Veinticuatro

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—¡Lisa! —El grito de Jungkook se hizo presente.

Él corrió hacia nosotras preocupado, parecía que sus piernas le faltarían en cualquier momento.

—Hay que irnos —Dijo en cuanto llegó.

Mina habia recibo la bala cerca del corazón.

—No voy a dejarla aquí —Dije mientras tenía a Mina en mis brazos—Debemos llevarla al hospital.

—No Lalisa, ella merece morir —Me tomó de mi mano intentando levantarme.

—¡Basta Jungkook! —Me solté de su agarre, y abracé a Mina —Ella no merece morir. Si quieres irte, bien, yo me quedaré con ella.

Jungkook quedó perplejo ante mis palabras y actitud. Supongo que jamás imaginó que defendería a Mina así, y para ser honesta, tampoco yo, pero ella y Sana sólo habían sido víctimas de él, al igual que yo.

No iba a dejarla morir sola.

—Lisa...—Mina habló como pudo —Lo...lo lamento.

—Está bien, no hagas ningún esfuerzo.

—Lisa...Sana... —Pronunció.

Jungkook al igual que yo la miramos atentos, ella diría algo sobre la chica que había comenzado con todo.

—¿Qué pasa con Sana, Mina? —Dijo Jungkook poniéndose a su altura.

—Ella...si murió —Habló —Deben hablar con...Nayeon...ella les dirá todo.

—Imposible —Gruñó Jungkook.

—¿Quién es Nayeon? —Pregunté mirándolos a ambos confundida.

Y antes de que alguno pudiera responder algo, la mano que sostenía de Mina, resbaló.

Sus ojos aún con lágrimas se cerraron con cuidado.

—Mina...—La miré.

—Vámonos Lisa —Jungkook levantó a Mina y la dejó en el césped —No tarda en haber otro tiroteo si saben que estoy aquí.

—No la dejaremos aquí...muerta...—Trataba de contener la respiración.

Haya hecho lo que hizo, nadie merece estar sola así, en un lugar tan feo.

—¡Manoban! —Me alzó la voz —Ya déjala.

Él tomó mi mano y me jaló, mi cuerpo no reaccionaba, es como si sólo él lo controlara. Baekhyun ya nos esperaba con el auto listo, ambos subimos y dió arranque a la casa.

—¿Quién es Nayeon? —Repetí mi pregunta.

—Escucha Lisa -Jungkook se acomodó mejor en el asiento y me miró —Prometo contarte todo, pero lo haré mañana.

Asentí sin pedir nada más, verla morir así, fue terrible. Y pensar que su hermana había muerto de la misma manera.

Al llegar a casa no dirigí palabra con nadie, a pesar de que Jojo y Tzuyu me habían saludado. ¿Cómo iba a superar la muerte que acabo de presenciar?

Sin avisar, me dí un largo baño, lloré, lloré mucho, quiero irme de aquí ya. No soporto estar más aquí, quiero de vuelta mi departamento, mi antigua vida.

Quiero una vida sin Jungkook, sin Yoongi, sin nadie que me haga daño, sólo quiero una vida conmigo, con mi paz mental y física.

Al salir de baño, ya vestida con un pijama de pans y una blusa de tirantes, Jungkook ya estaba en la cama acostado. Me parecía increíble verlo así, como si nada hubiera pasado. Sin decir una sola palabra, me acosté junto a el dándole la espalda.

Pirinola; Lizkook [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora