Capítulo Uno

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diffidentia

Felix

Yeji bailaba con sus amigas, mientras la observaba, sentado tomando un cóctel. Aún recuerdo cuando pise por primera vez el Lux, todo me pareció hermoso hasta que lo ví a él, me pareció una persona intimidante y grande, vestido de un traje azulado de seda, su mirada penetrante causándome un montón de sensaciones. Y ahora aquí estoy celebrando el cumpleaños de mi hija

—¡Hola hermosura! ¿Esta ocupado? —Su preciosa sonrisa de lado siempre causaba efecto en mi.

—Adelante no esperaba a nadie.

—Tú solito aquí, eres blanco de muchas miradas. —Su posesividad me encanta.

—¡No puedo creer que lo único que le enseñarás fuera a tolerar así el alcohol! —regaño

—¡Que dices, no solo eso le enseñé! —poso su mano en su pecho mirandome con recelo —me haces ver como un mal padre.

Volteando los ojos, suspiré  
—Me acosabas cada noche —veo su sonrisa, prosigo —Te metiste en mi ser para luego...

—Meterme en ti —dijo
mis mejillas se calentaron.

—Tuvimos una hija, y aún así no me propones matrimonio.
—mis ojos celestes, quedaron viendo los suyos, su sonrisa se desvaneció.
Sonreí, dándole el último trago a mi cóctel.

—Amor yo...
No sabía que querías...

No tienes por que disculparte, yo no quiero aún —dejando en claro el asunto él sonrió —siempre quédate con nosotros.

Bebiendo de su ron me miro— siempre estaré con ustedes. No sabes como lo siento por ser un idiota y nunca hablar seriamente de esto, pero para mí, eres más que un novio o esposo, Eres mi luz lix — besando mi mejilla, esperando mi respuesta. 

—Lo sé —él sonrió — tú no eres nada sin mí y yo no soy nada sin ti —dije

—Te equivocas, tú eres alguien estando conmigo o sin mí, mientras que yo simplemente soy la infinita nada sin ti.

[...]

La fiesta era una locura chicos por aquí chicas por allá, nadie cumple dos veces 22 años y a pesar de que deja de envejecer a los 25 Yeji sigue siendo hermosa, su piel pálida con mejillas ruborizadas, ojos celestes como el mismo cielo cuerpo delgado, pero dotado y la enorme cabellera roja, la bella definición de Hyunjin.

Estaba reclamándole sobre el parecido de Yeji con él cuando Minho llegó

—¡Lix te andaba buscando!
Los ojos de Minho se posaron en los míos

—pensé que andabas por ahí con Jisung.

—Vamos a bailar  —Conocia perfectamente a Minho y sabía que ignoraba por completo la presencia de Hyunjin.

—Claro que sí, sería un honor —dándole una última mirada me fui con mi amigo.

—¿Y Felix? El peli plateado preguntó por su escurridizo amigo.

Los ojos de Lucifer brillaron. viendo al chico dijo:
—Jeongin me alegra también en verte, sus caninos salieron a la luz mientras fingía darle una sincera sonrisa. —En la pista. sus ojos no dejaban de brillar y no por ver los movimientos del rubio aunque, si le causaban efectos en su cuerpo, más al amigo de allá abajo, pero brillaban por los celos que sentía de ver como Minho lo agarraba. 

—Deberías de dejar de celarlo.

Sus escarlatas vieron aquel intruso. ¿No deberías de estar con mi hermano? Creo que necesita a alguien que realmente este al pendiente de él y no de otros.

3:00 AM

El lugar estaba silencioso, toda la multitud se había ido horas antes. Viendo a mis amigos en el penthouse, sonrió. Fue una buena fiesta.
—¡Tengo hambre! —llego al living donde todos estaban.

—¿Dónde está Hyunjin? Se supone que él estaría aquí —pregunto Han

—Anda con Yeji —frunciendo el ceño lo observé

—Por mí que se pierda —Dijo por último Jisung

Se me hacía raro no verlo, así que diciéndole a los demás bajo. La planta baja estaba en silencio, buscándolo con la mirada lo localizo en la barra.

—¡Hola! —acercándome a su espalda lo abrazo, dejando pequeños besos en sus omóplatos. —¿Está todo bien?

—Por supuesto, deje a Yeji en casa, debía de hacer algunas cosas y se iba a tardar.

—Ya veo, y entonces...
¿Por qué te encuentras fumando? Puedo sentir lo tenso que estás.
—Volteándose, me atrajó hacia su cuerpo, tomándome de la cintura, empezó a besar mi cuello, sintiendo su respiración en mi oído me abrazo.

—Presiento que algo está a punto de ocurrir y no me gusta. —acariciando su espalda pregunté —¿Desde cuándo? 

—Ayer precisamente Bangchan dijo que alguien estaba a punto de llegar —Se alejó un poco, sin dejar de rodearme con sus brazos, continuo:
—No sé a qué se refiere precisamente.

—¿Que significara? —pregunté viéndolo —Si se refiere a lo que estoy pensando, no es eso.

—¿Y que piensas? —dándome pequeños besos en los labios susurro: 
—¡Me pone ansioso no escuchar tus pensamientos!

—No estoy embarazado. Si se supone que eso piensa 

—¿Crees que estaría así si lo estuvieras? —sonrió de lado al ver mi sonrojo.

—Entonces tal vez alguien celestial...
¡Auch!  —sus manos apretaron mi cintura —Solo fue una vaga suposición.
—Sus oscuros ojos me vieron, aflojando su agarre, sobre mi cintura.

—Lo lamento —dijo besando mi frente.

—Vamos arriba —me solté de su agarre y retrocedí —no te mates con eso, ven y relájate.
—Me di la vuelta y volví, espero que esto no le esté comiendo la cabeza.





















Guerra De Tronos³                                        (Arcángeles y Demonios)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora