Capítulo 2

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Narra Harry

La Directora Mcgonagall nos dió la
bienvenida habitual... Es raro no ver a Dumbledore ahi, se siente tan extraño... Pero el banquete parecía el mismo de años pasados.

El ambiente era ameno, muchos charlaban con sus amigos otros que recién empezaban su vida aquí se empezaban a conocer, la luz de las velas le daba ese toque a hogar... pero no me quedé mucho tiempo, salí en cuanto empezaron a comer...

Llegué a mi sala común, el lugar me traía recuerdos que el día de hoy eran amargos... Las paredes rojas, que antes eran de alegres estaban agrietadas y descoloridas, los muebles no habían cambiado, y el fuego de la chimenea alumbraba más que las lámparas.

Decidí sentarme frente a la chimenea hasta que los demás llegasen, grave error.

El retrato dió paso al mis compañeros de casa, que al verme empezaron a hacerlo con asco y susurrando cosas entre ellos;  Seamus fue el que insultaba a los demás a molestarme, y Neville fue el único en defenderme, pidiendo que se callasen y me dejasen en paz.

Ron no le dijo nada y tampoco me sorprendí, todos mis compañeros de casa me miraba con mucha rabia y odio... Odio que no entendía

- ¡Dejen de mirarlo así! - ordenó Neville y todo empezaron a gritarle, mientras los prefectos se mantenían alejados.

- ¡Es su culpa que tantos murieran! - empezó uno de quinto año

- ¡El se escondió de ya saben quién y nos uso como escudo! - afirmó otro de sexto año

- ¡Por su culpa la escuela fue destruida! - afirmó otra chica de sexto

- ¡Por el muchos amigos están muertos! - afirmó uno de nuestro grado

- ¡Perdí a mi hermano por su culpa! - grito Dennis Creevey

- ¡Suficiente! - grite - ¡Ya no sigais!

- ¿No te gusta escuchar la verdad Potter? - dijo Seamus - ¿Vendrás con otro cuento? Así como cuando mataron a Cedric

- Los héroes de la guerra deberíamos ser todos nosotros - acotó Dean - peleamos en primera línea mientras tú solo intentaba escapar, por eso ya sabes quién te encontró y pudo matarte.

- Hubiera Sido mejor que murieras - dijo Ginny - Siempre era Hermione la que ideaba los planes y resolvía todo, solo te adueñaste de su crédito. Seguramente hubiéramos podido resolver el problema solos de nada nos sirvió tener a un elegido.

- Cierto - dijo Ron - Además sin Hermione todas las misiones que Dumbledore te daba hubieran fracasado.

- ¡Tu no tienes derecho a hablar Ron! - grite - ¡Tu lo único que hacías era lloriquear siempre! 

- ¡Eso no es verdad! - me dió un puñetazo - ¡Sin nosotros hubieras muerto! ¡Nosotros somos la razón de que estés vivo! ¡Malagradecido!

- Aceptalo Potter no eres nada - Seamus me escupió en la cara. - ¿Que pasa? Eres un miedoso a acaso - todos empezaron a reír

- ¡Ya déjenlo! - grito Neville - ¡Olvidaron ya quien nos enseñó a cuidarnos y a defendernos cuando los del ministerio no querían que lo hicieramos! ¡Quien peleó por nosotros! ¡Quien se preocupo por nosostros!

- ¡Calla Neville! ¡Tu no tienes que decir nada, eres un llorón y siempre lo fuiste! ¡No te creas mucho por matar a una serpiente!

- ¡Suficiente! - era Hermione - Todos a sus dormitorios - ordenó - Ahora

- Hermione no puedes negar lo que dijimos.

- Cómo prefecta ordenó se vayan a dormir.

Subimos entre miradas asesinas y deseos de muerte, las escaleras al dormitorio parecían eternas.  Una vez dentro me dirijo a mi cama, pensaba encerrarme con la cortina y no salir hasta el día siguiente.

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