capitulo 18 invitacion

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El lunes por la tarde en la oficina. llegó Samantha saludando a ambas chicas, preguntó por el señor William y al saber que si estaba, entró a la oficina.

Después de un rato ambos entraron a la oficina de Edward y estuvieron encerrados por mas de media hora.

Al salir, Samantha invitó a las chicas a comer ya que casi era la hora que acostumbraban salir.

Ambas aceptaron encantadas, la compañia de Samantha resultaba muy agradable para Edith quien tenia bastante tiempo de conocerla y le habia contado a Ariana como es que era ella.

Así Ariana pudo conocer un poco de aquella chica y no tardó mucho en darse cuenta de su personalidad pues después de un rato ya estaban platicando como las tres mejores amigas.

Edward se paró en la puerta de la terraza y pidió a Ariana entrar un segundo a su oficina.

— ¿ahora que hice mal? — se preguntó Ariana, pues no tenia buen semblante la cara de su jefe.

Fue enseguida a su oficina, en cuanto puso un pie en ella Edward cerró la puerta y la jaló hacia él, envolviendola en sus brazos , le plantó un dulce y placentero beso que hizo a Ariana quedarse sin aliento.

Edward la habia tomado por sorpresa que casi no tuvo tiempo de reaccionar, en el momento sintió que sus debiles pies temblaban ante la emocion pues los dulces labios de Edward la atrapaban por completo haciendo que su corazon latiera aceleradamente

hacia que se olvidara por completo de todo, en ese momento no habia nada ni nadie, solo ellos dos, en un lugar oscuro donde nadie podia molestarlos. Ambos encerrados en una pequeña burbuja impenetrable.

No habia ningun sonido mas que chasquido que sus labios hacian con el moviento lento de sus besos.

Al fin se separaron para poder tomar aire. En un movimiento fugaz de los ojos de Ariana pudo ver a lo lejos que en el cesto de basura estaba un ramo de flores el cual bien sabia que no eran para Edward.

— ¿tambien recibes flores? — dijo Ariana sonriendo sarcasticamente apartandose un poco de él.

— ah, son del imbecil de Marck — desvió la mirada hacia el cesto de basura dandose cuenta que lo habia pillado.

Ariana rió por lo bajo — ¿no sabia que era tú pretendiente?

— muy graciosa, sabes perfectamente que no eran para mi.

— por lo menos me gustaria saber cuando me las manda — dijo Ariana aún sonriendo

— para que quieres saber, solo dile que deje de mandarlas, ¿o es que aun sales con él? — Se tornó serio

— ¡claro que no!, hace mucho tiempo que no hablamos , pero aún así me gustaria saber cuando las mandó para hablar con él.

Edward desvió la mirada nuevamente.

— esta bien ya te puedes retirar
— dijo en un tono serio.

— ¿ estas molesto? — preguntó con un tono dulce no muy propio de su personalidad.

Edward amplió una sonrisa, una que Ariana jamas habia visto.

— no , no estoy molesto, solo no quiero que se sigan frecuentando —  Dijo casi en susurro

— esta bien, hoy mismo hablare con él.

Edward sonrió e hizo un ademan con la mano para que Ariana se acercara volvió a besarla pero solo toco sus labios y le susurró al oido.

— no me des motivos para ponerme celoso — la alejó de él y le dijo nuevamente serio
— ya te puedes retirar.

Ariana sonrió ante lo ocurrido pues su pensamiento y su cuerpo actuaban de manera completamente  diferente, era un hombre increiblemente, raro pero a la vez le encantaba esa rareza.

Al salir de la ofina volvió con las chicas, aun llevaba impregnado el perfume de su jefe y sentia los labios hinchados.

esperaba que no fuera tan notorio, se llevó uno de sus dedos delicadamente a sus labios.

Aún sentia el sabor de los besos de Edward, realmente sabia como hacerla sentir bien aunque fue rapido y repentino, ese beso le encantó.

Cuando llegó donde las otras chicas estaban, trató de estar lo mas tranquila posible, sabía que Edith la entrevistaria.

no le molestaba, pero aveces de sentia bajo la lupa con sus preguntas  tan explícitas que la hacian sonrojarse demás, esperaba que no cuestionara en ese momento pues no sabría que responderle en frente de Samantha.

— bueno a lo que vine — habló Samantha — éste fin de semana mi padre dará una fiesta y ustedes no me pueden faltar, son de las pocas chicas que conozco y no pienso recibir un no por respuesta.

— Aún no me acostumbro a estar aqui y no me gustaria pasar la velada con gente mucho mayor que yo, a la que solo le interesa hablar de su dinero.

Todos los miembros de su familia a pesar de ser adinerados no les gustaba presumir en lo más mínimo, ni tampoco acostumbraban  subestimar a nadie.

Sabían que ellos habían llegado desde abajo y siempre tenían los pies bien puestos sobre la tierra.

— bien, cuenta con nosotros —  respondió Edith

— si claro que si — la siguió Ariana que aún estaba distraída, pues estaba pensando en que tenía que hablar con Marck para pedirle de buena manera que dejara de mandarle flores.

El problema era, que explicación le iba a dar, no podia decirle simplemente, deja de llamarme y mandarme flores.

— bien las espero allá, ahora tengo que irme aún tengo una diligencia, sin mas se despidió de las chicas y bajó las escaleras.

Cuando se perdió de vista, Edith miró de reojo a Ariana la vió tan distraída que no dudo un preguntar.
— no tienes que contarme si no quieres.

— claro que voy a contarte, de todas maneras volveras a preguntarme mas tarde.

Edith amplió una gran sonrisa y Ariana la imitó. su amistad cada vez habia crecido más al punto de contarse casi hasta el más mínimo detalle.

ME ENAMORÉ DE MI JEFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora