❛ Went to Hell, but I'm back and I'm breathin,
make me bleed while my heart is still beatin' ❜
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˚✩• Pero ella tenia la ilusa esperanza de que un nuevo ghostface no apareciera en el pueblo, sin embargo, con la llegada de Samant...
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Harper miró las cintas amarillas al frente de la casa de los Hicks, una ambulancia juntos con las patrullas de policia estaban parqueadas y más de veinte personas que encontraban en las afueras de la misma, un cuerpo estaba tapado con una manta en la entrada. Una boquada de aire salio de su cuerpo y sintio que su alma abandonaba el mismo. Está corrio hacia la cienta amarilla y la atraveso.
—Disculpe, no puede pasar.—Dijo el oficial. —Debes salir.
—No, espere.—Dijo intentando mover al oficial de su camino.—Espere. Su hijo... Su hijo, Wes es mi mejor amigo...
—Lo siento.
—El está...
Wes estaba muerto. Su mejor amigo, había sido asesinado junto a su madre.
Las lagrimas no dejaban de bajar por las mejillas de Harper, la policia no debaja que pasará, tan siquiera querian decirle como los habían asesinado. Lo único que queria en ese momento era ver a sus amigos, contarles lo que había pasado y saber que tenían su apoyo. Vio a su alrededor y vio a su tío de pie entre los arbustos.
Con los ojos aún nublados, subio a su automóvil y inicio su camino hacia el hospital, a Tara la habian pasado a una habitación privada, sin embargo, todos los oficiales parecian estar en la escena del crimen en la casa de la sheriff. Su telefonó sono y nuevamente ese escalofrio recorrio todo su cuerpo, sabia muy bien quien podría estarla llamando.
—Hola Harper— Dijo la voz en el telefonó. — Te dije que comenzaria con tu mejor amigo.
—¿Que más quieres? Ya obtuviste lo que queriás.— Dijo Harper sollozando.
