2: Empezando

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Aunque trataba de aprenderme todos los nombres, era imposible. Solo me aprendí algunos como el de Bachira, Kunigami e Isagi. También memoricé el de Barou, un chico que se denomina a sí mismo el rey, Reo, le reconocí un poco gracias a la corporación Mikage y Nagi, que parecía su mejor amigo, pero que parece que siempre está somnoliento. Otro es Rin, el cuál tiene unas pestañas muy bonitas pero una actitud horrible, Niko, un chico que tenía el pelo de manera que tapaba sus ojos y por último Shidou, que a decir verdad era bastante violento.

—Anri-san—saludé a la chica que se había acercado a mí con una sonrisa.

—Hola, ___-chan. Sígueme, quiero enseñarte el lugar donde tratarás a los chicos cuando se lesionen—Anri me guió hasta una habitación donde había una camilla y una silla con ruedas, además de una mesita con distintas herramientas, vendas y algodones—. Sé que no es la gran cosa, pero tienes todos los materiales necesarios para tratar las heridas. Por cierto, aunque todo blue lock tiene cámaras, aquí no hay—me extendió un anillo que cogí—. Cuando Ego te necesite, un holograma suyo aparecerá ahí. También pitará cuando algún chico tenga alguna lesión en su habitación. Y por si en algún momento te desubicas, tiene una especie de mapa para que puedas localizarte.

—Está bien, muchas gracias—le sonreí, luego miré el anillo, ¿cómo iba el anillo a tener un mapa?

—Bueno, yo me voy, te dejo aquí para que te familiarices con la enfermería, espero que los chicos no te den mucho trabajo.

Ahh ojalá poder decir que no me dan trabajo.

7 minutos después de que Anri se fuera, entró un chico que tenía una marca roja justo debajo del ojo, se notaba que era un golpe. También tenía un poco de sangre en el labio.

—¿Qué te pasó?

—Un accidente con el balón—respondió.

Venga ya, ni yo era tan estúpida para creerme eso.

—Di la verdad.

—Una pelea.

No sé por qué pero algo en mí me dijo perfectamente quién era el creador de ese golpe.

—¿Shidou?

El chico levantó las cejas, sorprendido—¿Cómo supiste?

—Intuición—respondí, encogiéndome de hombros—Siéntate en la camilla.

El chico hizo lo que le dije y se sentó en la camilla, yo agarré las cosas necesarias y luego me acerqué a él.

—Por ahora solo tienes una marca rojiza, pero seguramente se vuelva un moretón, voy a ponerte una pomada, ¿sí?

El chico solo asintió con la cabeza.

Me limité a ponerle la pomada en el golpe, después le limpié la sangre que tenía alrededor del labio y le puse una curita debajo del labio inferior, pues se había hecho un corte, aunque pequeño.

—Bueno, pues ya está.

—Gracias...—el chico se levantó y se quedó quieto justo en la puerta y me miró—Suerte.

Yo me quedé confundida.

—¿Suerte para qué?

El chico solo se giró hacia delante y siguió caminando mientras otro chico entraba.

—Ah, Shidou—dije al verlo.

—Para eso, suerte con él—murmuró el chico al que acabo de tratar y Shidou se giró molesto hacia él.

—¿Perdona? ¿Cómo que suerte conmigo, eh?

—Relaj-

—¿Te crees que soy una bestia o qué?

Blue Lock x TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora