capitulo 15 de fiesta

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Ariana se enjuagó el rostro con agua, le había  pedido a su jefe adelantarse mientras ella entraba al tocador. Pero solo queria refrescarse y respirar un poco.

todavia sentia los espasmos de sus piernas, su jefe la hacia estremecer con solo el rose de sus labios, aun podia sentirlos hinchados y rojos.

Se acercó un poco al espejo y notó que su jefe la habia mordido en el labio inferior y ahi estaba la puebra, que hermosa sensacion era esa.! era un maldito hombre tan sensualmente posesivo!. Y ella una estupida masoquista.

Estaba envuelta en sus pensamientos, el tan solo sentir el cuerpo de su jefe cerca, el olor de su perfume mezclado con su aroma corporal, era tan exquisito y por demás antojable.

Alguien entró al baño, sacándole de sus pensamientos, se acomodó un poco el cabello y decidió salir.

*********
*****

— vamos Samantha ya es un poco tarde — dijo Edward cuando regresó "del baño".

Samantha se levantó de su asiento pues ya estaba muy comodamente a un lado de marti platicando, a diferencia de edward ella era bastante sociable.

— bueno esta semana pasaré por ahí ok? — dijo samantha antes de despedirse de los chicos.

Antes de que se fueran Marti pudo notar que Edward ya no lo miraba de la misma manera, cosa que lo confundió.

****

— no sabia que Edward tenia hermanos — dijo Ariana una vez solos.

— solo tiene una hermana como pudiste darte cuenta — Edith tomó aire.
— el sr William originalmente tenia su empresa en Estados Unidos de donde son ellos, pero en el tiempo que se vino a México , se estableció aqui ya que era más accesible para sus clientes.

— Samantha se quedó en los Ángeles donde esta la empresa principal y el señor William, como tu sabes, va cada dos mese si le es posible — Explicó

— yo solo sé que tenia una empresa y tenia una hija pero yo no sabia que ella era quien se encargaba de la empresa — agregó Martí

— bueno no se si ella es quien se encarga del todo en la empresa, hasta donde yo sé el señor William tiene un socio que tambien recide en los Ángeles — Explicó Edith una vez fuera del restaurat.

Ariana la miraba expectante,  esa mujer estaba llena de informacion sobre la empresa.

Ella sabia pocas cosas de sus jefes pero Edith tenia mucho mas tiempo trabajando para la empresa y obviamente sabia mucho mas sobre ellos. Ademas de que jamas perdia detalle.

— bueno ¿y ahora que hacemos? yo tengo una pequeña fiesta, ¿les gustaria ir?  aún es temprano como para ir a encerrarce a casa ¿no lo creen? — declaró Martí mientras observaba su reloj.

— Ademas quiero que conozcan a mi chico, hace tiempo que prometí que le presentaría a mis amigas de a lado y que mejor momento que este.

— si vamos, hay que divertirnos un poco y salir de la rutina, hace mucho que no lo hacemos y no tenemos porque preocuparnos por como regresar, yo traigo auto ¿recuerdas?

Edith alzaba alegremente las llaves, haciendolas circulos entre sus dedos.

— ok hace mucho que no voy a una fiesta, esta bien divertirse un poco —  Sonrió

Ariana no era de salir mucho pero tampoco queria dejar sola a edith, despues de todo era su unica amiga y no queria amargarle la tarde haciendola pasar encerrada en su casa.

Asi que decidieron ir un rato, dependiendo de como estubiera la fiesta, nunca se sabe a que horas pueda terminar cuando hay un buen ambiente.

— ¿y ya has decidido que haras con el empleo que te ofrecieron?¿ lo has rechazado? ¿lo aceptaste? cuéntanos — le cuestiono Martí

— he decidido quedarme — sonrió

Edith solto una risa, ganandose un ligero codazo por parte de Ariana,   sabia a la perfeccion cual era la razon por la cual habia decidido no irse.

— Si ya lo creo que si y no es precisamente por mi —  confesó Edith burlandose haciendo que Ariana se sonrojara mas de lo debido.

su jefe la habia persuadido y de que manera si así la "persuadieran" a ella para no dejar su empleo lo aceptaba con gusto.

Pero David solo habia hablado y salido con ella unas cuantas veces y nunca tuvo oportunidad de que aquel hombre guapo la "persuadiera" aunque no perdia su esperanza, pues aún se hablaban por telefono de vez en cuando.

Ambas se miraron y se dedicaron una sonrisa complice.

Marti no se dio cuenta de lo que sucedía ya que él solo se dedicaba a mirar aquella casa enorme que estaba en frente de ellos pues ya habian llegado a su destino.

ME ENAMORÉ DE MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora