CAPÍTULO 6

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Ta no salía a menudo en los barcos de pesca. Desde que había regresado a la Bahía Brekkle, se había centrado principalmente en su negocio de muebles y había dejado a su tío para que se encargara de los pescadores. Quizás lo había estado usando como excusa.

Aislándose de los miembros de la manada que sabía que lo odiaban. Hoy, sin embargo, había sentido la necesidad de escapar, estar en el océano abierto, incluso si eso significaba estar atrapado con personas que lo odiaban.

Al menos podía asegurarse de que estaba en un barco diferente al de JJ, y había logrado convencer a Chan para que se tomara el día libre y saliera con él. Los chicos de JJ eran lo suficientemente respetuosos en la cara de Ta, como deberían ser con su alfa, pero había un desafío en sus ojos que Ta no sabía cómo deshacerse de él.

—Pensé que hoy era el día en que llegaba tu vampiro—Dijo Chan mientras abordaban el barco.

El era uno de los pocos que habían visto el lado más oscuro de su padre. La casa de Chan había sido su santuario para crecer. Ta se fue de su casa cuando tenia dieciocho años, pero siempre supo que terminaría regresando algún día, simplemente no había podido quedarse con su padre por más tiempo.

Cuando escucho que Chan, su esposa y su hijo habían abandonado la bahía poco después se sintió culpable, al dejarlos, les había quitado la esperanza de un futuro mejor.

No había pasado una semana desde que su padre había muerto cuando Chan regresó. Fue bueno tenerlo de vuelta.

—Lo es,—Le dijo Ta mientras se inclinaba sobre la barandilla y observaba cómo el agua se ponía blanca cuando arrancaba el motor del barco pesquero.—Lo dejé en la casa y salí.

Chan soltó una carcajada.

—Bueno, no me extraña que me hayas engañado para venir aquí contigo hoy. Sin embargo, hiciste esta elección, hijo, y tarde o temprano tendrás que lidiar con eso.

—¿Qué elección?—Ta discutió, tratando de no perder los estribos.—¿Debería haber dejado todo esto irse? ¿Todo lo que nuestra gente ha construido por generaciones?

—Tenía que haber sido de otra manera.

—Confía en mí, si hubiera...—Se cortó con un movimiento de cabeza.—Este fue el último recurso.

—Simplemente no confío en eso.—Dijo Chan mientras estaba de pie junto a él.—¿Qué demonios conseguirá este vampiro jefe criminal al emparejarte con uno de su gente? Toda la maldita cosa apesta.

La cosa era que Ta no podía estar en desacuerdo con él. Aun así, había hecho su cama, y pronto iba a haber un vampiro en ella. Los hombres dejaron de hablar cuando algunos de los otros se acercaron a su parte del bote.

Tienden a ir desde la hostilidad abierta hasta la desaprobación silenciosa. Se preguntó si JJ los había estado envenenando contra él. Se dio la vuelta y se recostó contra la barandilla, reflejando a Chan, y observó a los chicos por el rabillo del ojo.

Sabía lo que todos pensaban de él, y quizás era un glotón para el castigo por seguir revisándolos continuamente para ver su reacción.

—Hoy está agitado.—Señalo Chan innecesariamente, sin duda, tratando de hacer una conversación informal.

—Es temprano,—Dijo un tipo llamado Marcus mientras ponía las manos en la barandilla y miraba por encima del hombro a Ta.—Se calmara.

El otro hombre lobo continuó mirando fijamente a Ta hasta que este tuvo suficiente.

—¿Tienes un problema?—Pregunto Ta.

Mantuvo su tono tranquilo, a pesar de su irritación. Si saltaba a la ira cada vez que alguien lo enojaba, entonces siempre estaría enfadado. Él sería como su padre,

—Sólo miraba, es todo.

—¿A qué?

—Tu cuello,—Marcus dijo encogiéndose de hombros.—Pero no hay nada allí. Supongo que dejas que el parásito se alimente de otra parte de tu cuerpo.

Un bajo gruñido de advertencia surgió del cuerpo de Ta, y Marcus se enderezo para enfrentarlo.

—Aprende tu lugar, muchacho,—Le dijo Chan a Marcus, lanzándole una mirada de advertencia.

Marcus se mostró reacio a ser el primero en apartar la mirada, pero no era estúpido. Sabía que Ta era el alfa, y también sabía que no tendría ninguna posibilidad contra Ta. Marcus se alejó, pero no antes de inclinar un poco la cabeza, lo suficiente como para ser una muestra de respeto sin que en realidad significara mucho.

Los otros dos hombres allí evitaron constantemente hacer contacto visual con Ta o Chan, en lugar de eso, se concentraron intensamente en lo que estaban haciendo.

—Como dije,—Chan le dijo a Ta, inútilmente—Vas a tener que lidiar con eso.

Ta miró hacia el océano y respiró hondo, dejando que el aire salado llenara sus pulmones. Pronto tendría que volver a su casa y al futuro compañero que lo estaba esperando, pero por ahora, al menos tenía el océano, y no dejaría que Marcus ni nadie más lo estropeara.

APAREAMIENTO ARREGLADO || TAJEFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora