tenía problemas para hacer elevar su escoba.

Resignada volvió a su actividad, observó unos segundos a su escoba y volvió a intentarlo —¡arriba!— pero no tuvo éxito, la escoba tampoco atinó a moverse. Sus ojos violetas buscaron en todas partes hasta que encontró la figura de Skye Parkin quien ya tenía su escoba en su mano hace varios minutos — Parkin, dame tu escoba, la que yo tengo no sirve — ordenó Mérula, su compañera de cuarto sacudió la cabeza hacia ambos lados y una voz familiar se metió en la conversación — El problema no es la escoba Mérula — dijo con tranquilidad Harvey — el problema eres tú, al parecer tu escoba es bastante inteligente y no quiere estar contigo — eso provocó que los alumnos que estaban a su lado se rieran por lo bajo —por qué no te callas Harvey, estas tan loco como tu hermano — con los dientes apretados y sus ojos fijos puestos en la escoba Mérula volvió a invocarla, en ese momento escuchó que Thomas la llamaba, la niña Slytherin se distrajo enfocándose en su rival, perdiendo de vista su escoba, lo que provocó que está se moviera hacia arriba impactando fuertemente contra su nariz. Se llevó ambas manos hacia la parte golpeada, el golpe había dolido, pero lo que más la lastimaba eran las risas de algunos de sus compañeros — eso es por dejarme encerrado con el laso del diablo y por molestar a Ben — argumentó Thomas con una sonrisa en la cara — Cállate Harvey, ¿ de verdad crees que alguien cree tu patética historia ? — siseo la chica Snyde — tengo marcas en mi espalda y en mis brazos y una túnica destrozada, Mérula.

La ultima SnydeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora