capitulo 3 Recomendaciones

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Edith

No se hizo muy largo ese dia, casi no miraba al señor Edward ni al señor William quien llegó mientras estaba en su entrevista.

— Ellos no salen de su oficina a no ser que ocupen algun documento — advirtió Edith — y cuando llegan es cuando piden su café, cuando termina el dia pasas a recoger la taza para llevarla a lavar.

— ¿el señor Edward es...? —Ariana hizo un gesto con sus labios,  buscaba las palabras para explicarse.

— aveces es un tanto frio e indiferente — Comentó Edith — Pero solo a simple vista la mayor parte del tiempo es amable y accesible.

— pues no lo parece — sonrió Ariana.

— claro, cuando lo conozcas bien lo sabrás, espero que no te asustes y corras a la primera, él es un poco prejuicioso y aveces amanece de mal humor.

— vaya, asi que con eso tendré que lidiar hee! — Dijo Ariana dejando escapar un suspiro.

— no te preocupes lo veras poco.

—  y la hora de comida comen juntos? — Ariana quizo saber , era bueno saber como comportarse si estaba ante su presencia.

— bueno, ellos comen en la biblioteca.

— ¿tu tambien? — preguntó sintiéndose incomoda, tal parecia una entrevista a la inversa.

— no, rara vez comemos los tres juntos, yo salgo a comer al balcón, casi no me gusta comer con ellos, no es que sea delicada ni nada por el estilo, solo que es un poco incomodo y mas cuando el señor Edward esta de mal humor.

— ¿de verdad? — preguntó con asombro

— ya te dije que solo aveces. Estos son los documentos que tienes que guardar, estos son los que vas a copiar y pondras el nombre de cada cliente en cada carta y llevarlos a que los firme el señor Edward.

— muy bien — Respondió Ariana sin hacer mas preguntas, era obvio que Edith habia zanjado el tema de su jefe.

Pronto llegó la hora de comida, eso era a las 2 de la tarde. La verdad el trabajo no era muy pesado.

— Vamos a comprar algo de comer —  sugirió edith volteando a ver la Ariana

— si claro. ¿Ellos no compran comida?

— si, solo espera, ahora saldrán a pedirla.

— ¿Me puedes traer fruta Edith ? —  habló el señor william quien salió de su oficina. El señor no parecia muy joven, aparentaba unos 50 años por su cabello blanco, también era delgado, ojos aún mas claros, usaba un traje azul marino impecable, pero tenia él un semblante amable, a diferencia de su hijo.

— ¿es usted la nueva secretaria? —  volteó a ver a Ariana.

— asi es, Ariana huerta para servirle — le ofreció su mano.

— Bien — la saludó e hizo un gesto de aprobación.

— ¿se le ofrece algo mas? — cuestionó Edith

— no solo eso gracias — dicho esto volvió a entrar a su oficina.

— ¿Edith puedes pasarte por el restaurante? — dijo Edward quien ya estaba en la puerta de su oficina y a ella le hablaba de forma informal.

— si señor, enseguida — contestó Edith y salieron de las oficinas.

Cuando volvieron y mientras Edith entraba con la comida de los jefes, Ariana se sentó afuera a esperarla en unas sillas de metal, en una palapa que estaba en el balcón.

Edith le estuvo platicando como era que tenia que hacer a diario antes de que llegaran los jefes y antes de que se fueran ellas, ya que a veces cualquiera  de los dos se quedaba despues de la hora de salida.

— Al parecer no le caigo muy bien al señor Edward.

— ¿porque lo dices? — preguntó Edith preocupada.

— Bueno cuando entré a que firmara las cartas, fue un tanto cortante y no volteó a verme siquiera. Entendia que no la conociera y no tuviera confianza, pero lo consideraba grosero el que se comportara de ese modo.

— ya te dije que es un poco prejuicioso, ¡vamos!, ¡por favor! no vayas a renunciar mañana , ya muchas chicas me han hecho lo mismo, me dejan sola con el trabajo de los dos y es muy dificil atenderlos a ambos, sobre todo cuando hay que salir de viaje.

— ¿de viaje? Preguntó Ariana alzando ambas cejas con sobresalto.

— claro tenemos que salir con ellos a las conferencias fuera de la ciudad, ya sea para arreglar algun negocio o bien presentar una nueva tendencia de telas.

— no lo sabía, no me lo mencionó durante la entrevista.

— tal vez esperaba que yo te lo comentara — sonrió Edith amablemente.

Cuando terminaron de comer entraron a recoger los trastes sucios que dejaron los jefes despues de comer y seguir trabajando.

Ese dia nadie se quedó despues de la hora de salida y Ariana se fue a casa. Tal vez no regresaría si no fuera porque Edith  se miraba bastante preocupada cuando le pidió que no dejara el trabajo.

Ademas no iba a ver al señor Edward en todo el dia.

— que bueno que es tan frío e indiferente con ella si no...

— ¿Tendrá novia? ¿Con ese temperamento?.

— y a mi que me importa si tiene novia, es mejor que deje de pensar en eso y me vaya a dormir — se dijo para si misma. Y se acomodó en su cama disponiendose a dormir, pensando aún en la mirada tan profunda que tenia mientras le hacia la entrevista, de lo nerviosa que se puso al sentarse frente a él. En la voz dura pero tan atractiva para ella. Esto sin duda sería un infierno.

ME ENAMORÉ DE MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora