In another life // Stray Kids; MinSung. [✓]

⛅️ 20

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Volví a entrar tiempo después.

— ¿Te sientes mejor?

— Sí, un poco

— Ten -estiró su brazo con la bebida en mano- Tenía hambre, y no aguanté a esperarte, lo siento

— Está bien, no pasa nada -tomé el vaso- ¿Sabes qué? No creo que esto nos llene para todo el día, necesitaremos algo sólido

— Hannie, te pregunté si querías algo más

— Lo sé, pero en ese momento no lo pensé bien

— ¿Qué quieres?

— Quizás algo de una pastelería, también necesitaremos algo dulce

— Ya veo qué compro. Ahora vuelvo

En cuanto se fue, corrí al bote de basura, ahí se encontraba su vaso. En el mío seguramente iban a estar nuestras huellas mezcladas, pero ese solo lo había tocado él, y estaba seguro, porque en la cafetería usaban guantes. Me puse los míos y tomé el vaso para asegurarme de no dejar mis huellas. Luego empecé a extraer las que se encontraban en él. Dejé el vaso de nuevo en la basura y escondí los resultados que obtuve, ya que había escuchado a Minho saludar las demás personas del laboratorio. Entró en pocos segundos.

— Compré unas cuantas cosas -dijo- Hay muchas que sé que te gustan

— Gracias, baby, pero ahora necesito que me hagas un último favor

— ¿Y ahora?

— Mi mamá me volvió a llamar, estaba muy mal, y realmente no creo que Jihu sea de mucha ayuda. ¿Podrías acompañarla?

— Pero...

— Por favor

— Lo haría con gusto, Hannie, pero no pienso dejarte trabajando solo

— Lo hice durante años, no pasa nada si lo hago una vez más. Te lo ruego

— Bien, iré con ella

— Mil gracias, de verdad

Se fue nuevamente. Prendí la máquina e intenté otra vez, pero seguía apareciendo lo mismo. Tomé las huellas del sistema, las del cuchillo y las del vaso. Empecé, por mi cuenta, a analizarlas. Me quedé inmóvil cuando, al terminar, los patrones encajaban perfectamente con los otros. Todas las huellas eran suyas.

~Minho.

— Corazón, ¿por qué estás aquí? -dijo luego de abrir la puerta.

— Jisung me dijo que usted lo llamó y que no se encontraba bien

— Sí, pero no era necesario que vengas, cariño. Hubiese preferido que lo ayudes

— Lo sé, se lo dije y aún así insistió. Realmente no tengo problema, pero creo que era mejor si lo ayudaba

— Pienso lo mismo, sin embargo, ya estás aquí, así que pasa

Se hizo a un lado y entré. Dejé mis cosas donde siempre, para después encontrarme con Jihu.

— Ah, Minho. Hola

— Hola

— ¿Todavía no encontraron nada?

— No, al parecer el sistema no está funcionando

— Ya veo...

— Jihu -dijo la mamá de Jisung- Ve a descansar, también lo necesitas

El chico hizo lo que le dijeron.

— ¿Usted no quiere dormir?

— No, cielo. No me encuentro cansada

— Bien... ¿Qué le parece si cocinamos algo?

— ¿Cocinar?

— Podemos hacer algún postre, ¿le agrada?

— Sí, pero si te soy sincera, no sé hacer ninguno

— ¿De verdad?

— Te lo juro

— No importa, sé hacer muchos, yo le enseño el que quiera

— Está bien

Estuvimos todo lo que restaba del día cocinando y comiendo. Ella rió y se divirtió, al igual que yo. Sentí que había hecho un buen trabajo al distraerla un poco. Ya casi era de noche, y se había cansado, así que se encontraba dormida. Jihu quedó a cargo nuevamente, mientras yo estaba en camino a mi casa, llamando a Jisung.

— ¿Todo bien? -preguntó.

— Sí, ¿y tú?

— Igual. Estoy por salir para ir a casa

— Hannie, tendremos que vernos mañana. Hoy debo pagarle a la chica de la limpieza, y creo que ya me quedaré a dormir ahí

— Bien, lo entiendo. ¿Mi mamá?

— Muy bien. Se quedó dormida, ya que toda la tarde estuvimos cocinando y entretenidos, así que Jihu quedó a su cuidado

— Gracias. Nos vemos mañana

No pude decirle lo mismo, puesto que colgó al instante. Al llegar, la empleada me estaba esperando. Le di lo que le correspondía y se fue, mientras yo me duché y luego me acosté.
A la mañana siguiente hice mi rutina y fui directo a la estación.

— ¿Qué haces aquí?

— ¿Cómo que qué hago?

— Han llamó ayer, dijo que ya no ibas a seguir con el caso

— ¿Han?

— Sabes que aquí todas las llamadas quedan grabadas automáticamente, así que puedes escucharlo por tu cuenta

Busqué entre todas las llamadas recibidas hasta el momento, hasta que la encontré. Era su voz. Es imposible que no la reconozca, claramente era él.

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