Capítulo 4. Humillado.

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Todoroki había seguido yendo a clases como de costumbre, de cualquier modo, si dejaba de asistir tan de golpe, cualquiera podría sospechar lo que pasaba.

Sobre todo cierto rubio, quien no le quitaba los ojos de encima; le preocupaba lo que Todoroki pudiera hacer si lo descuidaba un momento.

Estaban cada uno en su círculo de amigos, terminando de tomar el almuerzo y charlando como cada día.

—¡Todoroki-kun! ¿Le gustaría que vayamos a un nuevo lugar de comida luego de clases? I-Iremos todos.. Pensabamos que quizá estaría libre..

—Ah, lo siento. —Dijo el bicolor— Pero tengo que-

—Él va venir conmigo. —Otra voz llamó la atención del grupillo.

Todos miraron al rubio a la vez, sorprendidos.

—¡K-Kacchan! ¿De verdad..?

—¿A ti que mierda te importa? No molestes, Deku.

—Pero Bakugo —No pudo continuar.

—Tu también cállate, bastardo, no puedo creer que te hayas olvidado de que tenemos un asunto pendiente..

Bakugo golpeó su palma con su puño, claramente indicando que aquellos dos tenían una pelea pendiente, específicamente. Todoroki a duras penas entendió, ladeando un poco la cabeza.

—Si que eres un imbécil, más te vale no llegar tarde o te mataré, joder. —Y sin más se despidió.

Todoroki lo vió alejarse aún dudoso. ¿Por qué lo había hecho?

—Vaya.. Todoroki-san, no sabía que eran tan amigos usted y Bakugo-san. —Comentó la castaña mientras veía a sus amigos.

Todoroki negó con la cabeza.

—Lo siento, no recordaba eso, podemos ir otro día todos juntos. Si me disculpan, tengo que irme.

Se alejó de inmediato, haciéndolos pensar que solo quería estar solo, pero en realidad había ido detrás de Bakugo.

Cuando por fin lo logró alcanzar, tocó su hombro, y curiosamente Bakugo no reaccionó de manera evasiva o molesta; al contrario, solo lo miró y se cruzó de brazos frente a él.

—Bakugo, no puedo ir contigo a luchar, tengo una comida con mi familia.

—¿Tu crees que soy estúpido? Claro que tienes planes, pero no te voy a dejar ir a esa mierda de comida, si crees lo contrario estás putamente equivocado.

—Pero Bakugo, ¿De qué hablas?

—Maldita sea, de verdad eres un imbécil. ¡Obviamente tu familia te está golpeando, o yo que mierda sé!

—Bakugo, baja la voz-

—Mierda, esto no es un jodido juego, Todoroki, no vas a ir y no es pregunta.

—¿Por qué me dices esto?

—¿Tu familia no te maltrata? —Sus palabras no tenían tacto.

Todoroki sintió un cosquilleo que subía desde sus pies hasta su cuello, ahogandolo, empezando a sudar sin saber qué hacer o qué decir.

Sentía algo subiendo de su estómago a su garganta, algo asqueroso y descompuesto. Entonces, no pudo retenerlo más. El piso del pasillo quedaba totalmente manchado, con un olor horrible a comida y jugos ya deshechos.

En ese instante, Bakugo no supo que hacer, sus pupilas se achicaron y su ceño nunca estuvo menos fruncido. ¿Qué era ese sentimiento? ¿Qué debería hacer?

Aturdido, escuchó la voz del irritante de su compañero peliverde, y el resto del grupo de amigos de Todoroki, que se acercaron rápido haciendo a un lado al rubio totalmente estático.

—¡Todoroki-kun! Oh, Dios.. ¡T-Todo va- va estar bien! T-Tranquilicese.. —Decía Midoriya, espantado.

Poco a poco, los alumnos empezaron a rodearlos, viendo como Todoroki aún no paraba de vomitar en todo el suelo. Si seguía así, probablemente se desmayaría. Nadie estaba logrando hacer nada, y la impotencia se apoderó de Bakugo.

No resistió. Corrió nuevamente en escena, empujando a todos mientras les gritaba "¡A un lado extras!" Y sostenía a Todoroki en sus brazos, acomodándole de lado para evitar que se trague su propio vómito, y como si volara, empezó a correr con el chico en brazos, llegando a la enfermería sin haberlo agitado demasiado.

Todo pasó tan rápido, que sus compañeros a penas pudieron alcanzarlo.

—¡K-Kacchan! ¡¿Q-Qué fue eso?! —Preguntó el peliverde, llegando agitado a la enfermería.

El rubio le lanzó una mirada asesina, con una camilla detrás de él, donde Todoroki reposaba ya adormilado, gracias a cierta ancianita que había podido ayudarlo rápido.

—O-Oh, lo siento por gritar.. —Se disculpó.

Bakugo lo empujó repetidas veces hasta sacarlo de la sala, para comenzar a gritar.

—¡Eres un inútil de mierda! ¿Acaso no sabes nada? ¿Tu diminuto cerebro está HUECO? El bastardo se pudo MORIR, ¡Y tu llorando como un maldito imbécil!

—¡K-KACCHAN! ¡D-De verdad, perdón! ¡P-Perdón! —Juntó sus manos e hizo una reverencia.

—¡Te voy a agarrar a golpes, joder!

—N-No.. —El peliverde sollozaba— ¿Pero qué l-le pasa a Todoroki-kun..?

—Joder, solo fue la comida de la cafetería de MIERDA que le provocó náuseas, pero no me hace nadie ni puto caso.

—Oh.. Y-Ya veo.. Pobre Todoroki-kun, debió ser horrible.. Además, todos lo veían y-

—Ni empieces, ahora largo de aquí, inútil Deku, largo..

[...]

Pobechito

Alertas Rojas | BakutodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora