Capítulo #3

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Fin de semana, un domingo para ser exactos, era perfecto para intentar nuevamente el darle la noticia del bebé a su esposo

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Fin de semana, un domingo para ser exactos, era perfecto para intentar nuevamente el darle la noticia del bebé a su esposo.

Se levantó temprano quitando con cuidado los brazos del mayor que lo sujetaban al dormir y se dio una ducha de agua fresca para comenzar el día.

Preparó el desayuno, ordenó algunos objetos tirados en la sala de estar, sacudió una vitrina de cristal, atendió a su esposo que recién ha despertado, limpio el cuarto de las mascotas, lavó algunos trates sucios, barrió el comedor, hizo la comida y al acabarla supuso que sería el momento ideal para llevar acabo su segundo plan.

Ya que el primero resultó fatal pero al menos Oreo lucía unos bellos zapatos de bebé que envidian los demás perros al verlo. Pensó en llamar a Rindou para decirle como resultó pero seguro se burlaría de lo tonto que su esposo era y había veces en que a Ran le molestaba oír ese tipo de cosas hacía Haruchiyo.

Subió las escaleras de su cuarto y tomó algunas hojitas de colores con pegamento escribiendo frases como "jala aquí" "Alza esto" "Ve a este lado" con marcador delgado. Las pegó a su cuerpo en las partes indicadas por el vídeo tutorial que colocó y con entusiasmo salió de la habitación para encontrarse con su marido.

Respiro hondo conforme bajaba las escaleras, apretaba el barandal en su mano izquierda por los nervios. ¿Y si él cometía una estupidez ahora era él mismo?

A decir verdad se sentía ridículo con un montón de papel en el cuerpo pero si era a causa de que Haruchiyo supiera sobre su bebé con gusto lo haría mil veces al día.

Como una pulga, entró al comedor saltando de forma llamativa esperando a que su esposo deje el periódico que trae en manos para prestarle su máxima atención.

Se paseo por un lado, por el otro, detrás de Sanzu, por enfrente, se agachó un poco, brincó más alto, frunció los labios, comenzó a caminar tras cansarse, batió las pestañas, pataleó un poco, dejó de caminar, se detuvo al lado de su esposo y cruzó los brazos.

Todo mientras Haruchiyo solo remojaba su dedo indice con saliva para pasar a la siguiente página del periódico y bebía de su jugo sumergido en su mundo.

Ran tocó su hombro apretando sus labios para no decir alguna grosería, y pronto su esposo lo miró expectante.

.- ¿Por qué luces como una pared del supermercado? De esas donde ponen alguna queja.- Fue lo primero que le dijo.- Oh, ¿Pasa algo?

El mayor apretó el puño conteniendo el estamparlo en el perfecto rostro del menor y resignado negó ante la pregunta.

.- Todo bien, sólo quería saber si no te fuiste a otro mundo.- Mintió para besarle la frente.- Puedes seguir, te amo.

.- Yo también te amo.- Lo atrajo para depositar un beso en los labios del otro y continuó leyendo las noticias.

El bicolor subió nuevamente las escaleras y se encerró en el cuarto, sacó la lengua en dirección de la puerta aunque Haruchiyo no pudiera verlo y se tiró en la cama para hacer un berrinche.

Plan número dos: x

Tomó su celular para buscar otra idea.

Tomó su celular para buscar otra idea

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𝑰'𝒎 𝒑𝒓𝒆𝒈𝒏𝒂𝒏𝒕, 𝑯𝒂𝒓𝒖 | 𝑺𝒂𝒏𝑹𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora